tag:blogger.com,1999:blog-33199569436060154862023-12-09T15:28:59.781-08:00pasión por el discursoPensamiento insumiso y periodismo críticoDiscursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.comBlogger109125tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-5285341108836416312023-04-13T13:42:00.002-07:002023-04-13T13:42:15.594-07:00Después de esta noche tienes algo mío<div style="text-align: left;"> <span style="font-family: Verdana, "sans-serif";">Orlando Villalobos
Finol (del libro: Crónicas del discurso callejero, 2023)</span></div><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><o:p></o:p></span></p><h3 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Si fuimos lejos como
un horizonte<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">si aquí quedaron árboles
y cielo<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">si cada noche siempre
era una ausencia<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">y cada despertar un
desencuentro<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">usted preguntará por
qué cantamos.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><o:p> <br /></o:p></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Cantamos porque el
grito no es bastante<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">y no es bastante el
llanto ni la bronca<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">y porque venceremos la
derrota. (Mario Benedetti-Alberto Favero).<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><o:p> <br /></o:p></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">I<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Desde el
techo de la Facultad de Ingeniería tenía una visual de lo que sucedía en la
avenida 16, en la vía hacia Ziruma.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Temprano
llegó el rumor como un cimbronazo eléctrico. En cualquier momento puede
producirse un allanamiento de facto, no anunciado, ejecutado por policías
disfrazados de civiles y otras personas contratadas para la ocasión, según la
costumbre al uso de las fuerzas represivas. Ilegal pero peor de peligroso. Ella
y un grupo de compañeros, en medio de la tensión echaron mano de un plan B o C,
refugiarse en aquella cubierta inmensa, desde donde se podían observar los
alrededores, descansar e incluso dormir si el momento lo recomendaba. Ya lo
había hecho, como parte de una suerte de entrenamiento que estaba en el
supuesto de una militancia de combate.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">A las 5 de
la tarde, la canícula amainaba y era fácil conseguir alguna sombra. En un techo
que no era llano, porque las vigas sobresalían casi 30 centímetros, para
caminar hay que saber hacerlo y acostumbrarse a esos obstáculos.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">La tensión
estaba controlada en el grupo de estudiantes. Abajo era evidente el movimiento
de infiltrados policiales; muchos rostros extraños se iban sumando, de uno en
uno. La policía estaba en su plan. Los estudiantes, en el suyo. En medio de ese
ir y venir, unos llegaban y otros se iban. Era costumbre ese tránsito
estudiantil. En los pasillos, debajo de los árboles, en la entrada del centro
de estudios, acostados frente al auditorio, lectores atentos y parejas, miraban
y marcaban el terreno. Cada dato nuevo, alguna información sobre extraños que
circulaban, se enviaba con una mirada o con una palabra que se decía al pasar.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Quizás
venga más tarde la acción represiva, pero la sorpresa se perdió.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">II<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-¿Qué
podemos hacer? ¿Cuánto tiempo nos vamos a quedar aquí?- preguntó Ana.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-Si esto
sigue, aquí dormiremos.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Buscó
acomodarse en aquella techumbre en un lugar más limpio. De su mochila empezó a
sacar libros, Queremos tanto a Glenda de Cortázar, Pekín Informa, un boletín
chino que circulaba con profusión; un Correo de la Resistencia, del MIR de
Chile; y Votar para qué, de Juan Luna, un pseudónimo de un autor venezolano.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">“Con eso
tienes para tres días de resistencia aquí”, le dijeron, pero ella no escuchó.
Siguió en su monólogo y aprovechó el poco tiempo de luz que quedaba para echar
una mirada al razonamiento interminable de Votar para qué, un documento en
formato libro que recomendaba no votar por ningún candidato, en las elecciones
de 1973, pero tampoco abstenerse. ¿Qué hacer entonces? Votar nulo y a partir de
allí construir un movimiento político. Con eso tendría para bajar la
incertidumbre del momento. Era un largo ensayo que tenía un par de bondades,
analizaba y proponía un horizonte. También tenía su dificultad, estaba escrito
casi como un informe, un lenguaje ladrilloso, sin encanto.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Ana leyó
desde que tuvo noción de palabra escrita, libros o algo parecido. Cuando
terminó el bachillerato se leyó cuanto le recomendaron los maestros. Si llegó a
Ingeniería es porque también mostró apetito por los números, el cálculo y la resolución
de problemas y acertijos matemáticos. No lo pensó mucho, ni tuvo muchas
opciones. Ingeniería estaba bien. Era una profesión aplaudida.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Afuera en
la calle seguía la tensión, cada vez con menos circulación. Es claro que al
caer la noche el riesgo crece. Van quedando menos estudiantes y se hace más
difícil responder a un ataque. También se puede leer como que resulta más obvia
la presencia de extraños, que pueden ser identificados, interpelados o
ignorados, según recomiende la ocasión.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Ahora era
militante, aficionada al debate político. Estaba en tránsito de la intuición al
discurso convencido. Con mucha curiosidad leía y revisaba lo que caía en sus
manos. Venía de un hogar con limitaciones económicas. En ella prendió la idea
de estudiar y seguir adelante, pensar en otros horizontes. Quizás por eso en el
liceo no fue ajena a cuanto ocurría, a los días de marchas, conflictos, gases
lacrimógenos y ostentación de fuerza de los cuerpos de represión. Cuando le
preguntaron que si era socialista, no lo dudó. Le atrajo la palabra.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-En un rato
nos reuniremos para revisar lo que está pasando- anunció Abelardo.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-Vos
pensáis que si nos pueden atacar.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-No lo
pienso, lo veo venir. Quieren asustarnos. Se quieren aprovechar de que esta
mañana después de la marcha hubo un grupo que quemó un carro del gobierno.
Creen que fuimos los de Ingeniería y vienen por nosotros.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-¿Qué
seguridad tenemos estando aquí arriba, en el techo de la facultad?-preguntó
Ana.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">III<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">No había tiempo que perder. La meta
es “tomar el cielo por asalto”, ahora que “la vida es hoy y no después”, además
está “prohibido prohibir”.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">No por casualidad en tiempos
recientes se venía de tres acontecimientos que conmovieron y encontraron eco:
el mayo francés de 1968, la epopeya del Che Guevara en la guerrilla boliviana,
que encuentra su final el 9 de octubre de 1967; y la masacre de los estudiantes
en Tlatelolco, en la plaza de Las Tres Culturas, en México, el 2 de octubre de
1968. Los hilos de la imaginación habían sido tocados. Había motivos para
activarse.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Entrada la
noche, Ana y todo el grupo asumen el trance del encuentro. ¿Qué hacer en caso
de un ataque? ¿Hay alguna manera de defenderse? ¿Cómo preservar este
territorio? El momento era difícil, así que no había lugar para diferencias. En
el ambiente había más hermandad que en otros días. Cada uno puso su sonrisa y
su mejor disposición.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Ana y otros
tres compañeros organizaron la cena, improvisada y nerviosa, pero con sabor a
cariño compartido. Para cada uno hubo agua, pan y mortadela.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Esa noche
había que estar atento a los movimientos externos e internos de la facultad.
Quienes hacían sus labores en los pasillos caminaban como distraídos. Arriba se
hablaba en voz baja, con mucho gesto y toda la capacidad para entender. Pocas
palabras. Capacidad de concentración.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">El reloj se
movía con más lentitud que de costumbre. Ana y Abelardo se apartaron y
recordaron sus inicios en la militancia.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-Yo comencé
haciendo grafitis en cada marcha a la que iba- dijo Abelardo.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-Qué tipo
de grafitis.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-De lo que
me dijeran. Teníamos un clásico: libertad para los presos políticos. También
llegué a escribir: Hagamos el amor y no la guerra, y otras pendejadas. Lo mío
era poner los cojones y hacer las pintas.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Hubo un
silencio. A lo lejos se veía el reflejo de las luces cercanas. Era una ocasión
para lo íntimo; bajar la voz al máximo. Ana contó su historia intransferible:
“La primera vez que estuve en una marcha en el liceo fui por pura casualidad.
Fui por acompañar a mi mejor amiga. No sabía de revoluciones. Iba temerosa pero
acompañé, llegué hasta el final. Ese día me aparecí tarde en mi casa por
primera vez, con la excusa de que no conseguía transporte. Cuando empecé a
caminar por la facultad, al principio, me llamaba la atención que frente a la
librería del pasillo B muchas veces estaban pintando pancartas y escuchaban
canciones que yo nunca había oído. Busqué la manera de acercarme, vi a
compañeros que ya conocía de coincidir en las materias. Empecé pintando
pancartas hasta que por fin me hicieron la propuesta que yo estaba esperando.
Me invitaron a una reunión. Poco a poco me fui enterando, leyendo. Escuché
hablar de formación sociopolítica, me pasaron libros. Me fui enterando. Fui más
allá de la ilusión”.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">En la
oscuridad la conversación alcanza tonos de confesión. Ellos se conocían pero
sin llegar a este relato que sabe a historia personal. Ana prosigue: “El grupo
me hizo mejor. Ahora sé lo que quiero y sé para dónde voy. Lo revolucionario ha
sido para mi un despertar en todo, en la idea que tengo de los estudios, la
universidad, lo social y el tipo de pareja que quiero ser y tener”.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Un
compañero pasó como una sombra, con la señal convenida de alerta. Todo indica
que la facultad está agitándose o a punto de hacerlo. El reloj marca las 8 y 15
minutos.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><o:p> <br /></o:p></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">IV<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Una nueva
comunicación y si habría que movilizarse. Por ahora, en guardia. Esta noche la
conversa no gira sobre las estrellas y el universo. Esta pareja y los otros que
aguardan, se detienen en los asuntos terrenales.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-Cuando
haya condiciones para hacerlo deberíamos revisar cómo salir al encuentro de la
gente y no quedarnos en esto de ser un grupo de iniciados-atiza Abelardo.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-Es que
cada quien se acostumbra a su condición si no tiene el aliento de los libros o
de los discursos paralelos, distintos, desafiantes, trasnochados. Te quedas en
lo que eres y te jodes -enciende Ana.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Ella se
acuesta sobre un techo que ya va dejando atrás el calor del día y suelta lo que
lleva por dentro: “La política es como la vida. Si no te revisas de verdad te
vas convenciendo de que no alcanzas para más nada. No te abres a otras vidas.
El que es carnicero se queda en eso. El payaso, la enfermera, el guerrillero.
Cada uno se cree el cuento de lo que es y no mira otros horizontes. A estas
colectividades insurgentes les pasa eso”.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-Pero es
que si te abres mucho en política el enemigo te ubica y te cae.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-Eso es lo
que quieren que hagamos, autolimitarnos; que nos quedemos encerrados. Mira esta
vaina, nos reprimen porque primero nos aíslan y nosotros los ayudamos. Somos
tan de vanguardia que nos separamos de los movimientos reales, que sufren y
viven la tierra, la cultura, el deporte y el arte del barrio. Así le
facilitamos el camino. Solo si rompemos con esta burbuja, de ser algo así como
los elegidos, podremos abrir nuevos caminos.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-Vos sois
exagerada. Para un movimiento lo primero es existir y después se va viendo cómo
avanzas.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-Si piensas
así, siempre estarás disminuido y aislado- dice Ana.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-Vos quizás
estáis en lo cierto. Eso debería corregirse. Pero reconoce que somos de
avanzada, con mucha ciencia y consciencia.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-No
exageres. En el verso somos la sal de la vida, en la práctica reproducimos los
males sociales. Fijate tanto machismo que hay. Muchas amigas no participan
tanto porque se las traga la labor doméstica, el cuidado de los hijos, el
mantenimiento de la casa o de las condiciones de existencia. Son demasiadas
vainas. Se replica el viejo truco del padre ausente. Un hombre que tiene
licencia para tener un hijo aquí y otro allá, y poco resuelve en la educación
ni en el apoyo material.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-Ya te
anotaste en la lista de las feministas.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">-Vi una
película y me dejó pensando por días. “El proceso de Juana de Arco”. A una
campesina francesa la encarcelan por hereje y le hacen un juicio. Cuando no le
pueden demostrar nada, el tribunal decide quemarla por bruja. Siempre la mujer
como fuente de pecado y maldad. El hombre va por la libre. Todavía no logramos
dar paso a una cultura de igualdad o por lo menos diferente.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><o:p> <br /></o:p></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">V<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Ana y
Abelardo se acercaron. Detuvieron la respiración, tensos. Se miraron a los
ojos. Era el momento. Se escuchaban pasos rápidos y ruido. Un disparo asustó en
la noche. Después otros dos.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Sobre la
marcha cuenta el instinto y el ánimo que acompañe a casa quien. Por un momento
esperaron. La duda estaba en el ambiente. Cuando él se enteró ella le había tomado
la mano. Al fin reaccionaron. Corrieron hasta la orilla a mirar qué sucedía. La
policía había intentado ingresar a los predios de la facultad pero había tenido
que retroceder, sin orden. Los estudiantes, que eran más en número, los había
repelido con piedras, gritos y decisión. Los desalojaron del terreno y cerraron
las puertas de acceso al estacionamiento y calles internas.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Había
alegría. Cuando el grupo se volvió a reunir en el techo se decidió seguir,
alertas y atentos. Mantenerse arriba, fijar varios puntos de vigilancia por si
acaso lo intentaban de nuevo y rotarse por guardias. Todavía faltaban horas
para amanecer.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Después de
una noche de sobresalto, lo mejor era descansar. “Después de esta noche tienes
algo mío”, susurró Ana.<br /></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%;"><o:p> <br /></o:p></span><o:p> </o:p></span></h3>
Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-68044646366759436422022-12-01T07:06:00.001-08:002022-12-01T07:06:14.410-08:00JULIO ESCALONA, DISIDENCIA Y POLíTICA REBELDE <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiyMOLEJuAjrdFkMo7ODoBK6CFng7hVoJJLH_U9JQf8kIwFAbt7VFyFMYogl2kJIAtQ4TXBpRe4v4JjmpMpzriz8x-Er3oTBtZQaHX9hTohodKnj9URCiew4IZJZqTCKyRGQohEX112q_L6zLYoWlyKIBDdhkBdGxWh_X1TUeN57fGIiADm9CWOyWA/s457/IMG-20200112-WA0005.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><br /></a></div><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">(Orlando Villalobos Finol)</span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEik7RXQnCv2fhzcClqe3-J6c90XikY_x4awQzG-uUFFQ3BX1R7zwiXomQCY8v-Qyu1k60mndYailq_ley1B6sGuxjCRKOCTgndHuGolz1hXYhbJN0nzsWMsovf2nlshXL2V0wWErYlBLgx0mODtlRvkxLxyRDZVbdVClC-JuPD_nHjwZ22LP4g-N_Av/s457/IMG-20200112-WA0005.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="457" data-original-width="300" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEik7RXQnCv2fhzcClqe3-J6c90XikY_x4awQzG-uUFFQ3BX1R7zwiXomQCY8v-Qyu1k60mndYailq_ley1B6sGuxjCRKOCTgndHuGolz1hXYhbJN0nzsWMsovf2nlshXL2V0wWErYlBLgx0mODtlRvkxLxyRDZVbdVClC-JuPD_nHjwZ22LP4g-N_Av/s320/IMG-20200112-WA0005.jpg" width="210" /></a></div><br /><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Julio
Escalona Ojeda es una Venezuela, representa un imaginario, una tendencia que va
más allá de la política y se convierte en llamarada cultural, artística y
poética; en fin, patrimonio inmaterial. Como él otros y otras sembraron patria
y labraron surcos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Más allá de
cualquier reconocimiento, también hay que ponderar que las luchas de ayer
dieron paso a muchos derechos de hoy; que el cambio social es una trama
compleja y difícil, y sigue adelante a pesar de las barreras y sobresaltos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">A lo largo
de varias décadas, la voz de Julio Escalona aparece para preguntar y dudar,
criticar y diferir de políticas y gobiernos. Intenta siempre abrir caminos para
lo contrahegemónico y lo alternativo. Levanta banderas revolucionarias, y ya
esa palabra dice bastante.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">En la
década de los años 50, fue activista contra la dictadura de Pérez Jiménez, en
los 60 fue estudiante de economía en la UCV y dirigente estudiantil, en los 70
da un giro de muchos grados y se lanza con la Liga Socialista, “para la
política abierta y legal, e incursionar en las instituciones burguesas” –en sus
palabras-. En la década de los 80 y 90 participa de experiencias de
organizaciones sociales. A partir de 1984 se incorpora como profesor en la UCV.
Con la victoria electoral de Hugo Chávez en 1998 cambia la política venezolana.
En el periodo 2010-2014 fue nombrado embajador alterno permanente ante la ONU.
Por más de 15 años fue columnista del diario Ultimas Noticias.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Su nombre
está ligado a procesos de lucha por la democracia y el socialismo, por superar
la desigualdad y por “conquistar el cielo por asalto”, una consigna del mayo
francés. Es militante, activista y protagonista de la política venezolana,
tenaz y generoso, polémico y arriesgado. Cosechó victorias y reconoció muchas
veces sus errores y derrotas, como cuando entendió que había sido derrotado el
movimiento insurgente y guerrillero de los años 60. O cuando la izquierda cayó
en la división y en el debate que no iba para ninguna parte.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Navegar sin naufragar<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">La historia
viva registra nombres y episodios, decisiones y omisiones, vidas y pasiones, en
las cuales hallamos enseñanzas y claves para entender los escenarios actuales
y, como dicen los viejos marineros, para navegar sin naufragar. Julio Escalona
es, sin duda, uno de esos nombres o personajes.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Nació en
Valencia, cerca del Campo de Carabobo, el 9 de enero de 1938. De familia
campesina, supo de limitaciones económicas. Acompañaba a su padre José Elías
Escalona, un campesino que se buscaba la vida desde antes del amanecer, en un
tiempo como vendedor ambulante y después como pulpero, en el cruce de la calle
López con la avenida Montes de Oca, en el sur de Valencia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Estudió en
el liceo Pedro Gual, de Valencia. Sus estudios de economía los inició en
octubre de 1956, en la UCV. Vivió en la residencia universitaria, así que desde
temprano supo de reparto de volantes, marchas y proclamas contra la dictadura
de Pérez Jiménez. Promovió la huelga estudiantil universitaria del 21 de
noviembre de 1957 –a partir de entonces el 21 de noviembre se conmemora como el
Día del Estudiante Universitario-. También acompañó la insurgencia militar del
1 de enero de 1958, en Maracay, encabezada por el coronel Hugo Trejo. Estas
acciones sumaron aguas al vendaval que finalmente origina el 23 de enero de
1958, que acaba con la dictadura.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Se graduó
en 1961. Ya para entonces tenía recorrido en la militancia política. Ese año
participó como dirigente juvenil en la fundación del MIR, partido que se
escinde de AD. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">La juventud del MIR<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">A principios de los
años 60 se expresó en los debates que ocurrían en AD. Desde el gobierno ese
partido promueve y ejecuta políticas en favor de los poderosos. </span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Con Rómulo Betancourt en la
presidencia de la república, AD había renunciado a muchas de sus banderas de
justicia social y se amoldó a las políticas delineadas por Estados Unidos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">Después de la
dictadura hay un reacomodo de fuerzas y de clases. Los reclamos y
movilizaciones obreras son reprimidas. Dirigentes como Prieto Figueroa, Paz
Galarraga y Salón Mesa Espinoza conforman en AD, el partido de gobierno, una
corriente intermedia, mediadora, que un tiempo después, en 1967, dio lugar al
MEP. En AD estaba la presencia de una corriente de izquierda que en mayo de
1960 se constituye en el MIR.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">La Juventud del MIR de
la que formó parte Escalona nutre a esa formación política. Entre los
principales dirigentes figuran Domingo Alberto Rangel, Moisés Moleiro y Américo
Martín. Julio Escalona aparece entre los fundadores del MIR.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">En esos primeros años
del 60, fue presidente de la Federación de Centros Universitarios, FCU, de la
UCV, estuvo presente en un Festival Mundial de la Juventud en Viena y hace una
gira en la que visita la URSS (Moscú y Armenia), Hungría, Checoeslovaquia,
Roma, Sicilia y Túnez.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">En 1962 se dictó en su
contra un auto de detención por incitación a la rebelión, acusación que se
utilizaba contra los disidentes políticos. En 1966 se incorpora al movimiento
por la lucha armada, en el oriente del país. Ingresa al Frente Guerrillero
Antonio José de Sucre, como parte de su comandancia. Ya para 1969 redacta el
documento de la Célula Dante, que fija posición en lo se denominó “proceso de
cuestionamiento interno del MIR”. Las ideas allí expuestas se convierten en una
referencia dentro del debate. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoEndnoteText" style="line-height: 115%;"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Las diferencias que ocurren
en el frente guerrillero culminan con su renuncia a la comandancia. “Fue una
manera de decirle a todo el MIR y a su aguerrida juventud, que no compartía las
políticas y los métodos de los demás miembros de la comandancia guerrillera (…)
no eran intocables. Hoy podían ser comandantes y mañana soldados”, anota Juan Medina
Figueredo</span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%;"> (2010. Siglo XXI. Educación y revolución, Valencia, p.
61)</span><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 115%;">.
Anuncia que se quedará como un combatiente. Esa posición se mantiene por poco
tiempo. Los guerrilleros de la juventud del MIR, influidos por Julio Escalona,
y por Jorge Rodríguez en las ciudades, son acusados de fraccionamiento. El
frente guerrillero se divide. Escalona junto a Jorge Rodríguez, Fernando Soto
Rojas y Marcos Gómez, como principales articuladores, funda en 1969 la
Organización de Revolucionarios. </span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">El movimiento
alternativo a la política del sistema finaliza la década del 60 muy debilitado.
No logra una interpretación a cabalidad de lo que sucede después de la
dictadura y experimenta el acoso y represión abierta de una política terrorista
de Estado, que tortura, asesina y deja una larga lista de desaparecidos. Son
tiempos de “guerra fría” y se aplica la doctrina de seguridad nacional, que
lleva el sello del Departamento de Estado. Los gobiernos de AD y Copei
aplicaron una lógica de amigo/enemigo. En esas condiciones cómo conseguir
espacios para la política. Esa reflexión recorre a la izquierda, dada la
imperiosa necesidad de conseguir cauces populares. Escalona y otros proponen
combinar las formas de lucha y de organización; sociales, políticas, abiertas,
legales y políticas. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><b><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">Surge la Liga Socialista<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">Para las elecciones de
1973, desde la izquierda se ensayan políticas electorales diversas. El MAS
postula como candidato presidencial a José Vicente Rangel, quien obtiene el 4.2
por ciento de los votos. El MEP dio un traspiés. Prieto Figueroa en las elecciones
anteriores, en 1978, había cosechado el 20 % de los votos. La lógica indicaba
que debía repetir como candidato, pero se decide cambiar de rumbo y aparece la
opción de Paz Galarraga. Solo consiguió el 5 %. Esta era la izquierda electoral
y parlamentaria. La izquierda radical salía de la derrota y mira hacia
distintas direcciones, en unos casos participar, y en otras mantener el llamado
a la abstención. Julio Escalona, Domingo Alberto Rangel y otros proponen la
ruta del voto nulo, participar criticando, en un intento por estar “allí donde
están las masas”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">La campaña por el voto
nulo se lleva a cabo y se forman comités en algunos pueblos y ciudades. Cabe
anotar que transitoriamente se constituye un Frente Socialista Revolucionario
que incentiva la unificación a partir de una táctica electoral común. La
revista Trimestre Ideológico (</span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">enero-marzo
de 1973. N° 14, Caracas, p. 84-90) </span><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">que
había surgido del Congreso Cultural de Cabimas, dirigida por Pedro Duno, J. R,
Núñez Tenorio y Luis Cipriano Rodríguez publicó un dossier sobre los
pronunciamientos de este Frente. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">Como corolario de la
jornada, ya están echadas las bases para el surgimiento de una organización
legalmente constituida: Liga Socialista. El núcleo fundador lo integran los
cuadros legales Jorge Rodríguez, Carmelo Laborit, Norelkis Mesa, Esther Añez,
Orlando Yajure, Oscar Bataglini y otros. Los dirigentes de la OR permanecen en
la clandestinidad. Todavía no había condiciones para aparecer públicamente.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">Escalona es uno de los
principales redactores de ensayos que fueron muy difundidos en los años 70 y
dieron luz y sustento a organizaciones populares: “¿Votar para qué?”, “La
táctica del voto nulo”, “La abstención
electoral y la necesidad de una táctica revolucionaria”, “CAP moderniza el
capitalismo dependiente”, y “Hay que trabajar sin falta allí donde están las
masas”. Estos trabajos circularon en el formato libro. Sirvieron de sustento
para el trabajo político. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">La Liga Socialista
cumplió una misión: promover la organización popular, recuperar fuerzas, levantar
una opción política distinta. Creció en las principales ciudades venezolanas.
En 1978 se anota la victoria de conseguir la elección como diputado de David
Nieves, quien estaba en la cárcel. Como fortalezas, la política de la Liga
germinó en las universidades, en el trabajo sindical y en los barrios pobres.
En alianza con otros movimientos y partidos de izquierda ganó elecciones
sindicales –en el sindicato siderúrgico de Guayana, en el sindicato eléctrico
de Maracaibo, entre ellos- y en federaciones y centros universitarios. Su
debilidad principal fue el espíritu de secta, que atravesaba a la izquierda.
Proclamó que había que unirse con todo aquel que fuera posible. En los hechos
tuvo vacilaciones para dar ese paso. En 1976 sufrió el duro revés del asesinato
por la policía política del gobierno de su secretario general, Jorge Rodríguez.
Este acontecimiento devela la política represiva del Estado-gobierno.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">El reloj se movió. En
1978 fue electo presidente Luis Herrera Campíns. Se legalizan una serie de dirigentes
políticos que se incorporan a la LS: Julio Escalona, Marcos Gómez, Fernando
Soto Rojas y otros. Pasa a ocupar el rol de secretario general y allí permanece
hasta principios de 1985. En 1983 se consiguió la reelección de David Nieves
como diputado, pero se esperaba más. Hubo timidez en las alianzas electorales,
otra vez el sectarismo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">El debate político y
las tensiones crecen en la Liga. Julio propone el reconocimiento de corrientes
internas y convertir al Comité Nacional en un centro de coordinación de las
propuestas e iniciativas en desarrollo. Eso no se aprueba y renuncia a la
secretaría general. Se retira de la Liga pocos meses después.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><b><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">La ecología del bienestar<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">Desde 1985, se dedica
a la docencia universitaria, en la UCV. Fue profesor, investigador y director
de la Escuela de Economía.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">Siguió adelante
promoviendo otra política. Pone el acento en las organizaciones sociales, en
formas de articulación y coordinación. Organizó el Primer congreso Venezolano
de Tecnología Popular y Primer Encuentro de Soluciones Alternativas, en la
Facultad de Ciencias Forestales de la ULA. En la UCV fue artífice del Congreso
Internacional de los Derechos Humanos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">En esa línea reflexiva
y práctica, en 1991 publica el libro “Hacia una ecología del saber”, con el
respaldo de la UCV y el Conac. En la década de los 90, apoyó, acompañó y
organizó grupos de estudio y de trabajo en Caracas, Maracaibo, Barquisimeto,
Valencia y otras ciudades. Lo hace desde la ecología del bienestar: “con un
tejido cultural diverso y multicolor, ecológico y espiritualista; con su red
comunicacional alternativa y las organizaciones comunitarias y la escuela como
un centro de vida, generadora de aprendizajes a su interior y en la comunidad;
con la agricultura del conuco (huertos familiares, labranza mínima, granjas
integrales, compost, riego por goteo, la recuperación y conservación de
semillas originales y de especies vegetales y animales; la alimentación y la
cocina; la medicina natural y popular, la construcción con viejos materiales
(arquitectura de barro) y nuevos materiales” (Juan Medina, 2010, p. 87).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">En 2010 asume como
embajador alterno en la ONU. Con más posibilidades, difunde con más amplitud su
visión, participando en programas de radio y de televisión. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">Ese año auspicia la
creación de Patria Urgente, una página web para reunir información e interpretación
sobre la situación venezolana.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><b><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">No es lo mismo <o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Además de
los libros ya referidos, anotamos estos tres de su autoría: “Geopolítica de la
liberación. El siglo XXI de Chávez” (2016), editorial El perro y la rana; “La
producción, milagro ecológico. Lo que la economía no comprende” (2020,
editorial Trinchera); y “<a href="http://www.worldcat.org/oclc/1202268127" target="_top"><span style="color: black; text-decoration-line: none;">Puntofijismo y 23 de enero de 1958, la rebelión como
proceso”, editorial El perro y la rana</span></a>.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: Verdana, "sans-serif";">Ha publicado artículos en distintas publicaciones. En
Política Exterior y Soberanía N° 3, de julio-septiembre de 2007, publicó: “Lo
inédito de la revolución venezolana”, donde examina el diálogo entre ciencia,
espiritualidad y filosofía. </span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">Para Julio Escalona, y
para aquellos que defienden con ardor, pasión y convicción sus ideales son
válidas las palabras pronunciadas por Cristina Fernández de Kirchner (17 de
noviembre de 2022. Diario Página 12): "No es lo mismo equivocarse y que
cuando uno se equivoca es la propia vida y el propio cuero el que pone, que los
dirigentes políticos que se equivocan con el dolor del pueblo y la miseria del
pueblo y nunca pagan nada. No es lo mismo tener errores (…) por haber jugado a
un proyecto político que provocar dolor sin hacerse cargo”. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">#PasiónPorElDiscurso<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">#JulioEscalona<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">#Periodismo<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">#PatriaGrande<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal">
</p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; font-family: Verdana, "sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><br /></p>Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-66362069423107375752022-12-01T06:26:00.002-08:002022-12-01T07:08:37.831-08:00LUDOVICO SILVA, LA REVOLUCIÓN TEÓRICA<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggqskidlDhUy3vcrbEa9vhEORxPq3i5r6bxAiUynXblGlfvFIOeKhuybUdy-lwfU_RIkYD3s8-kQt1scla4oe4Yle1PrBjJG8SVlDWKOjCWGPibz7eGdTHzTFy1UgZSEHqdyZ7h8PSTrK4FO1N8kNwJskB0rtAdVJOPL4I42T4tgoOAx2xEzvtxGkU/s448/Ludovico%20Silva.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="448" data-original-width="313" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggqskidlDhUy3vcrbEa9vhEORxPq3i5r6bxAiUynXblGlfvFIOeKhuybUdy-lwfU_RIkYD3s8-kQt1scla4oe4Yle1PrBjJG8SVlDWKOjCWGPibz7eGdTHzTFy1UgZSEHqdyZ7h8PSTrK4FO1N8kNwJskB0rtAdVJOPL4I42T4tgoOAx2xEzvtxGkU/s320/Ludovico%20Silva.jpg" width="224" /></a></div><br /> <span style="font-family: verdana;">(Orlando Villalobos Finol)</span><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;">El 4 de diciembre de 1988 fallece en Caracas, su ciudad natal, Luis José Silva Michelena. Deja su nombre escrito como Ludovico, como le decían estudiantes y amigos cuando fue a estudiar a España. Su fecha de nacimiento es 12 de diciembre de 1937.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;">Estudió filosofía, literatura y filología en España, Francia –La Sorbona- y Alemania, por cuatro años. En 1969 se graduó en la Escuela de Filosofía de la Universidad Central de Venezuela, UCV, donde después fue profesor desde 1970 hasta 1986, cuando se enferma gravemente.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;">Es autor de un clásico, <b>“La plusvalía ideológica” (1970), libro que le ha dado la vuelta al mundo y es influyente en América Latina</b>. En la segunda edición de esta obra, en 1975, dice en el prólogo: “<b>Para un escritor venezolano, eso es algo como pan con miel, o labio con teta, si es que hay alguien que encuentre algo más sabroso. Yo no estoy, a estas alturas, totalmente de acuerdo con este libro. Me parece algo exagerado. Pero bien se decía desde tiempos antiguos que la verdad consistía en una exageración</b>”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"">En ese libro y en el siguiente “</span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-style: italic;">Teoría y práctica de la ideología” (1971) h</span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">ace un desmontaje del recetario funcionalista sobre el mundo de la comunicación y las relaciones de poder que se derivan de las agendas de los discursos mediáticos.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;"><span style="font-family: verdana; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Con sus aportes, y de otros como Armand Mattelard, Héctor Schmucler y Antonio Pasquali, se pasa de centrar el estudio en los efectos –impacto- de los poderosos medios masivos a una lectura desde el pensamiento crítico, estableciendo las consecuencias ideológicas derivadas del consumo compulsivo del discurso mediático.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;"><span style="font-family: verdana; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Ludovico hizo énfasis en la revisión crítica del análisis de Marx, a partir de las categorías de ideología y plusvalía. En una cita conocida de “La plusvalía ideológica” remarca: “<span style="color: black; mso-bidi-font-style: italic;">Podemos pensar que en el taller capitalista de la producción material, la</span> <span style="color: black; mso-bidi-font-style: italic;">plusvalía es un producto específico, mientras que en el taller capitalista de</span> <span style="color: black; mso-bidi-font-style: italic;">producción espiritual, una plusvalía ideológica se produce con el objetivo</span> <span style="color: black; mso-bidi-font-style: italic;">final de fortalecer y enriquecer el capital ideológico del capitalismo para</span> <span style="color: black; mso-bidi-font-style: italic;">proteger y preservar el capital material<i>” </i></span><span style="color: black;">(La plusvalía ideológica, 3ra edición, 1977, p. 190).</span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="color: black; font-family: verdana; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Acuña el constructo intelectual de plusvalía ideológica y caracteriza las consecuencias que ello conlleva, en diálogo con Teodoro Adorno, autor de la Escuela de Frankfurt, quien genera el concepto de industria cultural, que tanto se repite y poco se estudia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;">Publicó una amplia bibliografía que incluye, además, “Sobre el socialismo y los intelectuales” (1979) Ediciones Bárbara; “El estilo literario de Marx” (1971), Editorial Siglo XXI; “Marx y la alienación” (1974) Monte Avila; “Antimanual para uso de marxistas, marxólogos y marxianos (1975) Monte Avila, entre otros.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="color: black; font-family: verdana; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-VE;">De su vertiente poética anotamos tres títulos: “Tenebra” (1964), México, Ediciones del Corno Ilustrado; “In vino veritas” (1977), Contexto; “Cadáveres circunstanciales” (1979), Fundarte.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: black; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-VE;">Finalizamos con las palabras del profesor Nelson Guzmán, sobre Ludovico: “fue </span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-style: italic;">probablemente el filósofo más lúcido de la modernidad en Venezuela; <b>su prosa tiene la peculiaridad de ser pulcra, conversacional y brillante</b>. A</span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: black; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-VE;"> </span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-style: italic;">diferencia del estilo manual de los escritores soviéticos, el estilo académico</span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: black; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-VE;"> </span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-style: italic;">de los marxistas, y la escritura fragmentaria de Althusser, Ludovico recurrió a</span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: black; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-VE;"> </span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-style: italic;">la poesía, a la novela, y a los grandes críticos de la literatura para ilustrar su</span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: black; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-VE;"> </span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-style: italic;">razonamiento</span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="mso-bidi-font-family: "TimesNewRoman\,Italic-Identity-H"; mso-bidi-font-style: italic;">”.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; mso-bidi-font-family: "TimesNewRoman\,Italic-Identity-H"; mso-bidi-font-style: italic;">La obra de Ludovico merece ser visitada y estudiada, para entender las formas ocultas empleadas para la manipulación e imponer el dominio de la irracionalidad capitalista, que empobrece a la mayoría material y espiritualmente.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana; mso-bidi-font-family: "TimesNewRoman\,Italic-Identity-H"; mso-bidi-font-style: italic;">#Periodismo </span><span style="font-family: verdana;">#Literatura</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana; mso-bidi-font-family: "TimesNewRoman\,Italic-Identity-H"; mso-bidi-font-style: italic;">#PasiónPorElDiscurso </span><span style="font-family: verdana;">#LudovicoSilva</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; mso-bidi-font-family: "TimesNewRoman\,Italic-Identity-H"; mso-bidi-font-style: italic;"> </span></p><p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: verdana;"> </span></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><p></p><p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-4680374116648693652022-04-24T13:40:00.001-07:002022-12-01T06:57:44.108-08:00PODERES, SABERES Y QUERERES<h1 style="text-align: center;"><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.4pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: small; font-weight: normal;"><span style="color: #222222;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.4pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: small;"><span style="color: #222222;">Los
textos que aquí se reúnen son el resultado de la fuerza que busca hacerse
sentir para exponer certezas y convicciones<span style="font-weight: normal;">, y al mismo tiempo dudas e
interrogantes. En todo momento, han hecho posible que pueda pensar en voz alta
para conversar y decir. A veces para defender un punto de vista, otras para llamar la atención sobre algo extraordinario, que no debería pasar de
manera inadvertida.</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.4pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: verdana; font-size: medium;">Estas
son historias pequeñas</span><span style="color: #222222; font-family: verdana; font-size: medium; font-weight: normal;">, múltiples miradas, que muestran lo que somos, con sus
pasiones, pequeñas victorias y a veces los dolores.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.4pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: small; font-weight: normal;"><span style="color: #222222;">A
ratos son crónicas de lo cotidiano, que se alejan, lo más que pueden, de los
manuales que codifican el relato hegemónico, conocido, celebrado, que nada con
la corriente a favor.</span><span style="color: #222222;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.4pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: small; font-weight: normal;"><span style="color: #222222;">Estas
son historias que buscan el registro de otras voces, que intentan interpretar
estas cotidianidades cada vez más complejas, y entender lo que nos ocurre, en
lo personal, y como comunidad, como país, como suele decirse.</span><span style="color: #222222;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.4pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: small; font-weight: normal;"><span style="color: #222222;">El
atrevimiento va más allá. Quiere mirar ir más allá de los caminos que
encontramos hechos, de la propaganda que nos repiten, y de las etiquetas
políticas que nos limitan.</span><span style="color: #222222;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.4pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: small; font-weight: normal;"><span style="color: #222222;">Los
textos aquí se autoconvocan y se juntan. Crean y recrean un mundo, que puede
verse como algo aparte, pero que responden a una finalidad precisa: registrar
las horas y las emociones, desde la perspectiva personal e intransferible.</span><span style="color: #222222;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.4pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: small; font-weight: normal;"><span style="color: #222222;">Algo
ha cambiado. Vivimos en tiempos de transiciones aceleradas. Pasamos del reino
del imperio de la tinta y el papel al mundo digital o electrónico. Nuevos mitos
nos acechan.</span><span style="color: #222222;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.4pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: small; font-weight: normal;"><span style="color: #222222;">Unas
supuestas redes sociales dicen que van a sustituir la familia, los camaradas,
los amigos del trabajo, los vecinos y la religión. En realidad son redes
virtuales, una burbuja de ilusión. Allí estás y no estás; te tengo y no tengo.
Pero no es poco lo que ocurre. Estas redes tienen usados, no usuarios. En
Internet creas una ”cuenta”. Este término es el mismo que usan los
bancos cuando tienes que guardar y administrar tu dinero. En Facebook hay dos
conceptos que se trastocan: biografía y amistad. Biografía es la trayectoria de
alguien a través de la vida. Ahora puede ser lo banal que la persona coloca en
un campo que lleva ese título: biografía: “Amanecí sin jabón”, “me mata el calor”,
vanidad de vanidades. El drama está en que si se banaliza tu biografía también
se banaliza tu vida. No se sabe dónde está lo valioso. Lo mismo sucede con el
concepto de amistad. Siempre se le consideró decisivo para el buen vivir. Ahora
es la “acumulación capitalista de contactos y de “me gusta” como signo que
supuestamente vincula”[1]. Abunda el narcicismo y el exhibicionismo. Hay mucho
contacto y nada de comunicación verdadera, aquella que los clásicos entendieron
como el acto de verse, mirarse, conocerse, apoyarse, complementarse y tocarse.</span><span style="color: #222222;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.4pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: small;"><span style="color: #222222;">Esta
era nos obliga a re-pensarnos y re-situarnos para no correr detrás de la
computadora<span style="font-weight: normal;">. Ya sabemos que “</span></span><span style="color: #1d2129; font-weight: normal;">alguien tiene que
sembrar y cosechar arroz mientras otros están navegando en la web”</span><span style="color: #222222; font-weight: normal;">[2]</span><span style="color: #1d2129; font-weight: normal;">.</span><span style="color: #222222; font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.4pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: small; font-weight: normal;"><span style="color: #222222;">Cuando
recorro de nuevo estos textos, para quitarles el polvo del camino, o para sumar
un nuevo sustantivo, concluyo que bastante caso le hice a lo que
recomienda </span>Sully Prudhomme<a name="m_5202101541903917346_m_-464160448757488">[3]</a><span style="color: #222222;">: “</span>Seamos como el pájaro
/ posado por un instante /en una rama frágil /que siente moverse /pero
entretanto canta /porque sabe que tiene alas”. Lo que ha tenido que ser dicho
se ha dicho.</span><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-VE;"><o:p></o:p></span></p></h1><h1 style="text-align: center;"><b><span style="font-family: verdana;">Poderes, saberes y quereres</span></b></h1><div><b><iframe allow="autoplay" height="480" src="https://drive.google.com/file/d/1Tx1NePBVfLdkXtBtXQQwLo1N9frolI8V/preview" width="530"></iframe></b></div><div><b><br /></b></div><div><b><br /></b></div><div style="text-align: center;"><a href="https://drive.google.com/file/d/1Tx1NePBVfLdkXtBtXQQwLo1N9frolI8V/view?usp=sharing" target="_blank"><span style="font-size: large;">Descargar documento</span></a></div>Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-14469283604773922472022-02-24T12:39:00.006-08:002022-02-26T06:48:29.184-08:00EL PODER DE LAS IDEAS<p>(<span style="font-family: verdana;">Orlando Villalobos Finol)</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><b>En el
multígrafo está la explicación de eso que despectivamente llaman el panfleto.</b>
Esa máquina prodigiosa permitía desenmascarar la puesta en escena de las
formalidades del poder, donde las hubiere. No digo que esté en el origen de lo
panfletario pero si en su difusión masiva.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgmJjrT6D2UiePKbvp6dYgRycacza9JQd06iAxwLwUrWAect-agdvNRRZR5SI9FqoAFSGoCvthWZyjjD_pTLGZW-Z1fxgiyoaX7rzB3z-vdr-RWEXsZe-lpuMiq1hzrXyQmsEEZMa_PXst7do-7Shwj5Opi-V-UuIDyoZ67UkMEd9ZbPKVkdchz8weQ=s1003" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1003" data-original-width="633" height="347" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgmJjrT6D2UiePKbvp6dYgRycacza9JQd06iAxwLwUrWAect-agdvNRRZR5SI9FqoAFSGoCvthWZyjjD_pTLGZW-Z1fxgiyoaX7rzB3z-vdr-RWEXsZe-lpuMiq1hzrXyQmsEEZMa_PXst7do-7Shwj5Opi-V-UuIDyoZ67UkMEd9ZbPKVkdchz8weQ=w219-h347" width="219" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal">
</p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Esa fue la fuente de relatos,
publicaciones, periodiquitos o como se le quiera llamar</span></b><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">, que le dio alas al discurso
perturbador que desnudó la expresión cómplice, chapucera y acomodada, que se
pretendía verdad verdadera e inconmovible, desde el poder político o la
plataforma de los medios dominantes y hegemónicos. Nada estaba a salvo del
panfleto, un género vilipendiado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Alí Primera lo dice claro en su
Canción Panfletaria: “Será panfletaria, mi canción no tiene nombre/ pero milito
con ella”.</span></b><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"> De algún
modo buscaba sacudirse el anatema y la descalificación que se le atribuía al
panfleto. ¿Lo habrá logrado? Hoy día es uno de los cantautores venezolanos más
recordados. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">El asunto
es que comunicarse siempre fue una necesidad para decirle al otro de qué van
las horas, el porqué de las injusticias sociales, lo jodido de conseguir un
empleo digno y por qué no tenemos que conformarnos con la frase, que un
compañero del liceo Octavio Hernández, donde estudié el bachillerato, decía que
había escuchado de su abuelo: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Dichoso
aquel que va a ser explotado porque por lo menos tendrá trabajo”.</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Nosotros no
la teníamos fácil. Queríamos mostrar líneas alternativas, evidenciar los
límites del capitalismo, con su secuela de guerras, desigualdad, exclusión y
pobreza material y espiritual; la explotación y agresión contra los bosques,
ríos y fauna, poniendo en peligro las fuentes de agua; denunciar y proponer, para
no conformarnos con ser “servidores de pasado en copa nueva”, según la advertencia
de Silvio Rodríguez. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Para
apoyarnos en el poder movilizador de las ideas teníamos multígrafos y bateas –técnica
de serigrafía-, principalmente. No era lo único, obvio. Nunca hay un solo
camino. Los periódicos, emisoras de radio y televisoras dejaban colar lo distinto
por cuenta gotas, pero eso no era suficiente para la voluntad y el pensamiento
contra… contrahegemónico.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">El multígrafo
era una herramienta poderosa. Permitía imprimir comunicados, volantes y
periódicos que luego se distribuían en empresas, pasillos universitarios,
liceos y mercados. Esos eran los lugares ideales por la concentración de gente.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Era una
labor artesanal y laboriosa. Primero redactar el texto, luego transcribir en
plantillas sensibles –esténciles- que se colocaban en el multígrafo, conseguir
resmas de papel y tinta, lo más costoso, y todavía faltaba la mano de obra que
se dedicara a imprimir, con paciencia, corrigiendo cada vez que se moviera el
esténcil. Era milagroso imprimir 300 o 400 periódicos, que luego se repartían de
mano en mano en las puertas de Sidor, en el mercado Las Pulgas, en el muelle de
La Salina en Cabimas, o en el pasillo de Humanidades o Ingeniería.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Aprendí el oficio de escribir
redactando volantes y panfletos, corrigiendo notas para periodiquitos</span></b><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">, como le decíamos. Había que
rehacerlos, conseguirle orden y concierto, sintaxis y ortografía. Con esas
notas reunidas, hacía la transcripción a las plantillas que iban al multígrafo,
con el cuidado de no equivocarme. Una letra demás o cualquier otro error era
una catástrofe, había que ser muy habilidoso para que aceptara una corrección.
Así fui aprendiendo y sin saberlo era como un editor no declarado, clandestino,
a motu proprio, por cuenta de la militancia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Más difícil
–al menos para mí- resultaba la serigrafía, que nunca terminé por aprender. Esa
técnica, la batea, hacía posible que aquellos movimientos políticos, centros
estudiantiles y sindicatos imprimieran sus afiches. Hubo compañeros que se
hicieron expertos en ese arte y por tanto, en la propaganda. Cástor en Caracas,
aunque procedía de oriente. Para muchas jornadas de propaganda de la Liga
Socialista se hizo imprescindible, porque llegaba con un equipo de panas,
generaba las condiciones mínimas y producía los afiches. Tenía un lema: “Si no
hay cervezas, no hay afiches”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Para la
serigrafía eran necesarios los bastidores en marcos de madera con nuestros
diseños, la emulsión fotosensible, una madera con una tira de caucho para
arrastrar la tinta sobre el bastidor de manera uniforme, la tinta, preparación
previa al estampado y mucha mano de obra y mística, para ir poniendo cada
afiche sobre cuerdas para el secado. Más o menos así hasta conseguir aquella
revelación: los afiches con contenido revolucionario, a un precio alcanzable,
resultado del esfuerzo propio. Eso se hacía porque había militantes y no
empleados. Gente que no alegaba cada dos por tres que estaba en el “lado
correcto de la historia”, así no más por repetir un eslogan. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Multígrafos y bateas, técnicas
vintage, permitieron que aquellos escritos subjetivos y emocionales,
panfletarios pues, le dieran sentido y cauce a las luchas populares, porque
sembraron sentimientos e ideas de cambio</span></b><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">. Casi nada. (Orlando Villalobos Finol/ Ilustración: Enrique Colina).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">#Periodismo
popular.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p><br /><p></p>Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-62898704289560979432022-02-24T12:25:00.002-08:002022-02-24T12:40:30.669-08:00UN PERIODISMO APASIONADO<p><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: verdana;">(Orlando Villalobos Finol*)</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="background: white; color: #333333; font-family: verdana; mso-bidi-font-weight: bold;">El profesor Antonio Pasquali
explicaba en sus libros, y en sus clases, la importancia de <b>distinguir entre
comunicación y medios o aparatos masivos</b>. La comunicación es un asunto de seres
humanos y no de aparatos. El medio en cambio es el “canal artificial”,
“artefacto transportador de mensajes especialmente codificados”. El medio es un
canal de TV, de You Tube, una emisora de radio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg5gVR2WWN03l4xlhHVP94_V0yu4qSogC7C7xhDtbSpoVGuhVgeskfTOklYjr2hy0xVfAazQ6Yfp1gkCLviddOqixhIxkdG8_2pwhGF9TnX31MclwwXIX3YMjQIjcdMky87nZuING5HpieistM5WAtTI8kdhV_CWd6ZV_BP1hbCOdBEl-UocuEe93pY=s1080" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="254" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg5gVR2WWN03l4xlhHVP94_V0yu4qSogC7C7xhDtbSpoVGuhVgeskfTOklYjr2hy0xVfAazQ6Yfp1gkCLviddOqixhIxkdG8_2pwhGF9TnX31MclwwXIX3YMjQIjcdMky87nZuING5HpieistM5WAtTI8kdhV_CWd6ZV_BP1hbCOdBEl-UocuEe93pY=w254-h254" width="254" /></a></div><span style="background: white; color: #333333; font-family: verdana; mso-bidi-font-weight: bold;"><b>Eso vale también para el
periodismo. No es igual periodismo o comunicación que medios.</b> El medio obedece
a la lógica e intereses de la empresa mercantil. Vende noticias, sentido común,
potes de humo. Eso cada vez queda más demostrado con el crecimiento de las
corporaciones mediáticas, que se convierten en un poder hiper concentrado. Al
periodismo se le puede exigir una ética, a los medios también pero en su caso
es un debate con empresas y corporaciones, a veces transnacionales y distantes.</span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="background: white; color: #333333; font-family: verdana; mso-bidi-font-weight: bold;">Todo eso hay que actualizarlo ahora
en esta era de cambios tecnológicos acelerados. Hay quienes muestran el
fantasma del periodismo artificial y de un modelo de periodismo sin humanos,
dominado por algoritmos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: #333333; mso-bidi-font-weight: bold;"><b>Ese periodismo sin humanos ya
existe, con noticias redactadas y leidas, para la televisión, por robots. Si
como no, existe, pero no es igual.</b> Los algoritmos </span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: #191919;">no
analizan, ni interpretan, solo ordenan datos. No le ponen sabor a las horas. No
hablan con fuentes, ni buscan testimonios, ni se asustan, ni se conmueven.
Hacen lo que alguien programa.</span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: #333333; mso-bidi-font-weight: bold;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="background: white; color: #333333; font-family: verdana; mso-bidi-font-weight: bold;"><b>Ese periodismo artificial está
hecho a la carta, produce las noticias que el sistema y el big data permiten,
pero no aquellas que hacen tambalear a los poderes de facto, como el de las
transnacionales.</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: #333333; mso-bidi-font-weight: bold;">El periodismo bien hecho se nutre
de testimonios y convicciones; con pasión y sin perder la brújula, como lo
cuenta Isabel Allende:</span><span face=""Verdana","sans-serif"">
“Esto es lo que necesito para los personajes de mis libros: un corazón
apasionado. Necesito inconformistas, disidentes, aventureros, forasteros y
rebeldes, que hacen preguntas, tuercen las reglas y toman riesgos”.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif""><span style="font-family: verdana;">*Periodista/
profesor de la Escuela de Comunicación Social, Universidad del Zulia/ Ilustración: Veruska Cavallaro.</span></span></p>
<p class="MsoNormal"></p><span face=""Verdana","sans-serif""><o:p> </o:p></span><p></p>Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-37112048719197764762022-02-24T12:17:00.003-08:002022-02-24T12:19:27.115-08:00NUESTRO CINE<p><span style="font-family: verdana;">(Orlando Villalobos Finol) </span></p><p><span style="font-family: verdana;">En un “<b>Un
lugar en el mundo</b>” (1992) de Adolfo Aristarain, dice un personaje (Cecilia
Roth): “Yo extraño más a Madrid que a Buenos Aires. Fuimos muy felices allí. No
sé por qué carajo nos vinimos”. Federico Luppi, le replica con su apego a la
tierra: “Nos vinimos porque nunca nos fuimos. Teníamos que volver, no había
otra”.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;">Es el cine
nuestro latinoamericano que registra la mala hora, la desigualdad social y
política; la hazaña del que supera las dificultades y la épica del que abre
caminos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;">Son las
películas, hechas a pulso y convicción, que había que hacer y mostrar. Más por
amor al arte que por obligación. Las que después rodaron por cines clubes,
pasillos y auditorios universitarios, sindicatos y barrios con cines
destartalados, como en el que yo vi la primera película. El techo eran las
estrellas y si llovía se suspendía la función.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 9.0pt;"><span style="color: #202124;"><span style="font-family: verdana;">“Fue en ese cine, ¿te acuerdas?/ En una mañana al este del Edén/<br />
James Dean tiraba piedras/ A una Casablanca, entonces, te besé.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 9.0pt;"><span style="color: #202124;"><span style="font-family: verdana;">Aquella fue la primera vez/ Tus labios parecían de papel/ Y a la salida,
en la puerta/ Nos pidió un triste inspector nuestros carnets”, dice Luis
Eduardo Aute como homenaje al cine.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;">En “<b>La
Patagonia rebelde</b>” (1974), de Héctor Olivera, se relata la masacre de
campesinos y obreros que buscaron salir de la desgracia y mejorar la vida. En
“<b>La lengua de las mariposas</b>” (1999), de José Luis Cuerda, en pleno golpe de
Estado español –lo que la liturgia oficial consagra como la guerra civil- el
fanatismo hace de las suyas y liquida al maestro del pueblo, un republicano
encarnado por Fernando Fernán Gómez.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;">“<b>Caín
adolescente</b>” (1959), de Román Chalbaud, es un torbellino de bajas pasiones,
miseria y corrupción que atrapa y excluye a muchos; es la lucha entre la
inocencia y la perversidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;">En
“<b>Pademonium, la capital del infierno</b>” (1997), otra de Chalbaud, se narra lo
grotesco y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el desbordamiento marginal en
la sociedad venezolana. En “Libertarias” (1996), de Vicente Aranda, un grupo de
milicianas anarquistas defienden ideas feministas, en medio del combate contra
el franquismo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;">En “<b>Caño
Mánamo</b>” (1983), de Carlos Azpúrua, el mito del desarrollo queda al descubierto.
<span style="color: black;">Cerraron ese caño, en el Delta del Orinoco venezolano, para
someter la naturaleza con la promesa de convertir el delta en un granero, y de
paso a Guayana, “en la clave del desarrollo de Venezuela”, y aquello devino en
la catástrofe de una mortandad de indígenas warao y la destrucción ambiental en
la zona.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">El profesor Benito Díaz organizó un encuentro con maestros y
gente de la comunidad en el núcleo de la ULA, en Boconó, y me propuso que
llevara unas líneas. Pasé varios días dándole vueltas al asunto, hasta que lo
tuve claro: Caño Mánamo, que mejor. En el Centro Audiovisual de Humanidades
conseguí una copia en BHS, un formato en desuso que había que copiar como
video. Cómo nos costó. Cuando la vimos nos conmovió.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;">“<b>La ley de
Herodes</b>” (1999), de Luis Estrada, muestra como un funcionario sin historia, ni
formación, es escogido a dedo por el partido para convertirse en el presidente
municipal, algo así como un alcalde, y allí hace de la corrupción la práctica
cotidiana. “Te tocó La Ley de Herodes, o te chingas o te jodes”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;">En “<b>Los
olvidados</b>” (1950), del estelar Luis Buñuel, aparece la vida criminal y violenta
de adolescentes y jóvenes que viven en la marginalidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;">Estas
películas -y tantas otras de nuestras pasiones- ofrecen marcos de
interpretación de los que nos toca vivir; dejan al descubierto los mitos y leyendas
que el cine predominante y hegemónico exhibe, como parte de la comunicación que
viene principalmente de Hollywood, para colonizarlos y desencaminarnos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="color: #202124;"><span style="font-family: verdana;">#Cine.</span></span><span style="color: black; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></p>Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-66303079250013280252022-02-24T11:34:00.001-08:002022-02-24T11:36:39.260-08:00AMORES Y DESAMORES<p><span face="Verdana, "sans-serif"" style="font-family: verdana;">(Orlando Villalobos Finol)</span></p><p><span face="Verdana, "sans-serif"" style="font-family: verdana;"><b>La mejor
historia de amor que escribió García Márquez cuenta los amoríos entre Fermina
Daza y Florentino Ariza,</b> “El amor en los tiempos del cólera” (1985). Desde muy
jóvenes se quisieron pero no pudieron consumar sus deseos. La vida se les
atravesó en el camino. A Fermina se la llevaron para un pueblo distante y se
terminó casando con otro. 50 años después Florentino supo que había quedado
viuda y volvió para amarla, ahora sin impedimentos. Fue un gran amor que deja
una enseñanza. <b>Los grandes amores son otros, los que se cultivan y disfrutan
desde la amistad y la corazonada.</b> Solo con la pasión desbordada no alcanza.
Poco a poco se va aprendiendo que la clave no está en el deslumbramiento.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"">En “Amores
Perros” (2000), película mexicana de <span style="background: white; color: #404040;">Alejandro González Iñárritu, se expone una versión contraria, terrible e
indeseable. Se mezclan los perros y los amores, en historias que se van
cruzando, entretejiendo. </span></span><span face=""Helvetica","sans-serif"" style="background: white; color: #404040;">Octavio está enamorado de la mujer de su
hermano Ramiro. El Chivo es un delincuente que vive como un mendigo después de
abandonar a su esposa Maru. Daniel vive con una modelo, Valeria, quien pierde
una pierna en un accidente y vive desesperada por rescatar a su perro. En la
historia, los perros aparecen como parte de una trama de apuestas ilegales,
delito y maltrato animal.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: #404040; font-family: verdana;">El film se aproxima a un mundo de urgencias y tormentas
cotidianas. Nada es como debiera. <b>Se vive al día, sin valores, ni proyectos.
Toda utopía está cancelada. Revela como muchas veces se vive,</b> aunque no se
tenga idea, ni conciencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: #404040;">Dice el refrán, </span><span face=""Helvetica","sans-serif"" style="background: white; color: #404040;">que cada perro es reflejo de su amo. </span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: #404040;">Es
obvio que la película no propone un final feliz. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: #404040; font-family: verdana;">En García Márquez hay ilusión. “Amores perros” devela la
locura e irracionalidad que andan sueltas. </span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: verdana;"> </span></o:p></p>Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-34430254546069119692022-01-21T03:34:00.004-08:002022-01-21T03:41:39.418-08:00Mambrú, el teatro del milagro<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">(Orlando Villalobos Finol) <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">En Cien Años de Soledad dice Melquíades que
“<em><span face=""Verdana","sans-serif"" style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">Las cosas, tienen vida propia, todo es cuestión
de despertarles el ánima</span></em>”.</b> Romer Urdaneta, conocedor de la
piedra filosofal que convierte el teatro en magia, siempre lo supo: “El acto de
crear está en servir de puente para la transformación del objeto. De allí la
belleza del arte. Desde que nacemos empezamos a animar el mundo tocando y
buscando. En nuestro caso se trata de tocar el alma de los objetos, conversando
con ellos, recreándolos”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-themecolor: text1;">Mambrú es sinónimo de títeres, circo, teatro, cultura. Pero
es mucho más. Es la demostración de algo difícil de creer: el que resiste gana.
Esta es la gente que se salió del rebaño y, sin temor, sembró vientos y cosechó
tempestades de cambio. Es un verdadero patrimonio cultural inmaterial. Si ya lo
leíste, no se lo digas a nadie, porque ya el rumor anda suelto</span></b><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-themecolor: text1;">.</span></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjN7Aw6qpXrAWaWmf-8QS_cXNVTVHDboEfNAJJ2w8TTZuKC9PMzs4mHP6piuVy87fvwIAzLoz8Zx31h7Nq_Bo1wj-ogYYiTDELa2vNdAdOQ_UyIz3bcugkr4fAYQUHVbgfbJ53LCQKn02enuR2qZ7MOMfeTPyUczaCiB43xkTJhc6u0T9AEhFOWCTBP=s607" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="607" data-original-width="607" height="201" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjN7Aw6qpXrAWaWmf-8QS_cXNVTVHDboEfNAJJ2w8TTZuKC9PMzs4mHP6piuVy87fvwIAzLoz8Zx31h7Nq_Bo1wj-ogYYiTDELa2vNdAdOQ_UyIz3bcugkr4fAYQUHVbgfbJ53LCQKn02enuR2qZ7MOMfeTPyUczaCiB43xkTJhc6u0T9AEhFOWCTBP=w201-h201" width="201" /></a></div><span face="Verdana, sans-serif"><br /></span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-themecolor: text1;"><o:p></o:p></span><p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-themecolor: text1;"></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-themecolor: text1;">Romer Urdaneta está en la sede de
Mambrú, en la avenida Urdaneta, en la esquina con la calle Colón, edificio Don
Corleone, local 6, a una cuadra del bar Palmarejo. Desde allí suelta esta
crónica del arte maracaibero: “Desde el principio nos empeñamos en hacer </span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: black; mso-themecolor: text1;">un
teatro de títeres que no se quedara en el muñeco, sino que fuera al encuentro
de la gente. Empezamos a experimentar para darle vida a objetos y a la
comunidad, como parte de la metáfora que queríamos practicar. Con ese propósito
hemos emprendido nuestros proyectos”</span><span style="color: black; mso-themecolor: text1;">.</span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-themecolor: text1;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">-Cuando nacimos nos preguntaban dónde
están sus títeres y yo les decía, mira las varas, las taparas, telas, las
máscaras. Con eso aprendimos a contar historias. Eran títeres de varilla que se
tornaban lápices para dibujar en la tela, animar y contar. Esa es la esencia
del teatro de títeres. El primer títere que usamos era un muñeco de guante. Se
transformaba en ser humano. Si, de guante, con limitaciones, sin embargo, hacíamos
los muñecos y contábamos historias. Decíamos: “Por aquí pasó un pájaro de
colores. Yo voy a pintar mi casa así, de amarillo, azul y rojo”. Hacíamos
desaparecer al muñeco en las telas. Buscábamos la magia de la comunicación para
llegarle a niños y adultos, para que cada quien se encontrara.</span></p><p></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiwxOOdIF_UCqDUczv2iIVWZfWWp78dRxW2ks4AjEDBu2azp-4oUwQnGTUPvY9mVzi0GNrzMxDtBzRTSN8zyrHrFlN1iIi79cIHU_uSb8daFzEtYr3lWaXy5PALCK7szpYVBNyDCqw_hJn2sivZC1psQ6Q81TXxLw1Z7rBCkHM6wDIinbrYuo16KwqW=s1080" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="579" data-original-width="1080" height="208" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiwxOOdIF_UCqDUczv2iIVWZfWWp78dRxW2ks4AjEDBu2azp-4oUwQnGTUPvY9mVzi0GNrzMxDtBzRTSN8zyrHrFlN1iIi79cIHU_uSb8daFzEtYr3lWaXy5PALCK7szpYVBNyDCqw_hJn2sivZC1psQ6Q81TXxLw1Z7rBCkHM6wDIinbrYuo16KwqW=w387-h208" width="387" /></a></div><br /><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-themecolor: text1;"><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">Qué dolor, qué pena<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">El teatro de Mambrú es una
historia que comenzó hace 49 años, un 24 de junio, fecha patria de la Batalla
de Carabobo. Romer lo va contando: “Veníamos del grupo Colorín, de un
aprendizaje con Sol Sosa y Luis Carrero, maestros que nos dieron el impulso y
nos mostraron las rutas del arte”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">El grupo comenzó a reunirse
y formarse en una sede del MAS en Santa Lucía, que habían logrado convertir en
una casa de cultura. “La llenábamos de vida, allí hacíamos unos títeres a
partir de la vida diaria. Empezamos con la obra “El zapato contra la cucaracha”.
En nuestras actuaciones el público no estaba ausente; debatía sobre el destino
de aquellos personajes; reaccionaban y decían qué hacer”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: verdana;">La cultura dominante impone una
forma de ser. La gente de Mambrú lo sabe y busca generar cambios. ¿Cómo? No se
queda en echar el cuento. Desde la irreverencia cosecha las transformaciones.
Va sumando con los zancos, los títeres, los malabares y las acrobacias
escénicas. Fue contando historias cuando parecía que el circo era solo mostrar habilidades.
Es una referencia para los artistas jóvenes. Lo dicen Mandarina Urdaneta y
otros que reconocen los caminos abiertos por Mambrú.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-themecolor: text1;">La poesía de la propuesta comienza
por el nombre: Mambrú. </span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: black; mso-bidi-font-family: Arial; mso-themecolor: text1;">Es la canción
infantil que no ha parado de proyectarse. “Mambrú se fue a la guerra</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: black; mso-themecolor: text1;"> <span style="background: rgb(247, 247, 247);">qué dolor, qué dolor, qué pena”.</span></span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: black; mso-bidi-font-family: Arial; mso-themecolor: text1;"> <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: black; mso-bidi-font-family: Arial; mso-themecolor: text1;">Cuenta la leyenda
que la canción la echaron a rodar los franceses cuando a principios del siglo
XVIII perdieron una batalla contra los británicos, sin embargo, pensaron que
habían aniquilado a uno de sus enemigos, el duque de Marlborough, </span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: black;">John Churchill</span><span style="color: black; font-size: 13pt; line-height: 115%;">,
</span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: black; mso-bidi-font-family: Arial; mso-themecolor: text1;">nombre que llegó a nuestras costas como
Mambrú, más fácil de pronunciar. La argentina María Elena Walsh contribuyó a
popularizar esta canción en las décadas de 1960 y 1970. Además, compuso “La canción
del estornudo” dedicada a este personaje.</span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-themecolor: text1;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-themecolor: text1;">El Mambrú de Maracaibo,
sigue aquí, pacifista, una escuela del espectáculo al aire libre en la que se
han formado generaciones de artistas.<o:p></o:p></span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-themecolor: text1;">-¿Qué se aprende en Mambrú?.<o:p></o:p></span></b></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-themecolor: text1;">-Aquí se forman </span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">seres humanos. Nos han
acompañado verdaderos artistas pero sobre todo ciudadanos sensibles,
conscientes, con capacidad para cambiar <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el mundo en el que viven.<o:p></o:p></span></span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">-¿De quiénes estamos hablando?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-themecolor: text1;">Ana Torre, alma y figura de
Mambrú; Alexis Blanco, Luis Pérez, Carlos Valbuena, Pedro Leidenz, Wolfgang
Viloria, Alvaro Silva, Tina Blanco, Eikaris Calmon, Sonrisa Coral y muchos más.
Cada uno de ellos sigue activo en su quehacer. </span><span face=""Verdana","sans-serif"">El artista tiene una inspiración. Quienes han pasado
por Mambrú se han lanzado a la búsqueda de nuevos lenguajes y al hallazgo de
las expresiones culturales propias y ajenas.<span style="background: white; color: black; mso-themecolor: text1;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">-¿Cuál es la fórmula mágica?<o:p></o:p></span></b></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">-Como primera lectura
observar al público, nuestra aldea. En nuestro caso, nuestra sociedad inmediata
que es Maracaibo, con su forma de ser y su identidad. Así lo hicimos desde el
principio. Captamos situaciones y ponemos empeño en transformarlas. Es la
dramaturgia del actor. Nos preparamos y salimos a la batalla. Rompemos la forma
convencional de relacionarse con el público. Lo nuestro es buscar y sorprender.
Así nos empezó a gustar el escenario de la calle. La experiencia de “La vida es
sueño” que vivimos en el barrio Los Pescadores nos marcó mucho. Hoy día
conseguimos a quienes allí participaron y agradecen lo que aprendieron.<o:p></o:p></span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-themecolor: text1;">El cielo es una carpa</span></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-themecolor: text1;"><o:p></o:p></span></b></span></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">-¿Cuál ha sido el la relación de ustedes con otras
agrupaciones?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">-Pudimos vincularnos con
otras experiencias. Llegamos a un acuerdo con un grupo de Yaracuy, con Germán
Ramos; con los Niños Creadores de Lara, con Aveprote para crear el circo
social. Siempre hemos asumido que somos parte de un movimiento. La obra de
Mambrú: “El cielo es una carpa”, creó las vías para juntarnos con otros grupos.
Mostramos nuestros conocimientos y formas para conseguir el equilibrio. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">-¿Qué resaltas de los proyectos?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">-Inicié un proyecto que se
llamó Hermanos de Norte a Sur muy complementario con las ideas de Luis Pérez y
Carlos Valbuena. Nos asomamos a la antropología del teatro, de Eugenio Barba, a
quien estudiamos después para saber sobre el conocimiento escénico del actor. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">Otra iniciativa fue el
proyecto Dermis, con se propuso un acercamiento al teatro, a través del traje,
"como me visto actúo". <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Asumimos
el vestuario como piel o vestimenta para cubrirnos; lo llevamos al plano de la
indagación interior para develar insólitas expresividades”, explica Romer.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">Mambrú no se ha detenido. Prosigue
reuniendo a los niños de la Calle Carabobo, haciéndolos partícipes del encanto
lúdico. Ellos van sumándose y descubriendo la memoria de la ciudad, los
personajes, el casco histórico, la tradición oral, el patrimonio material. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">En palabras de Ana Torres:
“Somos la mirada de otro teatro. No es un teatro común, no asumimos la memoria
como un caletre; hacemos introspección y búsqueda ancestral”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">La investigación sobre el arte indígena<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">-Romer, Mambrú tiene una relación con el mundo indígena
que lo ha expresado en obras.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">-“Kai Kashi (sol y luna)”
fue un maravilloso momento y así otras obras. “El Conejo y el Papurite”, “Carray
el Alcaraván”, “Ojecma” y “Pulowi”, que es una recuperación de cuentos de Abya
Yala. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">-¿Qué han encontrado en esa narrativa?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">-No hay animación del alma
sin atender esa herencia ancestral que tenemos, porque las comunidades
indígenas tienen en su imaginario colectivo la idea de animar el objeto. Esa
presencia la encontramos en el chinchorro, las hamacas, la construcción de
paredes de cardones, que son como aire acondicionado y mosquitero a la vez.
Allí está la narrativa mitológica y las leyendas que nos dan bases y
fundamentos de vida. Hay gente que dice indianidad, yo diría que de nuestros
ancestros o antepasados recientes heredamos la habilidad de los equilibrios
vitales. Tiene mucho sentido evocar esos orígenes para reencontrarnos con
nuestras potencialidades y espiritualidades.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">El teatro en la escuela<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-themecolor: text1;">En su trayectoria, Mambrú
suma la experiencia del trabajo con estudiantes y maestros, mediante convenios
con la Zona Educativa Zulia. Allí se encontraron, o tropezaron, con la escuela
formal. Añade Romer: “Con muchos docentes fuimos críticos de la idea de la dramatización.
Está bien que se use como estrategia de aprendizaje, pero es clave que se
acompañe con la escenificación pedagógica. Encontré esa alternativa como
resultado de mis vínculos y orientaciones con </span><span face=""Verdana","sans-serif"">los docentes</span>. <span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-themecolor: text1;">Hay drama y también comedia.
Quedarse en la dramatización recorta las posibilidades de expresarse y de
sentir. Ese es un punto crítico”.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">Expone que el teatro en la
escuela puede ayudar a generar creatividad, iniciativa, pero siempre y cuando
se le dé el espacio que merece. “El teatro como algo vital, no como algo
complementario”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoHeader" style="line-height: 115%;"><span style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;"><o:p> </o:p></span></p><br /></span><p></p>Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-6608115068211538362021-12-21T03:50:00.001-08:002021-12-21T03:50:52.088-08:00La lógica del yo<div style="line-height: normal; text-align: left; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: verdana;">(Orlando Villalobos Finol)</span></div><div style="line-height: normal; text-align: left; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></div><div style="line-height: normal; text-align: left; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span><span style="font-family: verdana;"><span style="background-color: white;">La explicación de Byung Chul Han sobre las consecuencias de
la digitalización apunta a que ya vivimos en un mundo de divulgación
informativa, ahistórico, numérico, de algoritmos. Tienes el dato pero no el
contexto, ni los antecedentes, ni la interpretación. Te informas, con un
milímetro de profundidad. Así se produce un giro en el comportamiento humano:
prevalece el yo frente al nosotros… cada quien se conforma con su burbuja, replica
y reenvía, sin verificar noticias falsas. El pensamiento crítico queda borrado.<br /></span></span><span style="font-family: verdana;">Hay más
individualismo. La juventud actual es más egocéntrica que la de hace varias
décadas, dice Howard Gardner, en La Generación App. Este es el resultado de que
se genere una identidad con orientación externa, hacia afuera. No se cultiva la
vida interior, lo que a veces llamamos el espíritu.<br /></span><span style="background: white; color: black;"><span style="font-family: verdana;">Dice Chul Han, en su libro “No-cosas. Quiebras del mundo de
hoy”: “hoy corremos detrás de la información sin alcanzar un saber. Tomamos
nota de todo sin obtener un conocimiento. Viajamos a todas partes sin adquirir
una experiencia”. Nos hacemos un selfie y ni lo guardamos. Antes atesorábamos
una foto.<br /></span></span><span style="background: white; color: black;"><span style="font-family: verdana;">Eso es justamente lo que hace falta para que surjan
expresiones neoliberales, que quieren hacer pasar el contrabando de la desigualdad
social, personajes siniestros como Bolsonaro, en Brasil, o para que pueda ser
electo un gobernador que asaltó una empresa del Estado venezolano y la arruinó,
con la complicidad de factores extranjeros, el caso Monómeros. Luego el
electorado ni lo piensa y le da carta de impunidad.<br /></span></span><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">Olga Tokarczuk dejó dicho en su
discurso de recibimiento del Nobel en literatura, en 2019, que “</span><span style="color: #303030;">el
mundo es un tejido que tejemos diariamente en los grandes telares de
informaciones, debates, películas, libros, chismes, pequeñas anécdotas. Hoy, el
alcance de estos telares es enorme: gracias a Internet”.<br /><o:p></o:p></span></span><span style="font-family: verdana;"><span style="background: white; color: black;">Al principio, sobre las redes electrónicas, sociotécnicas, ¿sociales?,
prevaleció la idea de que pudieran generar más democracia y convivencia. Poco
tiempo después nos encontramos con algo diferente, cada persona se cree un
universo. Olga es muy clara: </span><span style="border: 1pt none windowtext; color: #303030; padding: 0cm;">“Vivimos en
una realidad de narraciones polifónicas en primera persona, y nos encontramos
rodeados por ese ruido polifónico”.</span><span style="color: #303030;"> <br /><o:p></o:p></span></span><span style="font-family: verdana;"><span style="background: white; color: black;">Narrar y ver el mundo en primera persona es “</span><span style="color: #303030;">ser
consciente de ti mismo y de tu destino”, bien, sin embargo -sigue Olga- </span><span style="background: white; color: black;">“</span><span style="border: 1pt none windowtext; color: #303030; padding: 0cm;">también significa construir una oposición entre el
yo y el mundo, y esa oposición puede ser alienante a veces”. Es la lógica del
yo. Ella habla de</span><span style="color: #303030;"> “un coro compuesto solo por solistas,
voces compitiendo por llamar la atención”. Las redes pues.<br /><o:p></o:p></span></span><span style="color: #303030;"><span style="font-family: verdana;">¿Cómo dar cuenta de esta época? ¿Cómo dejar de ser
solo consumidores de datos? Olga advierte que “nos falta el lenguaje, nos
faltan los puntos de vista, las metáforas, los mitos, las nuevas fábulas y las
parábolas”, que permitan intentar conseguir las explicaciones que necesitamos…
porque paso a paso se van configurando sociedades desiguales, que naturalizan
injusticias y discriminaciones.<br /></span></span><span style="font-family: verdana;"><span style="color: #303030;">Solo con información no llegamos lejos. También es
preciso que surja un periodismo interpretativo y con memoria, con identidad y
otra palabra mágica: ética. </span>De
acuerdo con los parámetros del mejor periodismo, para interpretar un
acontecimiento, es preciso revisar seis dimensiones<span style="color: black;">:
historia, alcance, causas, impacto, contracorriente, y futuro. A partir de allí
podemos aproximarnos a sus explicaciones profundas.<br /> <o:p></o:p></span></span><span style="font-family: verdana;"><span style="color: #303030;">“La vida es creada por los acontecimientos, pero
solo cuando somos capaces de interpretarlos, tratamos de entenderlos y de
darles un significado, se transforman en experiencia”, dice Olga. Es eso lo que
necesitamos.<br /></span></span><span style="font-family: verdana;">No es
suficiente, no alcanza con contar la vida cotidiana y sumarnos al reino de la
banalidad. Las palabras son necesarias, también tener disposición para entender
e interpretar el mundo que nos toca vivir. </span><o:p><span style="font-family: verdana;"><br /></span></o:p><o:p><span style="font-family: verdana;"> <br /></span></o:p><o:p><span style="font-family: verdana;"> </span></o:p></div>
Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-41156246581571690012021-12-21T03:47:00.002-08:002021-12-21T03:47:12.088-08:00Para no conformarnos con los resultados electorale<p><br /></p>
<p class="MsoNormal"><span style="color: black; letter-spacing: -0.75pt;"><span style="font-family: verdana;">(Orlando Villalobos Finol)<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="color: black; letter-spacing: -0.75pt;"><span style="font-family: verdana;">I<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="color: black; letter-spacing: -0.75pt;"><span style="font-family: verdana;">Es aterrador el testimonio de Luis Barreto, de la
comunitaria Explosión 88.7, de Santa Bárbara de Barinas. Contó que una vez
consumada la victoria del candidato conservador a la Alcaldía, el propio
alcalde electo, junto a más de 60 personas, en tres camionetas, se presentaron
en su modesta casa, en plan agresivo. De facto, silenciaron la radio. Cortaron
los cables, rompieron el medidor de electricidad, golpeaban la puerta y le
gritaban que saliera. En vista de que no cesaban, le dijo a su compañera: “Vienen
por mí y voy a salir”. Por fortuna este ataque brutal no finalizó en tragedia y
Barreto pudo echar el cuento.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; letter-spacing: -0.75pt;">En Mérida otras dos comunitarias fueron atacadas y
sus promotores amenazados, después del domingo de las elecciones,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="background: white; color: black;">en
los municipios Arzobispo Chacón y Andrés Bello, </span><span style="background: white; color: black;">La Azulita 107.3 FM entre éstas.</span><span style="background: white; color: black;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><span style="background: white; color: black;">Llegamos a esas
elecciones de noviembre después de muchas conversaciones y diálogos, para
reencauzar la ruta electoral e institucional. Tantas negociaciones abrieron el
horizonte a una reconfiguración que tuvo muchas expresiones: </span>El organismo electoral –CNE- es
plural, con una composición de 3 a 2. Nadie allí hace el papel de ingenuo. Esos
dos son activistas/ dirigentes de la oposición. Se produjo el retorno a la vía
electoral de grupos de derecha, promotores hasta hace poco de agresiones contra
el país –las “sanciones” unilaterales- y de acciones violentas –las guarimbas-.
Para las elecciones vinieron la Unión Europea, un equipo de la ONU, el Centro
Carter y más observadores. Faltó la OEA pero… recordemos que cuando este
organismo acompañó unas elecciones en Bolivia, en 2019, después convalidó un
golpe de Estado. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;">¿Dónde está
esa reconfiguración si grupos de derecha cuando ganan se lanzan en plan de
arrase, desconociendo al otro, como parte de un esquema prepolítico
amigo/enemigo? En lugar de una oposición democrática sobresale el germen
fascista de la revancha y el odio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;">II<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;">Seis de
cada 10 venezolanos se abstuvieron en las elecciones regionales del 21 de
noviembre. El dato confirma una tendencia. Aquí, al igual que en otros países,
se evidencia la desafección y la pérdida de interés por la política.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;">Fijémonos
en estas cifras. En las presidenciales de 1958 la abstención fue de 6.58 y a
partir de allí comenzó a crecer. Así encontramos que en 1978 subió a 12.43, en
1988 a 18.1 y en 1993: 39.84. En 1998, cuando gana Chávez, por primera vez,
baja levemente a 36.54. En 2000 vuelve a subir a 43.69. Así hasta hoy. Las
presidenciales de 2018 registraron 53.3 de ausentismo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;">Se mira más
hacia otros problemas derivados de la situación económica y la inseguridad. Se
reduce la disposición a votar, ¿Por qué se deja en manos de otros esa decisión?
¿Se piensa que la política no cambiará nada? Incluso un estudio de
Latinobarémetro, de 2018, reconoce que crece la desconfianza por la política y el
modelo de “democracia” de por estos lados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="background: white; color: black;"><span style="font-family: verdana;">Dejemos dicho que para
el proyecto de cambio social que no haya interés por lo público y ciudadano se
convierte en un obstáculo; que haya pereza por el debate y la evaluación de
quienes aplican políticas que benefician a los poderosos es un hándicap en
contra. Así cuesta más que se identifique a los dueños del capital, a quienes
lo someten al colonialismo. Así la lucha de clases se hace más opaca,
justamente lo que conviene a quienes se comportan como los propietarios de todo
esto; el llamado status quo, según la frase acomodada.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="background: white; color: black;"><span style="font-family: verdana;">III <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="background: white; color: black;"><span style="font-family: verdana;">El chavismo ganó las
elecciones regionales, del 21 de noviembre. Se queda con 20 triunfos de 23
(todavía falta por decidirse Barinas). Si lo revisas fríamente es mucho. Son 4
de cada 5 gobernaciones en disputa y 2 de cada 3 alcaldías.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="background: white; color: black;"><span style="font-family: verdana;">El resultado, no
obstante, merece ser ponderado. La votación global del chavismo disminuyó y eso
se refleja en las más de 100 alcaldías que le quedan a la oposición derechista.
Sigue siendo la primera fuerza política pero se nota agotamiento. ¿Perdió
eficacia su mensaje/ discurso revolucionario? ¿Es cada vez más notoria la
contradicción entre lo que dicen dirigentes y altos funcionarios, y la práctica
de ventajas crematísticas, consumo, ostentación de poder y uso de camionetas
que hacen?. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="color: black; letter-spacing: 0.1pt;"><span style="font-family: verdana;">Cabe revisar cada política promovida. Hay casos
como el de la derrota en Zulia donde se deja ver el efecto del discurso de
descalificación contra propios, extraños y aliados; ese sectarismo que espantó
votos, ese desdén por la organización de lo que se proclama como el poder
popular. A la gobernación se perdieron 287.678 votos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><span style="background: white; color: #202124;">“Desde una mesa repleta cualquiera decide
aplaudir/</span><span style="color: #202124;"> <span style="background: white;">La caravana en harapos de
todos los pobres/ Desde un mantel importado y un vino añejado/ Se lucha muy
bien desde una casa gigante/</span> <span style="background: white;">Y un auto
elegante se sufre también</span>/ <span style="background: white;">En un amable
festín se suele ver combatir”, dice el exigente Silvio Rodríguez, en Canción de
Harapos.<o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><span style="background: white; color: #202124;">¿Por qué se pierde encanto y reflotan
desgastadas figuras de la tradición de derecha, del modo Rosales? Ojo con lo
que dice la socióloga argentina María Pía López: </span>“<span style="color: black; letter-spacing: 0.1pt;">Quizás el gobierno -y quienes acompañamos- naturalizamos más los
espantosos índices de pobreza de lo que lo hicieron, con justa razón, quienes
entran en esa cuenta. Se gobernó como si fuera posible una cierta normalidad
con millones de pobres”</span><span style="color: black; letter-spacing: 0.1pt;">. Ahí está. Si la
política no conlleva acciones radicales, de verdad, si no es herramienta de
transformación para mejorar la vida se ve como dispendio, como ventaja para
vivir bien, sin tomar en cuenta al pueblo. Obras son amores… o no son. Si a una
enfermera, un maestro, un profesor universitario, un obrero, un empleado
público, el salario se le acabó y eso no nos arrecha, si no se hace nada por
cambiarlo, no sirve. Sería como pretender mirar para otro lado, en medio de
precariedades y padecimientos. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: #F4F4F4; line-height: normal; margin-bottom: 15.0pt;"><span style="color: black; letter-spacing: 0.1pt;"><span style="font-family: verdana;">Cabe recordar al Fedor Dostoievski de "Crimen
y castigo": <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">"En la pobreza,
uno conserva la nobleza de sus sentimientos innatos; en la indigencia, nadie
puede conservar nada noble."</span> Todo eso estuvo –y estará en juego- en
cada próxima confrontación política y electoral.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="color: black; letter-spacing: 0.1pt;"><span style="font-family: verdana;">Siempre la política es un reto y ahora más. ¿Qué
queda? Renovar el liderazgo, relanzar las políticas públicas, tener la
capacidad de hacer oposición, donde corresponda, y relanzar la utopía.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="color: black; letter-spacing: 0.1pt;"><o:p><span style="font-family: verdana;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: verdana;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: verdana;"> </span></o:p></p>Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-75242730715194376802021-12-21T03:40:00.003-08:002021-12-21T03:41:44.494-08:00La pasión que nos mueve<p><span face="Verdana, "sans-serif"" style="background: white; font-family: verdana;">(Orlando Villalobos Finol)</span></p><p><span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, "sans-serif"" style="background: white;">Con sabiduría callejera se dice en Venezuela. “San Juan to' lo ti<u><span style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;">e</span></u>ne, San Ju<u><span style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;">a</span></u>n to' lo d<u><span style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;">a</span></u>/ </span><span face="Verdana, "sans-serif"">c<u><span style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;">a</span></u>ntos y fulías de una tierra herm<u><span style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;">o</span></u>sa</span><span face="Verdana, "sans-serif"" style="background: white;">/ </span><span face="Verdana, "sans-serif"">pa' un pu<u><span style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;">e</span></u>blo que c<u><span style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;">a</span></u>nta cuando va a llor<u><span style="border: 1pt none windowtext; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;">a</span></u>r”.</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">La Unesco declaró la festividad por la
devoción y el culto a San Juan Bautista como patrimonio cultural inmaterial de
la humanidad. Así llegamos a la octava manifestación venezolana que forma parte
de esa lista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-themecolor: text1;">Las otras son </span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-themecolor: text1;">los Diablos Danzantes de
Corpus Christi, la parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire, la tradición
oral de los Mapoyo y sus referentes simbólicos, en Los Pijiguaos, estado
Bolívar; los conocimientos y las tecnologías tradicionales relacionadas con el
cultivo y procesamiento de la Curagua, en Monagas; el carnaval de El Callao, y
los cantos de trabajo del llano, que tanto recreó Simón Díaz.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-themecolor: text1;">Cualquiera puede
añadir muchas que faltan. En Zulia, la fiesta de San Benito de Palermo, </span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: black; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-VE; mso-themecolor: text1;">las casas palafíticas del pueblo añú, el baile de la yonna y el encierro
de las majayulü (mahajura), una ceremonia de la mujer wayuu; y así tantas
otras, como el patuá que hablan en Guiria y en otros lugares </span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-themecolor: text1;">(</span><a href="https://www.youtube.com/results?search_query=patua+parlante"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-themecolor: text1; text-decoration: none; text-underline: none;">https://www.youtube.com/results?search_query=patua+parlante</span></a><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-themecolor: text1;">).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-themecolor: text1;">Cada una de estas
expresiones es una muestra de saber, conocimiento ancestral e identidad
cultural. Así somos, así bailamos, cantamos; nos defendemos y luchamos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-themecolor: text1;">De todo este
movimiento lo resaltante es que aparece una nueva noción: el patrimonio
inmaterial, lo que llevamos por dentro. Somos cuerpo y espíritu, razón y
emoción. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-themecolor: text1;">No alcanza con
reconocer o quedarnos en lo material. La oralidad, las fiestas de los pueblos,
las artes, las técnicas y saberes vinculados a la artesanía son claves; nos
acompañan.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-themecolor: text1;">Esta explicación
del escritor colombiano Mario Mendoza, (https://www.youtube.com/watch?v=ouIM_pKX7DQ)
nos ayuda a entender la fuerza y presencia del concepto. </span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; mso-themecolor: text1;">“En Naciones Unidas se habla de patrimonio inmaterial, eso
significa lo que tenemos en la cabeza, lo que hemos leído, lo que conocemos, lo
que sabemos. Hay gente que tiene camionetas cuatro puertas, apartamentos,
cuentas en el extranjero, y según la ONU son indigentes. No nos iluminan para
nada, no significan nada. No es importante ya ese camino afanoso por hacer
plata, por escalar. Le diría a las nuevas generaciones, vístete de cualquier
manera, compra cualquier celular, anda a pie, pero ten cuidado con lo que
tienes adentro. La nueva riqueza es inmaterial”.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: black; font-family: verdana; mso-themecolor: text1;">Esta mirada nos permite volver a
nuestros ancestros y volver a la metáfora del “mundo interior” que nos hace más
humanos. Freud lo llamó el inconsciente y Edgar Morin insiste en que somos
seres complejos, porque somos físicos, biológicos, síquicos, culturales,
sociales, en fin, integrales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><br /></p>Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-16993114644882598052021-08-18T15:01:00.001-07:002021-12-21T03:43:36.249-08:00Cuadernos ancestrales<p><span style="font-family: verdana;"> </span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">(Orlando
Villalobos) <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">El arco
narrativo de Bitácoras de Congo es potente. Reúne voces y personajes que van
develando relatos de la vida cotidiana, casi secreta, esa que se queda en los
márgenes de la historia oficial, difundida y repetida, hasta que se convierte
en verdad inmaculada. No es, por tanto, la crónica histórica que algunos
maestros reiteran por comodidad o porque de algún modo hay que ganarse el pan.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">Cuando uno
avanza en la lectura de estas páginas, descubre que el autor, Alexis Fernández,
hace las veces de guía, baquiano o de un capitán de piragua que nos lleva en su
embarcación, con estas historias de asombro, desolación y descubrimiento, donde
se reúnen la vida y la esperanza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">En el libro
Bitácoras de Congo. Voces y prosa del agua (2021) el verso y la narración se
mueven dejando entrever historias mínimas de seres o personajes anónimos, para
quienes no hay espacio en el discurso hegemónico, ni en efemérides, ni en los
discursos del orden. Pero es la vida tal cual es, anónima, intensa y
fragmentaria, “un código de vistas en miniatura”, dice Walter Benjamin, en
Estética y Política. Es la mirada de un cronista, fragmentaria, no porque se
renuncie a la totalidad, sino porque la busca “en los detalles casi invisibles,
nimios. Su mirada reposa en lo que todo el mundo mira, pero sin llegar a ver. O
en la historia de un hombre simple que, en un momento dado, puede sintetizar la
historia de toda la humanidad”, explican Adriana Callegaro y otros (2010).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">En la
lectura, en un lugar central están los pueblos de agua del lago. La narración
se detiene en Congo Mirador, uno de esos paisajes que “al mediodía emergen con
sus galerías intactas/ ante la mirada incrédula de nuestros mismos moradores”
(p. 44).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">También
están o emergen las piraguas, “un leño curado con ternura, un nombre de mujer
(…) un artefacto a vapor para ganar el embate de las aguas” (p. 28). Desde ese
lugar, nave o embarcación, se cuenta la fundación de estos pueblos de agua;
territorios de búsqueda, resistencia, que van forjando su destino. Un piragüero
cuenta que de la balsa se pasó a la canoa y luego a la piragua. “Luego vinieron
los barcos y buques de gran calado hasta los famosos trasatlánticos que han
dado la vuelta al mundo” (p. 64).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">En el
imaginario de estas costas, las piraguas aparecen en leyendas, cuentos y en el
rumor que trae las escenas de su llegada a puertos, atracaderos y malecones;
viniendo del Sur del Lago con las productos de la cosecha, plátanos, guineos,
queso, cacao, café, aguacates y verduras. Era la despensa a la mano. Para una
ciudad-puerto como Maracaibo era un seguro de vida y el reencuentro con la vida
lacustre.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">También están
los lugares que simbolizan esta historia de vida. El río Escalante, que se
muestra como lo que es, “una larga y sinuosa serpiente” (p. 8) que “lleva a
cuestas su retreta de temporales, mientras sofoca la madre de agua que se
adormece en su lecho” (p. 8). Puerto Concha es “un puerto pesquero flanqueado
por manglares” (p. 12); Ologá que es apenas “una embarcación de cabotaje en la
memoria de sus pescadores” (p. 36). Gibraltar, con su fiesta y su desolación,
epicentro de batallas; asaltada y saqueada en 1641 por el holandés Henrique
Gerardo, en 1666 por Jean David Nau, El Olonés, desalmado y cruel; en 1669 por
Henry Morgan, quien vino por todo, impuso el pillaje y aniquiló a quien le
opuso heroica resistencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">Están los
personajes. Luis Chacín, el piragüero mayor, que echaba el cuento de la
historia de las piraguas, un mago de la artesanía de trenes y piraguas (p. 65).
El patrón de piraguas, “un hombre con ojos de águila” (p. 30); los navegantes;
el abuelo de Congo Mirador, anciano pescador, que descifra el enigma: “Somos
hombres de agua, cuya casa es una emcarcación y su morada el lecho profuso de
las aguas” (p. 45). Ernestina que en sus recuerdos busca la llave que debe
andar extraviada en la embarcación (p. 60). Los pescadores de Capitán Chico, de
Punta de Leiva; Los piratas que llegaron con su pillaje; las heroínas, Ana
María Campos y Domitila Flores, llevadas al martirio y maltratada con crueldad,
por reunir la rebeldía y el sentimiento de independencia. Ana María Campos fue
azotada sobre un asno, en procesión por la ciudad, pero tuvo fuerzas y arrojo
para decirle al invasor colonialista: “Si no capitula, monda”. Domitila Flores
fue encarcelada por rebelde, sentenciada a recibir latigazos en la plaza
pública y luego fusilada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">Las ilustraciones
de Ender Cepeda, Premio Nacional de Artes Plásticas 2003, en estas Bitácoras, son
en si mismas un libro dentro del libro; una lectura del mundo subjetivo que
recorre las costas y riberas del lago.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">En sintesís,
este collage de imágenes y relatos tiene como escenarios el río, el Sur del
Lago, Congo, Ologás, el lago Coquibacoa (o Coquivacoa), Gibraltar y Maracaibo,
“una ciudad fugitiva sobre las ondas”, como dice Bolívar en carta dirigida a Santander
el 11 de junio de 1820.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">Bitácoras
de Congo es la memoria que somos, grabada a fuego, en batallas y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tras la larga resistencia que nos permite
decir de dónde venimos y dónde estamos. Son los cuadernos ancestrales en los
cuales nuestra identidad está esculpida, verso a verso, para que las
generaciones actuales, y las que vienen, puedan cantar y contar dichas y
desdichas; y puedan redescubrir el barro que hizo posible que nuestros antepasados
pudieran abrirse camino, en medio de tempestades.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana; font-size: 10pt; line-height: 115%;">Referencia<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana; font-size: 10pt; line-height: 115%;">Adriana Callegaro, María Cristina Lago, Mariana
Quadrini, Fernando Bragassi (2010-2011). La crónica latinoamericana como
espacio de resistencia al periodismo hegemónico, Universidad Nacional de La
Matanza, Argentina.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif""><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-4958835534940573432021-07-19T14:52:00.001-07:002021-12-21T03:43:56.423-08:00Miguel Ordóñez, la canción que vino del barrio<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXu6IXRFWnn7A9znEIbPv_B4JDvI1SLdX0gAp8yTgSzvlJ02COx9As6gJy7s-qqHa-Mv32wzLoq8La8UMD1ouAS4a0yMMt2lRce4APnAxnNRVH6TzIbRuucg0WlWCBM_Yptsun7fYVzBo/s263/Miguel.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="192" data-original-width="263" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXu6IXRFWnn7A9znEIbPv_B4JDvI1SLdX0gAp8yTgSzvlJ02COx9As6gJy7s-qqHa-Mv32wzLoq8La8UMD1ouAS4a0yMMt2lRce4APnAxnNRVH6TzIbRuucg0WlWCBM_Yptsun7fYVzBo/s0/Miguel.jpg" /></a></div><p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif""><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"">(<span style="font-family: verdana;">Orlando
Villalobos Finol) <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">Comenzaba
la década del 70 y en medio de restricciones y prejuicios, la canción popular
estaba ahí, acorralada, prohibida. “Si es importada es mejor”, era el
leitmotiv.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">Sin embargo,
la canción hija del sentimiento y pretensión de movimientos telúricos, sociales
y políticos, pudo insurgir y abrirse paso. No pueden perecer los pequeños seres
de Salvador Garmendia, ni los versos de Víctor Valera Mora, ni el País
Portátil, de Adriano González León; ni las canciones que trajo Alí Primera. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">Un día, a
comienzos de 1973, Alí Primera pasó por el auditorio de la Facultad de
Ingeniería, de la Universidad del Zulia, y logró reunir unas 30 personas. Ya
había grabado pero eran sus primeros años y por tanto, era casi clandestino.
Con el tiempo él ganó la partida porque logra llegar y ocupar la radio, con su “Cunaviche
adentro” y todo ese verso rebelde y amoroso. “Dale que la soga se revienta”. Poco
a poco comenzó a forjarse su trascendencia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">En esa
presentación-reunión estuvo Miguel Ordóñez. Dijo que le maravilló aquella idea
fuerza. “Yo lo conocía por un disco que nos llevó el Negro Fucho Sánchez al
barrio. Era un disco que tenía rayada la primera canción, “Perdóneme tío Juan”.
La podíamos escuchar pero ya comenzada. Como cinco años después supe como empezaba
esa canción”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">Prosiguió
su relato: “Cuando terminó de cantar, yo tuve la determinación de
presentármele. Yo hago esto, hago canciones. Esa fue mi primera conversa con
él. Un tiempo después lo conseguí en Caracas y forjamos una estrecha amistad.
Nos apoyó desde el sello Cigarrón. Me convertí en el enlace de Alí con
Maracaibo, junto con otros compañeros: Efraín Bruges, Ramón Soto Urdaneta,
Leonardo Núñez, entre ellos. Organizamos un acto que se hizo en Maracaibo con
Alí, en la Plaza de Toros. Fue masivo. Su poder de convocatoria era inmenso.
Ese fue un evento de los Comités de Unidad con el Pueblo, los CUP, que él
promovía”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">A finales
de los 70 y principios de los 80, Alí promovió un movimiento al que llamó la
canción solidaria, que luego se transformó y ganó amplitud, la canción
bolivariana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">Ese
espíritu de canción rebelde y solidaria lo vivió a plenitud Miguel Ordóñez. Recibió
esa influencia y la expresó en canciones, coherencia y convicciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">Dejemos que
Miguel lo cuente: “Comencé desde muy niño a componer algo parecido a canciones.
No existía Alí en el camino y cuando lo conozco vino a reforzar lo que hacía. Mi
encuentro con su influencia me nutrió desde el punto de vista de la estatura humana
del cantor. Su ejemplo de solidaridad, abrazo, calidez… Esa era su huella”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"">Miguel
vivió de niño en La Salina, entre el 18 de Octubre y Santa Rosa de Agua, en el
barrio adentro. </span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: #202124; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-weight: bold;">Nació</span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: #202124; mso-bidi-font-family: Arial;"> en Maracaibo el 1 de noviembre de
1953.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: #202124; mso-bidi-font-family: Arial;">Se veía a sí mismo como alguien que proyectaba
el sentimiento y la rabia, desde la palabra hecha canción. </span><span face=""Verdana","sans-serif"">“Las palabras están cargadas de música
y las podemos traducir en canciones. Eso es lo que en mi caso llamo la canción
popular</span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="background: white; color: #202124; mso-bidi-font-family: Arial;">, que es al mismo tiempo </span><span face=""Verdana","sans-serif"">la canción vanguardia o de
compromiso. Alí la llamó la canción necesaria. Aquello que dice Neruda sobre el
poeta, que es la más alta estatura del ser humano, y Alí lo repetía a su
manera. L</span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #202124; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-VE;">a canción es una aliada de los pueblos y es parte de la esencia humana,
como lo es la danza y otras expresiones. La canción permite llevar el mensaje,
la rítmica y la melodía, para hacerte bailar, sentir o pensar. La canción es
una forma, un camino para unirte a otros, vencer barreras, enterrar las penas”.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 9pt;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"">Para Miguel Ordóñez </span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #202124; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-VE;">hay una
distinción entre ser cantante y ser cantor. “Alí decía el cantante tiene con
qué y el cantor tiene el por qué. Hay una brecha entre ser cantante y cantor.
La industria busca encandilar para vender y crea los cantantes. El cantor en
cambio responde a una necesidad intima, personal; es lo que llevamos por dentro;
la que abre caminos”.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">Uno de los
proyectos musicales que promovió fue la agrupación Mayatei; maya por la
civilización de mesoamérica, y tei, un vocablo indígena añú, que significa
padre. Buscaba resalta la condición indígena originaria. De este grupo es la
canción “Indoamérica”, beneplácito de los melómanos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 9pt;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #202124; font-family: verdana; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-VE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 9pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #202124; font-family: verdana; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-VE;">La gaita como bandera<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #202124; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-VE;">“Un pueblo noble/ y creyente fe reclama/ y entristece la penumbra/ en su
dolor/ casi se esconde de su sol/ como apenado por el olvido/ en el que se
encuentra su región”. Esta letra está en Maracaibo Marginada. “Ese es Ricardo
Aguirre. Solo lo pudo hacer él, porque expone un sentimiento que viene de la
gente”, reflexionó. </span><span face=""Verdana","sans-serif""><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">Miguel
entendió lo que era la gaita y asumió esa vertiente. Por allí se fue y ganó
tanta presencia que su nombre está ligado al movimiento gaitero. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">Fue autor
de “Los Botelleros”, que recoge la estampa del cambio de botellas a los
muchachos por frutas; “Las Petacas”, ganadora del Festival una Gaita para el
Zulia, en los 80; “Rubén el Campanero”, sobre el eterno campanero de la Basílica,
Rubén Aguirre, grabada por los Cardenales del Éxito. “El ejemplo que Caracas
dio”, fue gaita del año en Caracas, en 1997, recoge una protesta: “Que bajen de
los cerros los rostros de la patria/ para que la esperanza se haga, panita, una
realidad/ que el corazón contento palpite amor, Caracas/ y que pronto todos
juntos alcancen la libertad”. No es fácil que una gaita con ese contenido
poético social pegara. Miguel lo logró y puso a cantar a los caraqueños. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">En 2015,
con “<span style="color: black;">Regresó la piragua”, ganó el Festival de Gaitas
Virgilio Carruyo, con la agrupación La Cuadra Gaitera y la interpretación de
Rafael "El Pollo" Brito. Repitió en 2016 en ese evento con “Para mí”,
con Danelo Badell y La Universidad de la Gaita. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">Sigo con su
periplo. Rincón Morales le grabó “Canturreando”, en la voz Lula López. El
conjunto Saladillo de RQ, “Vivencia Saladillera”; Gaiteros de Pillopo, “Los
Botelleros”; el Grupo Candela, “Las Petacas” y después “El Credo”, una décima. “<span style="color: black;">Apocalipsis”, una composición contra la guerra nuclear, fue
interpretada por Daniel Méndez con Los Zagales del Padre Vílchez y </span>Ángel
Sarabia, en 1980, grabó “Rebeldía”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"">Fulvia
Padrón en 1983 sembró el tema “La patria herida”, con Rincón Morales. </span><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #202124; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-VE;">“La
patria, la patria con sus heridas hoy ansía la libertad/entonces su dignidad
tiene la lucha cautiva/y un látigo la fustiga y le parte el corazón/quien quita
y vuelva un Simón a colmarla de quereres/pero patria no te desesperes que habrá
nueva lucha y nueva redención”.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #202124; font-family: verdana; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-VE;">Nada más esas dos gaitas, “Rebeldía” y “La patria herida”, dejan ver una
posición definida, “porque somos lo que somos”. Está en sus canciones, y en sus
gaitas, una carga de pasión social y política.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: black;">De
la mano de Miguel llegó una gaita que fundó o reforzó un espacio; una gaita
poético-social, que registró vivencias y le dio sentido a la identidad. Le puso
sabor pero también un contenido. “</span><span face=""Verdana","sans-serif"">La
gaita es una crónica. A través de ella, a cualquiera que llegue de otro país,
le ponemos cinco o seis gaitas y sabe quiénes somos nosotros. Allí le hablamos
del lago, del vos, de las calles, de la religiosidad, no tenemos que explicarle
nada. Eso está en nosotros. Como en todo, hay el relleno fácil, pero siempre
hay quien salga y haga una gaita alegre y sencilla, que muestre lo que somos y
lo que queremos”. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-family: verdana;">Tenía el
ejemplo de Ricardo Aguirre que hizo una gaita “reclamante”, la tradición
fundada por Virgilio Carruyo; se nutrió de las composiciones de Eurípides
Romero y tuvo el talento para darle cauce al sentimiento rebelde en sus letras.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 9pt;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #202124; font-family: verdana; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-VE;">Dijo Miguel que en la gaita hay una carga de identidad y memoria que la
convierte en poesía perdurable, como pasa con “La grey zuliana”. Allí el
espíritu de un pueblo se siente reflejado. Lo comparaba con lo que hace la industria
que trabaja para vender canciones ocasionales y banales. “Es una fábrica de productos
efímeros”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 9pt;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #202124; font-family: verdana; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-VE;">Miguel Ordóñez falleció el 28 de abril de 2021. Su obra perdura, la
rebeldía de sus canciones no se apaga. Su gaita está ahí, bonita, como “la
mejor petaca que en todo el barrio han volao”.<o:p></o:p></span></p><br /><p></p>Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-10310285337078608252021-07-05T13:30:00.004-07:002021-07-05T13:30:29.768-07:00Vidal Atencio, periodismo de análisis<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">(Orlando
Villalobos Finol)</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">“Un
manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón
brutal te ha derribado”. Acudo en auxilio de Miguel Hernández para escribir
esta despedida del Padre Vidal Atencio, como se le reconoció.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Su nombre y
su eco se quedan, en la ciudad que supo de su verbo y de su disposición para la
grandeza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Era apasionado
del discurso y del análisis, una palabra que tantas veces usó. Estuvo en la TV,
en la radio y en el periodismo, y deja huella de sus afanes. Era amigo y
solidario, enamorado de las causas justas, revolucionario, en una palabra. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Asumió el
ejercicio comunicacional como lugar para el cruce de ideas, la duda y la
crítica certera, firme, inapelable, pero al mismo tiempo como ocasión para el
encuentro fraterno. Se convirtió en referencia de rebeldía y de voz y actuación
solidaria.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">El Padre
Vidal nació el 3 de enero de 1963, en Maracaibo. Estudió bachillerato en
Teología, en la Universidad Javeriana en Bogotá, Colombia, y egresó en 1988.
También se licenció en Teología, en el </span><em><span style="background: white; color: black; font-family: "Verdana","sans-serif"; font-style: normal; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-weight: bold; mso-themecolor: text1;">Instituto</span></em><span style="background: white; color: black; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Arial; mso-themecolor: text1;"> Universitario
Seminario Interdiocesano, Iusi, en Caracas.</span><span style="color: black; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-themecolor: text1;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Ejerció su
apostolado como sacerdote católico durante 26 años, en distintas instituciones
y parroquias de Maracaibo. Fue capellán del ejército, en el municipio Jesús
Enrique Lossada, y del Comando 903 de Vigilancia Costera, en el municipio San
Francisco.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Estudió Comunicación
Social, mención periodismo audiovisual en la Universidad del Zulia, LUZ, y se
graduó en 1996.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">También fue
tesista del posgrado en Gerencia de Empresas, en mercadeo, en LUZ.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">En radio y televisión<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Fue
conductor del programa “En análisis con el Padre Vidal”, en Coquivacoa
Televisión, canal de Maracaibo, del cual también fue su presidente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">En Vive
Televisión fue moderador de los programas “Real y medio”, “A voz alzada” y “La
hora de los mangos”, entre 2005 y 2011.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">En radio se
desempeñó en distintos espacios. Entre ellos, “En blanco y negro” y “En familia”,
por La Voz de la Fe 580 AM; “Vértice de opinión” por Ondas del Lago, “Foro con
los periodistas” en Carbozulia estéreo 89.3 FM y uno de sus espacios más
difundidos: “En análisis con el Padre Vidal”, en su versión radial, por Fe y
Alegría 850 AM y LUZ FM 102.9 FM.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Fue
coordinador de la corresponsalía de Venezolana de Televisión en el estado
Zulia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Desempeñó
responsabilidades como Secretario de Estado del Poder Popular para la Supervisión
y Revisión de las Emisoras de Radio y Televisión del Zulia, en 2019, y como
Secretario de Desarrollo Agrícola del estado Zulia (2017-2018).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Era
emprendedor, entusiasta e incansable. Fue enviado especial por Vive TV a Haití,
para la cobertura de la misión humanitaria en Jacmel, en marzo de 2010, y a
Bolivia, para el referéndum autonómico de Santa Cruz, en 2008.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Fue
coordinador de la Comisión Presidencial para el “I Encuentro Internacional
sobre la Teología de la Liberación en Venezuela”, que se llevó a cabo en
Caracas, 2007.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Integró la
delegación venezolana que acompañó al Presidente Chávez al Monte Sacro, en
Roma, en 2005.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Cuando se
llevó a cabo la visita papal a Cuba, en 1998, hizo la cobertura para el canal
Niños Cantores del Zulia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Participó
en el Congreso Anfictiónico Bolivariano de Panamá, en 1998. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Falleció el
7 de julio de 2020.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Lo
despedimos con tristeza pero sabiendo que nos deja su siembra de vida y de
justicia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Un abrazo
de siempre para el Padre Vidal, hermano y compañero. </span><o:p></o:p></p>Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-17762691544111068082021-06-07T07:24:00.001-07:002021-06-07T07:24:27.928-07:00Tío Moncho<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Por Benito Díaz Díaz*<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">El niño José Ramón Díaz, nació en La Asunción, municipio Arismendi de
Nueva Esparta, en la hermosa isla de Margarita, el 30 de enero del año 1910. En
aquel entonces y todavía hoy en la isla, a mucha gente se le cambiaba el
nombre. Es una costumbre isleña tan extendida, que por ejemplo, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">se dice que si el Niño Jesús hubiera nacido
en Margarita lo llamarían <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Chuíto el de
María</i>. Por eso José Ramón se convirtió en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Moncho</i>.</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Cuando Moncho nació, el gobierno nacional de esa época, presidido por
el General Juan Vicente Gómez, había querido celebrar modestamente los primeros
100 años del 19 de abril<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de 1810,
confiado en que su alianza con las recién llegadas empresas petroleras traería
oportunidades para vivir mejor a todos los ciudadanos de este país, en toda su
extensa geografía. Comenzó a crecer esa creencia cuando, en medio de las
celebraciones del centenario del 5 de julio de 1811, día oficial de la independencia
de Venezuela, el gobierno nacional pagó las deudas adquiridas por la república
para financiar la guerra por la independencia un siglo antes. Pronto se vería
que esas oportunidades de progreso y movilidad social serían más probables de
encontrar en la capital Caracas y en los lugares donde estaban concentrándose
las operaciones para extraer petróleo, en el Zulia, en Falcón y en lugares del
oriente del país. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">En la Margarita donde pasó su infancia, Moncho era un niño querido y
cuidado en el amor de su familia, quienes se dedicaban básicamente a las
actividades de la agricultura, entre las faldas de la montaña de Matasiete y el
valle de Atamo. Le gustaba ir a las fiestas patronales de La Asunción.
Disfrutaba el aroma del pan Asuntino y la dulzura de las frutas locales, comió
muchos mangos briteños, mameyes, pandelaños, catuches, cocos, cañas, pomalacas,
jobos, nísperos. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Comió mangos cosechados
en las faldas del Matasiete y con esos aromas frutales se imaginaba los
esfuerzos de las pasadas generaciones que habían sembrado y que también habían
luchado siguiendo ideales de libertad </b>en la gloriosa Batalla de Matasiete
el 31 de julio de 1817, derrotando al ejército español dirigido por el
mismísimo General Pablo Morillo, enviado por el rey a pacificar América. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Aprendió a leer, escribir y a sacar cuentas, las destrezas básicas en
ese mundo. También, uno de sus hermanos mayores, Teodoro, conocido como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Choro Luna o Choro Picapelotas</i>, le
enseñó el arte de cuidar y curar los animales que eran el principal medio de
transporte de la época, los burros y caballos. Choro toda su vida usó estos
animales como medio de transporte. También lo contagió de la pasión por la cría
y entrenamiento de gallos de pelea, saberes y pasiones que lo acompañarían toda
la vida. Un hermano mayor, de nombre José Jesús, pero conocido como Chucho, le
había dicho que pensaba ir a pescar perlas, o a buscar trabajo en Curazao,
donde estaban buscando obreros y pagaban mejores sueldos, pero aún no se había
decidido. Sin embargo, eso le amplió su horizonte de sueño de aventuras de
empleo a Moncho.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">El 3 de mayo, día del Cristo de Pampatar, con sus 18 años cumplidos,
había decidido marcharse de la isla, por lo que antes se fue caminando desde la
Asunción hasta Pampatar, donde acudió a la iglesia del Cristo del Buen Viaje, frente
al Castillo de San Carlos Borromeo, para meditar y encomendarse al Cristo en el
viaje que iba a emprender para cambiar de vida, sin saber cuándo volvería a la
isla. Se quedó viendo el mar desde el castillo, imaginando los espacios y
gentes diversas que vivían más allá del horizonte marino y soñando con la
libertad de elegir un mundo mejor. Se quedó allí hasta la puesta del sol y
luego se incorporó a la procesión del Cristo, pero antes compró dulces de
suspiros y suficientes empanadas dulces que le alcanzaran para comer en el
camino de regreso a su casa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">En ese mes de mayo, tomó sus escasos ahorros, le dijo adiós y le pidió
su bendición a la Virgen del Valle y se embarcó en una balandra que lo llevaría
navegando desde Porlamar rumbo hacia La Guaira, la puerta de entrada de
Caracas. La embarcación estaba llena de hombres jóvenes, en edad productiva,
que también estaban saliendo con la ilusión de encontrar un mundo mejor, nuevas
oportunidades y una mejor remuneración por el esfuerzo de su trabajo. En el
grupo distinguió a Manuel, amigo residente en La Asunción quien desde que
descubrió las bicicletas no volvió a usar otro medio de transporte y ganaba
siempre las competencias de ciclismo en los velorios y fiestas patronales, en
las cuales Moncho ganaba las competencias de corridas de flores y pañuelos a
caballo. Moncho quiso irse a buscar oportunidades en Caracas, la capital que se
estaba modernizando y conteniendo las tensiones de la modernidad entre los
grupos sociales de la sociedad petrolera en la decadencia de la Venezuela
agraria. Todo el mundo tenía la imagen de Venezuela como un mundo rural con
grandes yacimientos de petróleo que ofrecían oportunidades, desde el famoso
reventón del pozo Barroso II en Cabimas, en diciembre de 1922, que lanzó al
aire un millón de barriles de petróleo por diez días y sólo pudo contenerse el
chorro del hidrocarburo cuando los obreros y los feligreses pudieron sacar en
procesión a San Benito con tambores, pidiendo que controlara el pozo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Moncho
encontró a Caracas alborotada, porque acababa de ocurrir la primera Semana de
la Juventud, en la cual se habían revelado los discursos, talentos y liderazgos
del movimiento que se conocería como la juventud de 1928.</span></b><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;"> De los
líderes estudiantiles de la Universidad Central que celebraron y protestaron,
varios fueron detenidos y enviados a prisión, o a trabajar en la construcción
de carreteras. Uno de esos líderes estudiantiles que se encontró en Caracas,
fue su paisano Jóvito Villalba, a quien vio como se lo llevaba preso la
dictadura, mientras que a Moncho lo atrapaba la recluta. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En el medio de esas protestas donde
participaban los hijos de las clases medias, la dictadura endureció la recluta
para el servicio militar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Pagó su servicio militar por seis años corridos, haciendo lo mismo en
el mismo lugar. Estuvo los primeros tres años dedicado a cuidar y amansar los
caballos del General Juan Vicente Gómez, en la ciudad de Maracay, donde solía
residir ese Dictador. En ese tiempo también recibió entrenamiento físico que
fortaleció su cuerpo y disciplinó su personalidad. Entre la camaradería de los
cuidadores de caballo del ejército, aprendió a usar la “vara” del Tamunangue. Era
una rama lisa, delgada, de menos de un metro de largo, muy liviana, de madera
resistente. Le dijeron, esto sirve para dos cosas: Una es para pelear en
batalla como arte marcial, y otra, es para bailar y enamorar a su pareja de baile.
Aprendió a usar la vara sin imaginar para qué o cuando la tendría que usar. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Moncho cuidaba y amansaba los caballos para el General Gómez. A Gómez
le gustaban los caballos porque su papá había participado en la guerra de
independencia y le había contado historias de las batallas y campañas que se
habían ganado con el apoyo de los caballos. “Este animalito es tan importante
que hasta está metido en el escudo nacional”, decía el General cuando venía a
mirar sus caballos, y tenía los más bonitos cerca de su casa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Hacía figuras cabalgando los corceles; podía recoger un pañuelo del
piso mientras jineteaba. Agarraba los potrillos y los entrenaba para que
aprendieran a obedecer y andar al paso, al trote y al galope. Hizo tan bien su
trabajo, que al terminar su tiempo de servicio, le dijeron que tenía que
cumplir de nuevo el servicio militar. Pero al concluir los seis años de
servicio militar en las caballerizas del General Gómez, ante el ofrecimiento de
renovar su servicio por tercera vez, solicitó hablar con el Benemérito General
Gómez, a quien pidió ser dado de baja por haber cumplido doble el servicio
militar, lo cual se le concedió.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Saliendo del servicio militar, se fue a Caracas a probar suerte, a
conocer la ciudad con casas de techos rojos que estaba modernizándose. En la
tercera semana de estar en la ciudad, cuando iba a una reunión en casa de unos
amigos en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el vecindario de Catia, se
encontró al voltear la casa vecina, con la mirada de una joven y agraciada
mujer que lo estremeció en ese momento, mientras sonaba la música de la canción
“Claveles de Galipán”. Entendió que ella era princesa del Principado de
Pampanito, cerca de Trujillo, en el occidente del país. A él le pareció que era
un ángel, una mujer de otro mundo; delgada, pequeña, hermosa, sonriente, con un
gran sentido del humor y una sonrisa contagiosa, que era la mujer de su vida.
Pero él que había sido toda la vida tan conversador, ante la presencia de ella,
se quedó sin palabras; se sintió extraño, emocionado, y hasta le temblaron las
piernas. Cuando pudo hablar le preguntó su nombre y la respuesta que recibió le
pareció un símbolo de gloria: “Me llamo Victoria, ese es mi nombre”, y se
sonrió. Entonces se dedicó a conocerla para enamorarla. Pero era una mujer tan
sencilla que se enamoraron de una vez; y se casaron a los dos meses de ese
primer encuentro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Pero, viendo la elevada cuantía de recursos requeridos para organizar
un hogar y fundar familia, decidieron irse a buscar oportunidades trabajando en
las petroleras en el Zulia. Los salarios que pagaban en Caracas eran mayores
que los que se recibían en Margarita, pero los que ofrecían las petroleras en
los campos eran el triple de altos, aunque no se sabían cuáles eran las
condiciones de vida en esos lugares, como los campamentos petroleros que se
estaban organizando en la costa oriental del lago de Maracaibo. El Zulia estaba
alborotado. En Maracaibo estaban disfrutando de alumbrado público antes que el
resto de Venezuela y en sus calles había tranvías, pero con la noticia de que
había petróleo todos se contagiaban con una incertidumbre positiva; no se sabía
cómo, pero con el petróleo se viviría mejor. Por eso empezó a llegar al Zulia
gente de todas partes del país, con la esperanza de vivir mejor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Había noticias de que en Lagunillas estaban buscando gente para
trabajar en las petroleras. Así fue como Moncho y Victoria llegaron al pueblo
de Lagunillas de Agua, el pueblo de palafitos que concentraba la demanda de
mano de obra para la actividad petrolera. El pueblo de Lagunillas de Agua era
de palafitos, de casas sembradas en el agua del lago, pero también le habían
construido unas especies de calles de madera, que llamaban planchadas, para
facilitar el paso a los transeúntes. Se estaban realizando obras de infraestructura
que se debían ejecutar con hombres fuertes y de agilidad superior al promedio,
para lo cual buscaban jóvenes que no tuvieran miedo al riesgo de trabajar en el
lago. “Ese mismo soy yo”, dijo Moncho cuando vio las condiciones de empleo. Fue
contratado y comenzó de una vez a trabajar como obrero en la construcción del
muro o dique costanero de contención que permitiría desarrollar actividades y
plantear obras de urbanismo bajo el nivel del lago, para el desarrollo de la
sociedad petrolera. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Su trabajo era en la construcción del dique costanero de 48 kilómetros
de longitud, cuya construcción fue iniciada el 28 de octubre de 1926 por la
empresa anglo-holandesa que luego se llamaría Shell. Ese es el dique que hasta
el presente contiene las aguas del lago entre las comunidades de Bachaquero,
Lagunillas, Ciudad Ojeda y Tía Juana, y permite que se desarrollen actividades
en estas comunidades establecidas bajo el nivel de las aguas del lago de
Maracaibo en su costa oriental. Ese dique era tan importante que en algunos
lugares, como Lagunillas, las comunidades quedaban protegidas hasta siete
metros bajo el nivel de las aguas del lago. Para establecer a las familias de
sus trabajadores, las empresas petroleras construyeron los conjuntos
residenciales con obras de urbanismo y de drenaje con potentes bombas para
protección en caso de que se rompiera el dique. Entre esos urbanismos, llamados
los campos petroleros, estaba Campo Rojo, el cual estaba totalmente rodeado por
obras de extensión del dique. Otros campos eran Campo Alegría, Campo Rancho
Grande, todos esos eran para los obreros y trabajadores manuales, mientras que
los empleados con cargos de dirección y supervisión, vivían en campos
separados, pero siempre compartiendo la protección del dique costanero y tenían
amplios jardines. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">El trabajo de Moncho se llamaba hincar pilotes para hacer un
tablestacado en la orilla del lago y consistía en montarse sobre un pilote de
madera que había sido clavado y desde allí golpear con una mandarria sobre otro
pilote de madera hasta enterrarlo firmemente. Seguidamente debía montarse sobre
ese madero recién enterrado para golpear otro madero y enterrarlo montado sobre
ese madero y seguir avanzando en la construcción de las bases del muro, madero
tras madero, sembrando pilote tras pilote haciendo el tablestacado. Esa jornada
duraba todo el día de labor diurna y tenía media hora para comer y descansar,
comenzando a las 7 de la mañana en el sitio de la orilla del lago. Se requería
golpear con fuerza la mandarria y mantener el equilibrio para no caerse. Entre
los obreros habían ocurrido accidentes y varios habían caído al agua, lo cual
ponía en riesgo la vida, si no sabían nadar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">En ese lugar lo primero que le impresionó fue el agua del lago, dulce
y fresca, bien distinta a la salada mar de Margarita. Pero más le impactó ver
que el agua cristalina que permitía ver transparente el fondo del lago, a
medida que se acercaba a los lugares de actividad petrolera, se iba viendo
tornasolada con los aceites del petróleo que flotaban en la costa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">A la semana de estar trabajando, le preguntó a su supervisor si podían
concederse mejores condiciones para laborar, en equipos de seguridad
industrial, con guantes, salvavidas, zapatos, y proveer agua fría para
refrescarse en medio del calor del sol tropical. Además preguntó por
incrementos en la remuneración salarial. El costo de la vida era alto en esa
región y se tragaba la remuneración que percibían los trabajadores petroleros.
No había sindicatos, ni se permitían organizaciones de trabajadores en el país.
Mr Danger, que así se llamaba su supervisor, le respondió gritándole que el
trabajo era así y que las petroleras pagaban mejor que en la agricultura, y que
si no le gustaba, que se regresara para el lugar de donde vino. A Monchó no le
gustó la respuesta, ni el tono que le dio, pero se quedó quieto, aunque a él no
le gustaba que otro hombre le gritara. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">El trabajo de Moncho enterrando maderos como pilotes en el lago era
tan llamativo, por su destreza y agilidad, que varios se acercaban a verlo en
acción. Así relató Chucho, el hermano mayor de Moncho quien también había ido a
Lagunillas a buscar trabajo, que el día que él llegó, se acercó a la orilla del
lago y sintió admiración por ver el difícil trabajo de sembrar los pilotes en
el lago. Se quedó en el sitio esperando para saludar a ese trabajador y
felicitarlo por su agilidad y fortaleza, cuando retornara a tierra al final de
la jornada. Chucho se quedó asombrado al ver que ese trabajador que enterraba
pilotes con destreza era su hermano Moncho. Se abrazaron como hermanos el
verse. Moncho le dijo a Chucho que podría laborar enterrando pilotes. Pero
Chucho respondió que era mucho riesgo y eso le daba miedo. Entonces, le
recomendó que buscara trabajo construyendo las casas en campamentos que estaban
haciendo las petroleras para los obreros, para que pudieran traer sus mujeres y
niños; porque hasta ese momento la mayoría de la población eran hombres y las
empresas estaban interesadas en que se establecieran comunidades porque vieron
que el petróleo era tan buen negocio que duraría más de cien años.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Chucho, consiguió trabajo para laborar en tierra, porque le dio miedo
laborar en el lago como Moncho. Primero trabajó en levantar un rancho grande,
un gran galpón para refugiarse los trabajadores y guardar materiales. Dormían
en chinchorros y hamacas como literas, hasta tres, uno encima de otros. Estaban
expuestos a varias enfermedades tropicales, y cuando hubo casos de epidemia de
malaria, a quienes amanecían muertos les cortaban las cuerdas del chinchorro
para enterrarlos envueltos en el mismo chinchorro. A Chucho, todo ese ambiente
le parecía menos riesgoso que el trabajo que hacía Moncho sembrando pilotes en
el lago.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">En ese tiempo el ambiente general del país comenzó a alborotarse al
conocerse rumores de la muerte del Dictador Juan Vicente Gómez en Diciembre de
1935. La gente empezó a sentir la necesidad de transgredir las normas para
peticionar derechos y presentar propuestas. Se empezó a hablar de sindicatos,
cuando esa palabra había estado prohibida, para organizarse y pelear derechos
de los ciudadanos en general, y de los trabajadores en particular. Comenzaron a
aparecer asociaciones civiles de mutuo auxilio que se ocupaban de temas de
interés en el campo de la cultura local y de fiestas patronales de la
religiosidad popular de los margariteños en las localidades petroleras de la
región del estado Zulia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Las autoridades del gobierno toleraban las reuniones de trabajadores
en esas asociaciones, donde se suponía que se hablaba de la Virgen del Valle y
de formas de ayudar a los familiares que se habían quedado en la isla. Por
ejemplo, una de las primeras asociaciones de auxilio mutuo fue la Sociedad Pro
La Guardia, fundada en el pueblo de Lagunillas de Agua, el 19 de abril de 1936.
Luego vendrían la Sociedad Pro San Juan y la Sociedad Pro Arismendi. Todas esas
asociaciones tendrían en el futuro amplio impacto en las respectivas
comunidades isleñas en el campo de la educación, cultura y gestión de servicios
públicos. Pero en esas reuniones se hablaba también de los problemas de los
trabajadores petroleros, de los problemas de los riesgos en la seguridad
industrial y los accidentes, de los bajos salarios en relación al enorme valor
agregado a la industria por el esfuerzo manual de los obreros. Una queja común
era tener que laborar en ambientes con calor tropical sin disponer de agua fría
para refrescarse o hidratarse. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">En esas reuniones de sociedades benéficas se preparaban reclamos
laborales particulares, que se presentaban en el sitio de trabajo ante los
jefes de labor inmediatos. En ese contexto las empresas crearon un “comité
inter compañías” donde se reunían a ver los reclamos, y principalmente a ver
quiénes estaban reclamando, para despedirlos e impedir que se reincorporaran a
la industria petrolera. Pero también en reuniones casi secretas de esas
sociedades se hablaba de la necesidad de organizar la defensa de los derechos
de los trabajadores, por lo cual se realizó la fundación del Sindicato de
Trabajadores Petroleros de Lagunillas en 1936. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">En esas reuniones participaba Moncho, quien sabía leer, escribir y
tenía el don de la palabra. Entonces fue visualizado como un líder local por
los trabajadores. También empezó a participar en peticiones de causas para los
trabajadores, por lo cual pronto fue identificado como un líder potencial.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Las empresas se habían organizado para contrarrestar los reclamos de
los trabajadores y crearon unas “listas negras”, para despedir a los trabajadores
rebeldes y compartir información que no le permitiría conseguir trabajo a
quienes ingresaban a esa lista. Moncho fue injustamente despedido y su nombre
ingresó en esa lista negra del “comité inter compañías”. Se puso entonces a
buscar a quién lo había metido en esa lista, para que lo sacara. Se enteró que
había sido Mr Danger, su supervisor en la empresa donde Moncho trabajó clavando
pilotes en el lago. Mr Danger sabía que Moncho era muy buen trabajador, pero también
pensaba que era un peligro porque podía alborotar a los obreros. Por eso metió
a Moncho en la “lista negra” y un día viernes cuando Moncho fue a cobrar su
salario, le dijeron que su contrato se había terminado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Estuvo peregrinando buscando empleo y en ninguna parte le dieron
empleo. Se gastó sus ahorros durante el tiempo que estuvo sin trabajar. Así que
salió a buscar a Mr Danger para resolver el problema “person to person”. Y eso
ocurrió una tarde al caer el sol a la orilla del lago. Se estuvo esperando en
la parte baja del muro en la sección que él había ayudado a construir. El sabía
que Mr Danger solía caminar por la parte de arriba del muro y por eso quería
aprovechar el factor sorpresa cuando se le abalanzara para confrontarlo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mr Danger era alto y
corpulento, rubio y curtido por el sol. Medía un metro y noventa centímetros de
alto, calzaba zapatos anchos talla 44 y pesaba 110 kilos. Eso contrastaba con
las dimensiones físicas de Moncho, con un metro y setenta centímetros de alto y
70 kilos de peso, según decía su libreta de servicio militar. Mr Danger no
hablaba bien el español y usaba una especie de espanglish que la gente debía
entenderle.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">De repente Moncho sintió susto. Le dio miedo la incertidumbre de no
ganar la pelea. Tenía que ganarle esa pelea. Si perdía Moncho quedaría preso o
muerto, y eso no podía permitirlo la protección del Cristo de Pampatar, ni la
fuerza del amor de Victoria, ni todo su entrenamiento. Si Mr Danger no le
concedía su petición, lo sembraría en el lago como los pilotes de madera que
eran la base del muro. Decidió usar una pequeña vara de bailar Tamunangue como
arma de combate. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Al acercarse Mr Danger, Moncho se le abalanzó y cayó delante de él con
un salto magistral. Volvió a sentir susto al verse en esa posición, pero
recordó lo que había aprendido, que el miedo está repartido por igual, si uno
tiene miedo el otro también debe tener. Moncho le enseñó la vara y le gritó: “Usted
me metió en la “lista negra” y por eso no tengo trabajo; si no me saca me lo va
a pagar”. Mr Danger se cuadró en posición de pelea de boxeo y le respondió: “Uo
no saber de eso; déjese de Bolchevique”. Moncho insistió: “¿Me va a dejar
trabajar, si o no?” Mr Danger respondió: “No saber de eso. Déjese de sindicato”;
y Moncho le dijo: “Vamos a hacer un sindicato y vamos a hacer una huelga
petrolera hasta que nos den lo que pedimos, ¡carajo! Mira gringo del carajo, si
tú no quisiste arreglar por la buena, tu sangre va a llegar al lago desde aquí,
cuando termine contigo; me debes los gritos que me has pegado”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Y comenzó la pelea. Mr Danger le lanzó un golpe alto que falló, porque
Moncho lo esquivó y en cambio le asestó el primer golpe con la vara por debajo
de la rodilla, con lo cual lo tumbó al piso. Mr Danger le lanzó el golpe arriba,
a la cabeza, pero Moncho lo sorprendió porque se bajó y lo golpeó debajo de la
rodilla. Moncho le dio la vuelta y por la espalda le gritó, “esto es lo que te
toca por ofender y joder a los obreros venezolanos”, mientras le propinó otro
golpe con vara en la espalda, con lo cual cayó acostado en el piso y al
levantar la cara le dio el golpe final en la frente, que lo dejaría manando profusamente
un hilo de sangre que comenzó a bajar desde la frente de Mr Danger rodando por
la ladera interna del muro. Pero no le dio tiempo a ver si la sangre llegaba al
lago porque pensó que debía huir de una vez. Moncho no quiso seguir golpeando a
Mr Danger; creyó que estaban cobradas las ofensas y que ahora no seguiría
maltratando a los obreros. Pero sabía que a él lo buscarían la policía y el
ejército, así que salió corriendo a buscar refugio. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">De Mr Danger sólo quedó la leyenda. Recibió auxilio y se regresó a su
país bien pronto. Pero a Moncho le tocó luchar para sobrevivir. La policía de
seguridad de la compañía petrolera salió a buscar a Moncho. Lo mismo hizo la
policía de la dictadura. Cuando encontraron a Mr Danger empezaron a preguntarse
quién habría sido capaz de retarlo y vencerlo para dejarlo así. Algunos dijeron
que sólo podía hacerlo un hombre como Moncho, a quien nadie vio peleando contra
Mr Danger, pero pensaban que tenía razones y capacidad para hacerlo y ganarle
así.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Salió huyendo veloz hacia el pueblo de Lagunillas de Agua. Al llegar
buscó a sus amigos margariteños, a Miguel Núñez, quien había sido despedido por
“lista negra” y para subsistir estableció una pequeña tienda para vender frutas
a la entrada de Lagunillas de Tierra, y a<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Manuel Taborda, quien estaba preparando el plan para organizar el sindicato
y la huelga petrolera. Le aconsejaron que se escondiera rápidamente, mientras ellos
lo ayudaban a preparar el escape hacia otro lugar. Le recomendaron que se
lanzara al lago y se escondiera en Lagunillas de Agua, que tenía más de 300
palafitos, hasta que pudiera escapar. Moncho les pidió que buscaran a Victoria
y se pusieran de acuerdo con ella para salir huyendo a un lugar seguro; que le
dijeran que el punto de encuentro sería la última casa de palafito después de
la calle de la planchada del cine. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Esa noche Moncho durmió escondido en el agua del lago, entre palafitos
en Lagunillas de Agua y al comenzar a salir el sol de la mañana, se acercó
nadando a la última casa de palafito después de la calle de la planchada del
cine, que era de unos amigos de Trujillo. Se llenó de alegría y renovó sus
fuerzas al ver asomarse por la ventana más alta a Victoria, quien estaba en ese
lugar buscando cómo apoyarlo. El corazón de ella palpitó acelerado, tuvo ganas
de gritar y dijo en voz baja: “ayyy no joda!! Moncho, aquí estoy”; y empezó a sonreír.
Bajó en silencio hacia la cocina de esa casa y le entregó un envase con café y,
envuelto en hoja de plátano una arepa con queso; todo lanzado con cuidado desde
la planchada. Victoria le dijo: “Te espero aquí al caer el sol esta tarde; no
te dejes ver, que te están buscando; cuídese Moncho que yo a usted lo quiero
mucho”. Con esas palabras a Moncho se le renovaron las fuerzas y sintió que
podía estar sumergido en el agua por más tiempo. Esa misma noche le dijo Victoria,
mientras le acercaba comida en el palafito: “Todo el mundo en este pueblo está
hablando de ti. Mientras que el gobierno y las compañías te están buscando, toda
la familia, los amigos y la gente que tú has apoyado están haciendo una vaca en
cadena solidaria para ayudar; la gente aporta uno, dos o hasta cinco Bolívares
para ayudar y los del sindicato se comprometieron a aportar un día de salario
cada uno”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Así estuvieron encontrándose hasta la noche del primer jueves.
Recordaba clarito sus palabras que le volvieron a cambiar el rumbo de la vida.
Victoria le anunció: “Nos vamos en la madrugada. Le traje su ropa y maleta
preparada”. –Cómo es eso?, preguntó Moncho<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">-Tranquilo, usted saldrá de aquí vestido de mujer, como que fuera mi
abuelita. Tengo el dinero que se recogió en la vaca de solidaridad. Tenemos que
irnos mañana porque el lunes estallará la huelga petrolera y creen que se va a
paralizar todo; todo el mundo dice que apoyará la huelga, los comerciantes, los
estudiantes, los del transporte, y por eso hay que irse porque luego no podrá
salirse hasta que termine la huelga. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Moncho estaba cansado y no entendía bien. Victoria entendió que Moncho
estaba agotado y le dijo: “Salga del agua y duerma conmigo esta noche, que ya
usted tiene resuelto un viaje, un destino y una mujer que lo acompañe y lo
defienda. También le traje su vara, que se la fui a buscar por el muro, cerca
de donde quedó Mr Danger”. No se oyeron más palabras y en la madrugada salieron
caminando las siluetas de Victoria y su abuelita a esperar el transporte que
los sacó de Lagunillas de Agua hacia Lagunillas de Tierra, y desde allí hacia
Valera, desde donde seguirían hacia Caracas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">A la salida de la carretera de Lagunillas hacia Mene Grande, la vía
para escapar del Zulia hacia los Andes, estaban unos guardias armados revisando
los vehículos. Aún no había salido el sol y Moncho se hizo el dormido, en su
personaje de “la abuelita”. El guardia armado le pidió documentos de
identificación a los pasajeros. Todos le mostraron sus documentos, menos
Moncho. Victoria le dijo: “Ella es mi abuelita y está dormida, porque está
enferma”. El guardia preguntó en voz alta, “Y la viejita no tiene documentos?”
Volvió a insistir Victoria, con su voz melodiosa para calmar al guardia: “Mi
abuelita si tiene documentos, pero está dormida y enferma, y la llevo para
Isnotú a pagarle una promesa al Dr. José Gregorio Hernández; por favor no la
despierte”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El guardia le dijo: “Está
bien señorita, pueden seguir viaje, pero la próxima vez traiga los documentos a
la mano”. Siguieron el viaje, y Victoria susurró, “gracias José Gregorio”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Al llegar a Valera, Moncho se cambió la ropa de abuelita y se vistió
como un hombre. Asumió que era quien estaba viajando con su esposa a Caracas.
Consiguieron pasaje en autobús y llegaron a Caracas. Esa mañana, cuando el bus
venía entrando a Caracas, Moncho se despertó y vio por la ventana a su amigo
Manuel, manejando su bicicleta por el centro de la ciudad. Le gritó “Manuel….”
Y se vino manejando la bicicleta detrás del bus hasta la plaza Bolívar, que era
el centro de la ciudad, donde llegaban los autobuses de todo el país. Al
bajarse del bus se abrazaron y Moncho le dijo: “Ayúdame a ubicarme, necesito
llegar a Catia para buscar establecerme, vine a quedarme tranquilo en Caracas
con Victoria”. Manuel los condujo a un lugar seguro con la familia de una vez,
en su bicicleta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Vivir en Caracas era otra cosa. Todo era más cómodo y relajado que lo
que había vivido en los campos petroleros. Hasta fue más suave la noticia de
que había estallado la huelga petrolera, que había durado 43 días parada la
industria, y que sólo se había obtenido un bolívar diario de aumento y la
obligación de poner hielo para tener agua fría en el sitio de trabajo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Frecuentemente seguían recordando las aventuras que tuvieron en el
Zulia. Pero un tiempo después se abrazaron con tristeza al enterarse de la
noticia del incendio de Lagunillas de Agua, donde se quemaron más de 300 casas y
nunca se supo el total de personas que murieron quemadas o ahogadas. No se
investigó seriamente las causas del incendio, que empezó en el pozo propiedad
de la Venezuela Gulf Oil, que derramó el petróleo que supuestamente se incendió
con una lámpara que cayó al agua, una noche cuando el cine estaba lleno porque
estaban estrenando la película “El día que me quieras” con Carlos Gardel. Para
Moncho eso fue provocado por las petroleras que querían sacar a la gente de
allí, y así poder extraer el petróleo directamente en ese lugar. Entendió
Moncho que Mr Danger se habría ido, pero vendrían otros. No podía acabar con
ellos de uno por uno. Hacía falta una organización social que defendiera los
derechos de los trabajadores, hacían falta sindicatos para ayudar a los obreros
en su labor y partidos políticos para poner normas con libertad y democracia
para todos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">En Caracas, el Dios de Moncho y Victoria les concedió hijos fuertes
como Moncho e hijas con ojos bellos y sonrientes como Victoria. Pero Moncho
seguía inquieto por los sucesos que ocurrían en ese periodo de transición entre
el fin de la dictadura y el comienzo de la democracia. Por eso participó en la
fundación del partido URD, en 1945, bajo el liderazgo de su paisano Jóvito
Villalba. Se involucró en actividades de este partido político la mayor parte
del resto de su vida y volvió al Zulia, como militante político.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">De regreso al Zulia se encontró con la división de los trabajadores
petroleros, que los debilitó y redujo su poder negociador ante las compañías
petroleras extranjeras y el estado venezolano. Ahora había varios sindicatos y
federaciones y confederaciones sindicales en el mundo de la industria
petrolera. Había sindicatos que apoyaban al gobierno, mientras que otros
sindicatos apoyaban a la oposición, y muy pocos eran quienes defendían los
intereses propios de los trabajadores. Había dirigentes sindicales que se
vendían a las petroleras y traicionaban a los reclamos de los trabajadores.
Moncho pasó unos años en el Zulia y durante ese tiempo tuvo gallos de pelea en
la gallera de su paisano Cayetano Mata. Con la cría y pelea de gallos se
entretenía, además de compartir en las fiestas familiares. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Deseaba volver a Caracas. Pero lo que más deseaba era ver un verdadero
cambio social en el país. Regresó a Caracas. Empezaba a cansarse. Se enfermó por
tener muchos años fumando cigarrillos. El cáncer lo agarró por la garganta.
Para luchar por su salud, Moncho realizó el recorrido que mandaba la Sociedad
Anticancerosa y el Seguro Social. Cuando hacía las sesiones de quimioterapia,
al regresar a su casa, debía subir a pié las escaleras, porque estaba dañado el
ascensor del edificio donde vivía en el piso 14, y las subía lentamente
mientras seguía pensando en las cosas pendientes. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">En esos tiempos, Moncho decía que la guerra de independencia había
sido casi un fraude, porque los esclavos recibieron su libertad casi 40 años
después de que Bolívar lo decretó, porque el Congreso de Angostura no aprobó
los decretos dictados por Simón Bolívar, y la mayoría de la gente seguía en la
miseria gobernada por los mantuanos oligarcas y por los que se habían
atornillado en el estado robando renta petrolera. Los partidos lucharon bien
contra la dictadura, pero en el tiempo de la democracia se dedicaron a obtener
ventajas para los de arriba y se olvidaron de los que estaban abajo en la
pirámide. Los partidos que pactaron después de la dictadura de Pérez Jiménez se
olvidaron de sus principios. Decía: “Yo mismo estoy dispuesto a firmar el Acta
de Disolución del partido que firmé su Acta de Fundación y al que le dediqué
mis años de lucha política”. Victoria lo seguía acompañando y compartía sus
espontáneas sonrisas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Es verdad que ha habido oportunidades de progreso y ascenso social
para muchos, pero sigue habiendo gente en la miseria, campesinos sin tierras y
la misma estructura de propiedad de la tierra que había desde la época del
General Simón Bolívar. Los partidos controlan todo en las instituciones del
estado y de la sociedad y se reparten todo, en las universidades, en los
gremios y hasta se ponen de acuerdo para nombrar quiénes son los que ascienden
a General y a obispos. Las petroleras extranjeras quemaron a la gente en
Lagunillas de Agua y no pasó nada. Después las petroleras y el gobierno volvieron
salado al lago, con el canal de navegación de la barra, que hizo un gran daño
ecológico, y no pasó nada. Las leyes no son iguales para todos, los que tienen
poder o controlan los cogollos de los partidos siempre son los que mandan y no
les pasa nada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Una tarde, en víspera de la fecha de la batalla de Carabobo, Moncho
mandó a llamar a sus hijos y sobrinos que estaban cerca en Caracas. Les dijo
que ya se iba a morir, y les pedía que después de su muerte se trataran como
hermanos, que se ayudaran entre todos, que fueran solidarios y cuidaran el
sentido de unión y pertenencia de la familia. Les dijo también aprendan a
bailar y a tratar bien a las damas; piensen bien las cosas antes de decirlas,
para que mantengan su palabra siempre, como los galleros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">Y como Moncho había sido un luchador civil, defensor de los derechos ciudadanos,
eligió morirse en la fecha que quiso, y por eso le acompañamos al cementerio un
día 24 de junio, día de la batalla de Carabobo, porque Moncho quiso que
recordemos que falta seguir luchando por la libertad, por la independencia y
por el derecho a disfrutar las alegrías de la vida digna en paz.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;">*Sociólogo. Profesor emérito de la Universidad de Los Andes. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Andalus;"><o:p> </o:p></span></p>Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-84700640237564263332021-05-15T05:38:00.001-07:002021-05-18T06:34:35.813-07:00Gente de maíz<p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif""></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span face=""Verdana","sans-serif""><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmJBCXkPxtVWpeqM-plcjki2u1G3BZyATVADqlt1l7WQgVwfxLCmFdmbuqsR-o4LvDihSrs4sFTxRLXjMDtETDJsB9WmV4ViI0UTt4s_TKNu3YVpBiRWhF-lxET0mloV3ZsXz0FIM3kQA/s1004/IMG-20210511-WA0038.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1004" data-original-width="720" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmJBCXkPxtVWpeqM-plcjki2u1G3BZyATVADqlt1l7WQgVwfxLCmFdmbuqsR-o4LvDihSrs4sFTxRLXjMDtETDJsB9WmV4ViI0UTt4s_TKNu3YVpBiRWhF-lxET0mloV3ZsXz0FIM3kQA/s320/IMG-20210511-WA0038.jpg" /></a></span></div><span face=""Verdana","sans-serif""><br />(Orlando
Villalobos Finol*) Cuando uno se asoma en Maracaibo a una panadería, abasto, tienda,
mercado, mercadito, supermercado, supermarket, bazar o quiosco, se tropieza con
harina de maíz, en distintos empaques, que te recuerdan que lo mejor es que te
lleves uno, porque nunca se sabe. <o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"">Hubo una época
en la que una sola marca mandaba en los estantes. Las otras ocupaban espacios marginales.
Pero la tierra gira, el piso político se mueve y el monopolio tiembla. Pasamos
de una etiqueta a unas cuantas, más de 50. Además de la de Pan están Doña
Emilia, que financia al Portuguesa Fútbol Club; Juana, Maiskel, trujillana;
Lucharepa, de Los Teques; Doñarepa, Oriental, Mazorca, Maizabrosa, Doña Goya,
Harina Casa, Demasa, Fina, Doña Rosa, Ricarepa, Venezuela, Promasa. Nombro solo
algunas de muchas. El Silbón, Mia Chepa, Don Quijote, Las Tres Vírgenes, Deli
Arepa, Páez, Don Nicola, Doña María, Doña Celina, Celia, La Palma, Doña
Yolanda, Doña Arminda, Alimet, Solmia, San Jorge, El Valle, El Maizal, Doña
Belén, Luccia, Don Mauro, Budare Harina, La Nieve, La Pueblerina, D’Casta, Don
Eloy, Micaela. Sigue la lista (revolucionando.blogspot.com), porque se suman
las importadas. La crisis lleva a que resurja la producción o a que se
diversifique. Algo hay que hacer.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"">Tantas
etiquetas hacen recordar la fábula del chiripero que Alí Primera nombra en su
canción.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"">Siempre
fuimos comedores de arepa. Cuando los europeos llegaron a estas costas, con sus
planes imperiales y de dominación, tropezaron con la realidad de un mundo que
se alimentaba de maíz. Los descubiertos fueron ellos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"">Ya estaba
dicho por el Popol Vuh: “De maíz amarillo y maíz blanco se hizo su carne; de
masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del hombre. Unicamente masa
de maíz entró en la carne de nuestros padres” (Popol Vuh. Las antiguas historias
del Quiché. México, Fondo de Cultura Económica, 1952, 4ª. Ed, p. 103-104). En
Hombres de Maíz, Miguel Angel Asturias, (Buenos Aires, editorial Losada, 1957,
p. 21-23) explica que “las mujeres comían unas como manzanasrrosas de masa de
maíz sin endurecer (…) en tazas de bola servían el atol de suero de queso y
maíz”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"">En lo que
llamamos América, el maíz, junto a los frijoles y auyamas –calabazas-, cubrían
las necesidades básicas nutricionales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"">Cito esa
biblia maracaibera que es la edición especial del diario El Fonógrafo, del 19
de abril de 1910, y encuentro la publicidad de la molienda de granos de F.E.
Schémel ofreciendo harina de maíz, blanca y amarilla. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"">Allí la
tienes, dice el aviso, en el teléfono N° 51, “elaborada con maíz escogido,
completamente degerminado por medio de aparatos especiales, limpia, pura,
fresca. No tiene afrecho. No se pone agria. Rendidora, nutritiva, sana, propia
para convalecientes, económica, conveniente”. ¿Pa’ qué más! Lo lees y te dan
ganas de salir a comprarla, en alguna de sus modalidades: sacos de 100, 50 y 25
libras netas y en paquetes de 5, 1 y ½ libras.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"">Hasta hace
poco, en términos generacionales, el maíz todavía estaba en el centro de la
vida cotidiana, porque se cultivaba de manera directa, en fundos, conucos,
huertas, y luego pasaba al fogón o cocina de cada casa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"">La harina
precocida o refinada no se había masificado, en cambio la tradición o costumbre
era que casi todos los ritos se cumplían en el acto de reunir a abuelos,
padres, hermanos, niños y niñas alrededor del maíz. Había que hervirlo y luego
cada quien se iba turnando en la faena de molerlo, preparar la masa, hacer las
arepas y ponerla a la parrilla, la plancha o budare y asarlas. Ya a media tarde
comenzaba ese trajín que convocaba al grupo familiar, sin exepciones, para que quien
le pusiera ganas a la tarea.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"">Así
anduvimos por mucho tiempo hasta que se fueron imponiendo otros hábitos en el
venezolano promedio. El rentismo petrolero asumido como cultura nos fue
llevando, como sociedad, a darle la espalda al maíz y a la producción agrícola.
“Todo lo compro hecho”, era el leitmotiv repetido. El caldo de cultivo estaba
preparado para lo que vino enseguida, el alejamiento de la tierra, de la
relación fluida y natural con el campo, y el desarrollo del capitalismo de los
monopolios y de la marcas que te dicen qué puedes comer y dónde tienes que ir a
comprarlo, “hecho”, “ya listo para comer”, no importa si eso te alimenta de
verdad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"">Ha sido
ahora, en esta época rara de pandemia e implacable cerco económico contra el
país, con las sanciones económicas unilaterales, que se ha empezado a despertar
del letargo y a reencontrarnos, para volver a mirar a nuestros ancestros.
Muchos se preguntan, ¿Y cómo era antes? ¿Cómo hicieron nuestros abuelos y
abuelas, padres y madres? para no rendirse en tiempos de escasez, sequía,
gripes y otras pandemias. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"">De nuevo se
está empezando a volver a la tierra, los cultivos y las máquinas artesanales,
prodigiosas, caseras y domésticas de moler el maíz, para tener a la mano la
posibilidad de preparar las infaltables arepas, cachapas, guapitos, empanadas y
mandocas que siempre nos dieron la vida y el afán de aventura.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"">+La pintura
es del artista plástico Guillermo Ojeda Jayariyu.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"">*Periodista/
profesor emérito de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Zulia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif""><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif""><o:p> </o:p></span></p><br /><p></p>Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-77570105668807144292021-05-14T15:35:00.002-07:002021-05-14T15:36:30.836-07:00Teología de la calle<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">(Orlando
Villalobos Finol*)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">En 1979 un
periódico influyente de Caracas –El Nacional- publicó una fotografía que
mostraba la protesta de un grupo de trabajadores en una fábrica textilera de
Maracay. Era una nota en una página interior, casi irrelevante. A los tres días
la policía política –la Disip- irrumpió en la puerta de uno de los
fotografiados. Apenas pudo recoger algo. No pudo llamar a nadie, dijeron los
vecinos testigos. Lo llevaron directamente al aeropuerto de Maiquetía, lo
subieron al primer avión y lo expulsaron del país. Era sacerdote católico, extranjero,
trabajaba en esa empresa como parte de una misión de trabajo político.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Le
aplicaron el antiguo método del ostracismo y le desconocieron sus derechos. No
faltaba más. Lo mismo que le hicieron al Padre Francisco Wuytack, otro cura
católico que promovió una intensa labor social y política en las comunidades
del oeste de Caracas. Le decían el cura de La Vega. Igual, el primer gobierno
del socialcristiano Rafael Caldera, en 1972, lo declaró persona no grata por
“subversivo” y lo sacó del país. Había llegado en 1966 como sacerdote obrero,
pero la deriva de aquellos años lo sembró en La Vega, donde organizó a la
comunidad por el agua, una escuela, por calles y escaleras; creó el teatro
callejero. “Cada vez éramos más rebeldes y menos pobres”, dijo en una
entrevista (</span><a href="https://m.aporrea.org/actualidad/n83195.html"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">https://m.aporrea.org/actualidad/n83195.html</span></a><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">II<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Cuando Antonio
Sánchez se bajó del avión, en el aeropuerto internacional de Maiquetía, tenía los
antecedentes de un país en el que aparentemente no pasaba nada, según las
agencias internacionales y empresas de comunicación <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ligadas a las corporaciones petroleras, pero
donde había habido guerrillas, campos de tortura o teatro de operaciones, según
el eufemismo oficial; se allanaba una vivienda, sin orden ni concierto; la policía
disparaba primero, averiguaba después; era difícil conseguir un cupo en la
universidad, la Constitución era una palabra más. “Se acata pero no se cumple”,
decía cualquier personero militar o policial. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">En aquel
mapamundi de la década de los 80, Antonio, recién llegado, empezó a situarse,
tratando de entender un movimiento popular que buscaba alternativas de
organización social y política. Vino de Chile donde no había margen para una
labor de búsqueda de la justicia, aquí en la tierra, porque la dictadura de
Pinochet había impuesto el silencio opresivo, a fuego. Cualquier palabra te
delataba. Una detención te convertía en candidato a ser asesinado y
desaparecido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Era
sacerdote católico, con pasaporte español pero con un horizonte claro de
justicia y fraternidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">En Ciudad
Guayana, ese río de pueblo que forman San Félix y Puerto Ordaz, lo esperaban
varios hermanos suyos, de la militancia obrera, y quizás de la fe. Habían
militantes cristianos, sacerdotes varios, con orígenes diversos: Bélgica,
Holanda, España y Francia. Había tres hermanas religiosas participantes activas
de aquel movimiento y todavía más, activistas y ex activistas de la Juventud
Obrera Católica, la JOC, y de otros movimientos ligados a la iglesia. Era de la
JOC, David Hernández, trabajador de Sidor, con amplio recorrido en la
organización de trabajadores, en otras ciudades de Venezuela y fuera del país.
Mientras se mantuvo en la fábrica supo preservarse; cuidarse, advertir y
proteger al colectivo. Como él muchos otros activistas, estudiosos y
experimentados en la lucha en el mundo fabril.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Antonio
Sánchez buscó trabajo y lo consiguió de inmediato. Tenía formación y
condiciones. Un día se apareció ante los suyos como un orgulloso portador de un
carnet, que lo acreditaba como obrero de Sidor. Pero él sabía en lo que andaba
y lo que le esperaba. No estaba para exhibirse, ni cometer el error de
mostrarse sosteniendo una pancarta, ni ser portavoz. Lo suyo era un trabajo de
siembra, para usar la metáfora agrícola. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">En medio de
aquel inmenso movimiento de trabajadores de Guayana, él y los suyos tenían que
pasar inadvertidos y clandestinos, haciendo lo imposible para que la palabra
justa se dijera y prendiera, organizara y movilizara. Ese era un asunto urgente
y necesario para levantar un movimiento esperanzado, pero sobretodo organizado,
alternativo, irreverente y rebelde.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">III<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">A
principios de la década del 80, se mantenía el eco de la “Gran Venezuela”
anunciada por Carlos Andrés Pérez, en su primer gobierno. Buena parte de ese
programa tenía a Guayana como epicentro, en donde se prometía el relanzamiento
industrial. Eran días para la grandilocuencia: el plan IV de Sidor, los
megaproyectos del aluminio (Alcasa, Venalum, Bauxiven) y el segundo puente
sobre el río Orinoco –que se construyó 25 años después-. Venezuela despegaría
con esa infraestructura industrial. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Con esa
inversión y esa promesa, Guayana se convirtió en lugar de peregrinaje. Llegaron
contingentes de miles de trabajadores de los pueblos de oriente, y de los
países vecinos –brasileños, peruanos, colombianos, ecuatorianos-. Venían de ser
pescadores y agricultores; llegaban atraídos por ese nuevo mundo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Los
suramericanos dejaban atrás a sus países con economías empobrecidas y algunos
con experiencia política o sindical, acosados y perseguidos. Había técnicos y
profesionales. Algunos formaron sus propias comunidades y barrios. En aquella
ebullición insurge un movimiento obrero y social renovado, que desafiaba a la
antigua mafia sindical de los partidos del sistema -AD y Copei-, y la central
obrera –CTV-.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Es en ese
contexto que se multiplican las publicaciones obreras de izquierda, Alfredo
Maneiro funda el movimiento de los Matanceros, que después devino en La Causa
R; la Liga Socialista, GAR y CLP establecen vínculos con<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>grupos de trabajadores. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Es en ese
movimiento creado por movilizaciones, diálogo y debate, en ese caldero de
ideas, que estos sacerdotes y religiosas, teólogos y teólogas de la liberación
a su manera, rompen el molde y se van a las fábricas de hierro, siderurgia y
bauxita, acero y aluminio, y allí son compañeros de jornadas de trabajo y de
sancochos; de parrandas y de amores; de socialismo y de planes de organización;
fortalecieron los sindicatos y los movimientos barriales de Guayana. Como pocas
veces, el sacerdocio no se ejerció para dar un sermón. El milagro se hizo
común.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Antonio
Sánchez se quedó en Guayana. En una ocasión viajó a España y de regreso contó
que estando allá con su familia, descubrió que su lugar en el mundo estaba en
el trópico guayanés. Pudieron más la fuerza telúrica, el río y la leyenda de la
sapoara.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">*Periodista/
profesor emérito de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Zulia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p>Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-29702506956715487942021-05-14T15:32:00.004-07:002021-05-14T15:36:52.606-07:00Metáfora tóxica<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Orlando
Villalobos Finol*<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Emmanuel
Macron, presidente de Francia, abrió fuegos el 16 de marzo de 2020: “Estamos en
guerra”. Así habló a su país sobre la llegada de la COVID-19; un nuevo enemigo
tocaba la puerta. Trump no se quedó atrás y dijo que se veía como un presidente
en tiempos de guerra. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Así, el
lenguaje político hegemónico impone la metáfora bélica, en la época de esta
pandemia por coronavirus. Es la supuesta guerra contra el virus. Total, el
culpable es el otro, invisible, extraño, extranjero, raro, inmigrante.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">La metáfora
bélica señala a un enemigo y oculta lo inocultable, que detrás de la pandemia
por la COVID-19 está la crisis ecológica, después de tanto ataque implacable y
persistente a la naturaleza, los modelos de maldesarrollo, la deforestación, la
destrucción de ecosistemas y de la biodiversidad, la insalubridad, por un
sistema capitalista que busca maximizar la ganancia en cada hora y segundo,
llevándose todo los demás por delante, flora y fauna, seres vivos, el planeta
entero si es preciso, nuestra casa común, según la denominación del Papa
Francisco.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Se oculta
que en Canadá, un país de 38 millones de habitantes, el primer ministro Justin
Trudeau firmó contratos con siete farmacéuticas para obtener más de 400 millones
de dosis, cinco veces más de las que utilizarán en el país. Hace visible de ese
modo que algunos países poderosos acaparan las vacunas y a los otros que se los
lleve la parca.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">La profecía
de Naomi Klein va tomando cuerpo, la crisis generada por la pandemia se va
convirtiendo en una nueva oportunidad para repetir la fórmula del capitalismo
del desastre o “doctrina del shock”. Se ponen en práctica políticas que
profundizan la desigualdad y las élites –clases dominantes- se enriquecen… ¿Más
todavía?.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">La tal
“nueva normalidad” al principio se presentaba como una novedad. Un año después,
de la llegada del virus, los datos a la mano indican que no se vislumbra un
paraíso prometido; que si no hay un giro trascendente, lo que viene puede ser
peor en condiciones sociales y ecológicas que el mundo que dejamos atrás.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Como dice el
profesor Lusbi Portillo será dura la lucha por la defensa de los suelos, aguas
y bosques; y por las distintas formas de vida y cultura. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">El reto
para cada uno de nosotros es inmenso, colosal. En lo personal, nos toca vencer
la adversidad y abrir caminos. Como colectivo o ciudadanía, reclamar que
nuestro gobierno ponga el cuidado de la vida en el centro. Eso nada más.<o:p></o:p></span></p>
<p><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">*Periodista/
profesor emérito de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Zulia</span> </p>Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-51784389789578506292021-05-14T15:30:00.001-07:002021-05-14T15:37:12.964-07:00Algoritmos son amores<p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Orlando
Villalobos Finol* <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Antes
leíamos de corrido. Había tiempo entre una y otra edición del periódico. La
tinta y el papel reinaron por demasiado rato, desde el siglo XIV hasta el XX.
El papel impreso era sinónimo de conocimiento, cultura y liderazgo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El que leía, sabía. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">El papel
impreso siguió hasta mediados del siglo pasado hasta que poco a poco se fue
encontrando con otras alternativas, que le restaron fuerzas y van minimizando su
presencia: la radio, el cine, la televisión y finalmente el omnipotente ecosistema
digital. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Algo ha
cambiado. Ahora se lee en modo teléfono, esto es, a cada rato y a trompicones,
con mensajes que van y vienen. Se lee distinto. Pero también se escribe de otra
manera. Un escritor de radionovelas decía, con pretensión, que intentaba llegar
“al corazón de las mujeres”. En este momento, por muy artesano de las letras y
las palabras que seas tomas en cuenta el algoritmo. O lo tomas en cuenta o no
sirve, o te hacen creer que no sirve. Es el mundo Google, que está hecho para
que trabajes, te conectes, te enteres de las criptomonedas, no necesariamente
para que seas tú mismo y seas feliz.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">El
algoritmo es el que le permite a Google distinguir unos textos de otros, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mediante una serie de operaciones matemáticas.
Siendo así tenemos que explorar e intentar que cuando alguien ponga palabras en
un buscador, nuestros textos y miradas tengan la opción de ser seleccionados.
De allí las recomendaciones actuales vía SEO, el optimizador de buscadores, en
esta traducción casera.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Alguien que
haya “emborronado cuartillas”, según la antigua frase, sabe que el gran relato,
el que se queda tatuado en la piel, es aquel que es verdadero, inteligente,
propone un diálogo, y nos aproxima y emociona, porque permite apreciar una
pequeña historia, en medio de un contexto, que lo rodea y le da significado; en
medio del conflicto por sobrevivir, aunque debí usar otra palabra: vivir. Todo
eso en una, cien o tres mil líneas, con sus respectivos caracteres o golpes de
teclado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Así es como
se nos revela la historia que consigue amores, amigos, espíritus rebeldes y
aventureros, que nos acompañan, no porque comparten todo lo que escribimos y
posteamos, sino porque saben que están ante una palabra artesana que se ha
sembrado y ha crecido a “golpes de sol y de agua”, como aquella hierba de la que
nos habla la canción de Serrat, que permite que se nos haga “más corto el
camino aquel”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">*Periodista/
profesor emérito de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Zulia<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p><br /><p></p>Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-61625155346781871342018-11-14T14:50:00.004-08:002018-11-14T14:50:54.885-08:00Maracuchos<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-bottom: 6px;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-top: 6px;">
(Orlando Villalobos)</div>
<div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; margin-top: 6px;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El término ciudadanía tiene sentido y razón cuando se entiende como antónimo de clientela y, en el caso de los medios masivos, de pendejo internauta, o televidente.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ciudadanía tiene un contenido que la emparenta con derechos, tejido social solidario, inclusión social y justicia, pueblo en movimiento y pensamiento descolonial.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ser ciudadano también quiere decir “ser de una ciudad”, solo que en su mejor definición, aquella que nos conecta con un territorio que se convierte en nuestro lugar en el mundo. No deja de ser llamativo que en la medida en que apareció el neoliberalismo, con pretensiones arrasadoras, el discurso modificó sus marcas y se empezó a hablar de “ciudadano del mundo”; lo local, comunitario y del barrio eran ya un asunto para el olvido. No exactamente somos ciudadanos del mundo, somos ciudadanos de una ciudad que habita el mundo. Parece lo mismo pero no es.</div>
<div style="text-align: justify;">
Antes de que existieran los Estados-nación, incluso hasta mediados del siglo XIX, el gentilicio de una persona se lo otorgaba el suelo donde había nacido. Había caraqueños, cabimeros, guayaneses y maracaiberos. Los alemanes que llegaron aquí, con las casas comerciales del siglo XIX, se identificaban de acuerdo con sus ciudades de origen; decían que eran de Hamburgo o de Berlín. Todavía no se habían inventado los países o significaban muy poco. </div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora que el proyecto de recuperación del centro de Maracaibo, ya comenzó, deja de ser una quimera y se convierte en objetivo fundamental, vale recordar que parte sustancial de ese proceso está en retomar los contenidos simbólicos de la experiencia colectiva. Sólo así se puede recuperar la identidad y la memoria colectiva de lo que somos, y podremos –que así sea- reconocernos en el patrimonio cultural, histórico, social que nos pertenece.</div>
<div style="text-align: justify;">
Avanzar en la recuperación del centro de Maracaibo conlleva una larga, compleja y exigente tarea de reorganizar los mercados, de rehabilitación física; de recuperar monumentos, edificaciones y sitios históricos, de preservación y de nuevos usos del espacio público del casco central de la ciudad. </div>
<div style="text-align: justify;">
Ese eje de recuperación y rehabilitación arquitectónica es una de las claves, pero no la única. La arquitectura pesa pero quizás más los símbolos que sobre la ciudad construyen sus propios moradores. Así fue siempre.</div>
<div style="text-align: justify;">
La ciudad es un hecho físico y espacial, pero al mismo tiempo, es un hecho cultural, social e histórico; es el fruto de una creación colectiva. </div>
<div style="text-align: justify;">
El Estado-gobierno a veces mete la mano, recupera una edificación o espacio, pero luego la deja a la deriva. Se hace una inversión pero no se hace seguimiento del uso que se le da. Es el caso de la emblemática calle Carabobo, recuperada a medias y luego dejada a su suerte. Se recuperó para la evocación pero no ha habido organismos que hayan hecho seguimiento del uso.</div>
<div style="text-align: justify;">
Aquí tropezamos o chocamos con dos palabras válidas para lo que hablamos: evocar y usar, que ayudan a entender cómo se define y resuelve la relación entre ciudadanía y ciudad. Al menos cómo se resuelve desde la óptica de la comunicación. Evocar como sinónimo de traer algo a la imaginación o a la memoria. Se evoca o recuerda cuando se hace referencia a acontecimientos, personajes y mitos; los lugares, calles, colores y olores. Se evoca cuando echamos mano de las fabulaciones que siguen sueltas en historias, leyendas y rumores. Son los relatos urbanos, o simplemente los relatos, que explican y sazonan nuestro lugar en el mundo, desde el territorio al que pertenecemos. Eso sí sabiendo que el territorio no es solo algo físico, es también extensión mental y espiritual –en su connotación humana-; es también el relato callejero. En eso concuerdo con Armando Silva (Imaginarios Urbanos. Bogotá y Sao Paulo: cultura y comunicación urbana en América Latina, 1992).</div>
<div style="text-align: justify;">
Esa evocación de lo que somos –y de lo que podemos- está en las crónicas narradas en las gaitas, que nos recuerdan que “así es Maracaibo… marginada y sin un real”, o “qué más le puede pasar, que ya no le haya pasado”. Está en la leyenda de sus personajes, unos más citados que otros: Jesús Enrique Lossada, Udón Pérez, Manuel Trujillo Durán, fotógrafo y cineasta fundador; Kuruvinda o Régulo Díaz, el gran cronista de siempre; “el monumental de la gaita”, Ricardo Aguirre, ese Gardel que tenemos en Maracaibo que rebasa límites y prejuicios oficiales, Julio Árraga Morales y Manuel Puchi Fonseca, que como me explicó Edgar Petit, son los pilares fundadores de la pintura zuliana; Y tantos otros. </div>
<div style="text-align: justify;">
Pero no es solo evocar, como ya dijimos, es también el uso y disfrute de los espacios. Usar es trazar rutas, ir a los sitios, visitar zonas de la ciudad con alguna frecuencia, estar allí; usarlos, cuidarlos y preservarlos. Es lo que hacemos cuando recorremos los mercados, plazas y lugares. A veces no lo pensamos, ni lo decimos, pero tenemos nuestro propio mapa de la ciudad o croquis urbano. Muchos van a Las Pulgas “porque allí es más barato”, o les quedó esa ruta trazada por sus padres, tíos o abuelos para comprar pero también para recorrer.</div>
<div style="text-align: justify;">
El uso que le podamos dar a ese centro de Maracaibo, dándole vida a las valiosas edificaciones que allí están, repoblándolo, haciendo que vuelva el bullicio, dándole espacio al turismo, con hoteles, posadas y restaurantes; recuperando la imagen del espacio que se puede visitar y disfrutar, todo eso es clave para una recuperación, rehabilitación y revalorización verdadera. Se puede. Querer es poder.</div>
</div>
Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-67105692339763820692018-11-14T14:44:00.000-08:002018-11-14T14:46:03.989-08:00Claves para degustar nuestro Mezclaje[1]<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";">(Orlando
Villalobos)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";">I<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";">Este Mezclaje (César
Chirinos, Fundarte, Caracas, 1987) viene a constituir la encarnación de la
forma de ser y del discurrir de esta época. La encarnación de este tiempo
verdadero y humano, espontáneo, retrechero, generoso y lleno de limitaciones.
La representación de este mundo de factura maracucha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Una
obra de pasajes fugaces, con personajes que van y vienen, acechados por la
cotidianidad, que cocinan sus desventuras en el tráfago demoledor de la
inercia, y aquí hallamos una arista que sobresale en cualquier comentario que
pueda hacerse sobre esta novela: su fragmentariedad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Recientemente,
alrededor de este tipo de trabajo, se han abonado diversos argumentos. Se ha
llegado a hablar de una supuesta crisis de nuestra narrativa. José Ignacio
Cabrujas, en un artículo muy comentado, expuso la crítica ante lo que denominó
“los laberintos narrativos”; y Pedro Berroeta dijo que nuestros poetas y
escritores abusan de un lenguaje crítico, cerrado, condenado a no ser
vanguardia de nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La
preocupación es comprensible, pero el problema es menos simple de lo que se
cree, porque fíjese bien, ¿acaso no vivimos tiempos cambiantes y móviles? Que
se sepa ningún escritor vive encerrado en una campana neumática, como para no
vivir el pálpito, las esperanzas y desilusiones de una sociedad en transición
como la nuestra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Cabalgamos
los segundos de este “siglo de la transición”, como profetizara Fernando
Pessoa. Una época de desafíos, indagaciones, de nuevos lenguajes, en donde lo
natural y posible es que la tinta de este tiempo deje su huella en la poesía,
en la narrativa y en cualquier otro quehacer humano. Así, con su carga de hoy:
fugacidad, urgencias que no terminan de ser tales, desgarradoras rupturas,
negaciones que quieren ser nobles, búsqueda constante, gusto por el reinicio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Mucha
de esa carga vivencial, referencial, de esa fuerza del tiempo de hoy, encuentra
su lugar en Mezclaje. Es este un fresco de la pluralidad de significados que
somos. Un mosaico de nuestra conformación étnica, cultural e ideológica.
“Polisemia de nuestro caos Caribe”, como señalara alguna vez César Chirinos, su
autor. Una diversidad de fuentes de conocimiento. Muestra de variado matices:
“Hablaba el broken english, el antillano español, el papiamento curazaleño, el
wayúu, el inglés de boxeadores y beisboleros, el alemán de ferretería… el
francés de las madeimoselle de barco y el vos que posee a los caídos y
desarraigados” (p. 27). Una comunidad que es muestra activa y viva de ritmos
distintos. Una representación de muchas oralidades. Con distintos orígenes:
negro, wayúu, barí, añú. De leyendas guardadas en la memoria. Ciudad puerto que
sabe que el barco no viene. Que depende de los dones ancestrales del agua. Que
guarda sus ideas “en la percusión de nuestros tambores” (p. 84). Que relaciona
el tam tam de los chimbangueles “con el trueno, el relámpago, el canto del
gallo, el bú bú del barco, el pito de la fábrica”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>II<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
este Mezclaje las palabras fluyen unas tras otras, sin detenerse, sin dar campo
a la respiración, como la lluvia que cae sin preguntarse cómo, ni cuándo.
Palabras que se suceden, sin principio ni fin.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
esta obra de César Chirinos hay un poco de lo que dijera Octavio Paz en un
ensayo, el poeta “para mantener una precaria unidad entre el hombre y el mundo,
nombra las cosas con imágenes, ritmos, símbolos y comparaciones… El poeta es la
conciencia de las palabras, es decir, la nostalgia de la realidad real de las
cosas"<a href="file:///G:/DEFINITIVO/C%C3%A9sar%20Chirinos.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
Aquí las palabras se atropellan para buscar su propio peso, su configuración y
su espacio. Quizás por esa circunstancia, a veces la lectura de Mezclaje se nos
traba y tenemos que sacudirnos, para no terminar embriagados por la palabra.
Por ratos, el lenguaje se hace de difícil comprensión y el camino de la lectura
se vuelve penoso. No obstante, en beneficio de César Chirinos tenemos que
acotar, que él permite que el mundo se diga a sí mismo, con su propia fabla y
de esta manera facilita, lo que Paz llama “la precaria unidad entre el hombre y
su mundo”. Y para tejer ese enlace, Chirinos se vale de las palabras que le
sirven de vaso comunicante. En esta dirección, él permite que la vida haga su
propio registro, teniendo a veces que inventar palabras para que ese cometido
se cumpla. Aunque quizás a veces las invente para aumentar las dudas y
cavilaciones del lector.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Esa
habla viene dada por personajes sonámbulos, hijos de la noche, jugadores de
gallo y de lotería, funambulescos, atormentados, esperanzados, que discurren
del mercado al botiquín y de allí al pueblo o al país. Resulta curioso, por
ejemplo, que Uyón Vivas, desde su rincón prostibulario, moviendo el hielo de su
ron con el dedo, saca cuentas, calcula, discute, anuncia la lectura de su
mundo; un mundo que para los demás es casi o completamente imaginario, pero que
para él existe, con sus personas de carne y hueso, sus animales, sus fantasmas,
sus recuerdos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y
así vemos desfilar al propio autor, protagonizando sus angustias; Juan de Dios,
Príamo Oñate, la Anadeadora y demás mujeres que hacen vida en el bar. A
Honelia, la que después de graduada se quedó dando clases en la misma aula en
la que estudiaba y ahora la invade el remolino de la duda y el inasible drama
de la mujer libre que no termina de encontrarse. Ellos son los personajes –aquí
no están todos enumerados- que sabiéndolo o no, escriben y reescriben cada día
la historia personal. Algunos la escriben apoyándose en la “poesía crítica
botiquinera” (p. 38); historia “escrita a mano, más con instrumentos de cirugía
intuitiva que herramientas aristotélicas. Hoja suelta, sangre suelta, pasión
suelta, inspiración suelta, ebriedad suelta” (p. 38). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Tragedia
suelta como la Príamo Oñate, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">rookie </i>de
la temible “bola de tenedor” que se quedó esperando, para que los demás
dijeran, “vean quién va ahí… la última bola de tenedor que nos va quedando” (p.
60). Y mire que es una tragedia ajena y cercana, porque cuántos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">rookies </i>ha visto usted vagar, “cuesta
abajo en la rodada”, como dice el tango. Este Príamo –y permítame el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">flashback</i>- me trajo a la memoria, a
aquel primera base bajito, flaco casi hasta la transparencia, que jugaba para Cardenales
de Lara, que si mi erudición beisbolera no me falla, estuvo antes con el
Pastora. Pues ese primera base las atrapaba todas y cuando más hacía falta se
aparecía con un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">jit </i>salvador. A ese,
que en mis días infantiles, yo daba por descontado que terminaría paseándose
por los estadios de las Grandes Ligas; un día, para mi tristeza, lo encontré
por ahí, alcohólico, desamparado, flotando en sus fantasmas de súper pelotero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>III<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Más
que seguirle la huella a algún personaje citadino, el autor de Mezclaje tiende
la mirada sobre la ciudad. Busca en su intimidad, examina sus tentaciones,
palpa la textura de las emociones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La
ciudad no es vista simplemente como un hábitat, como un espacio para las
andanzas rutinarias. Ni mucho menos es observada a través de un cristal dócil,
simplificador del entorno. En contrapartida, a cualquier intento que se remita
a la situación eventual o anecdótica, aquí se apuesta a un encuadre sugerente y
develador de la trama citadina. Un lenguaje que busca atrapar las ondulaciones
de cada movimiento de la ciudad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
este Mezclaje, Maracaibo está allí, navegando en su ritmo, empeñándose en
atemperar las duras tensiones del tiempo. Más que un hábitat, entonces, es un
medio fecundo para estimular profundas relaciones e interrelaciones entre su
gente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Empleando
las palabras del autor, podemos decir que en Mezclaje la ciudad es vista “en
las expresiones turbias, los ángulos torcidos, los claroscuros y los colores
cenizos” (p. 40); es vista “en la interpretación irónica que Regne Ojeda
-¿Ender Cepeda?- y Legna Añep -¿Angel Peña?- hacen de la arquitectura, el
paisaje y los personajes citadinos” (p. 40). </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><o:p></o:p></span><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-tab-count: 1;"></span>IV<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>“El
teatro de la vida es un monstruo de mil cabezas” (p. 112). Precisamente lo que
justifica y valida a Mezclaje, es ese intento por adentrarse en la senda
abigarrada y confusa, en los vericuetos sin regreso, en tantas situaciones
absurdas que cotidianamente mueven los hilos de la ciudad. Es allí, en esa
arena movediza, en donde Mezclaje gana su interés; deriva el toque singular que
la pone a salvo de cierta narrativa insípida y vacía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Mezclaje
se nutre de la teatralidad de la vida. Aunque a César Chirinos le parezca
simplista el viejo aforismo de que “cada cabeza es un mundo”, no puede evitar
que cada personaje conviva con sus nostalgias, se hable a sí mismo, haga una
lectura del mundo, a partir de las propias convicciones y percepciones, es
decir, no puede evitar que cada quien vea el mundo a su manera. Esa es la
bondad y verdad de Mezclaje. Esta es la fuerza secreta que le permite
sobrevivir al silencio.<o:p></o:p></span></div>
<div style="mso-element: footnote-list;">
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/DEFINITIVO/C%C3%A9sar%20Chirinos.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Publicado en la revista En Ristre N° 2, septiembre-noviembre de 1991. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/DEFINITIVO/C%C3%A9sar%20Chirinos.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Paz,
Octavio. Conjunciones y disyunciones, p. 115.<o:p></o:p></div>
</div>
</div>
<br />Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-11649436573807744842018-10-23T11:36:00.002-07:002018-11-14T14:46:27.794-08:00Ciudadanía maracucha<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";">(Orlando
Villalobos)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";">La
recuperación del centro histórico de Maracaibo, que ya comenzó, tiene un
impacto benefactor para el resto de la ciudad. Hay que solo imaginar lo que
representa un centro ordenado, limpio y reluciente que se pueda visitar,
recorrer y disfrutar; que se pueda aprovechar para explicar a propios y
extraños nuestra historia, arquitectura y tradiciones. Explicar, por ejemplo,
lo que significan el Teatro Baralt, la Casa de Morales, la Casa de Gobierno o
de la Gobernación, el edificio del antiguo mercado, hoy convertido en el Centro
de Arte Lía Bermúdez, la relación directa entre el lago y la ciudad, el valor
de los monumentos religiosos que forman parte del patrimonio histórico de
Maracaibo: la iglesia Santa Ana, el convento de San Francisco, la catedral de
Maracaibo y otros. Estamos hablando de que buena parte de ese patrimonio
histórico, cultural y ambiental del estado Zulia están en ese centro histórico.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">En una palabra revalorizar. Lo que
no se conoce no se cuida, ni se quiere, ni se defiende. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">En sentido estricto, cabe la
aplicación de las tres R: recuperar, rehabilitar y revalorizar, todo eso es
necesario porque no se trata sólo de lo físico, sino también de recuperar las
prácticas sociales y ciudadanas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Tengamos en cuenta que con el
deterioro y pérdida del centro, de su marginalización, se disolvió el tejido
social y todo eso se convirtió en un espacio de negación de la ciudadanía. El
centro se veía como algo peligroso y además desaconsejable. Allí imperaba la cultura
del “sálvese quien pueda”, o aquello de que si no te lo hacían a la entrada, te
lo hacían a la salida. Los valores históricos, patrimoniales y arquitectónicos
terminaron tapiados por los tarantines improvisados y el caos convertido en
forma de vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Por eso, ahora, hay que volver a
lo ciudadano, no como algo que se decreta, sino porque se construye, “golpe a
golpe y verso a verso”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Ciudadanía significa que nos
reconocemos en lo que somos y en lo que hacemos; que acudimos a un mercado no
como vulgares consumidores, o como parte del necesario intercambio de bienes.
Es mucho más. Es hacer uso de un territorio indispensable para la convivencia,
el reencuentro y la comunicación, en el sentido de juntar lo que tenemos en
común.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">La idea de ciudadanía la asociamos
a la posibilidad de sentirnos como parte de una comunidad y estar incluidos.
Esa es la sensación que sentimos cuando volvemos al barrio o pueblo, en donde
nacimos y crecimos. Allí nos reencontramos con los otros pero también con lo
que somos. Sin decirlo, sentimos que allí comenzó todo. Cerca estaba la escuela,
el juego, la casa paterna, los abuelos, las primeras andanzas. Cuando eso lo
vamos dejando atrás o lo perdemos nos vamos excluyendo de la comunidad. Eso que
nos sucede como personas lo podemos llevar al plano colectivo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">La identificación del pueblo
maracaibero con el centro histórico se fue perdiendo a través de un proceso de
distorsión que llevó décadas. No fue que las mafias transnacionales llegaron y
fueron copando los espacios. Hubo dejadez, complicidad y abandono.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Muchas de las voces plañideras que
ahora dicen redescubrir el centro histórico ocuparon posiciones de poder y nada
hicieron o fueron cómplices de una destrucción sistemática que, sin querer
queriendo, favoreció la penetración de prácticas perversas. Eso sucedió con los
gobiernos de los Rosales, verbigracia. Recuperar ese centro histórico para el
ejercicio ciudadano y comunitario requiere, principalmente, de políticas claras
y precisas y de una voluntad de gestión definida y compartida. Solo así. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Para que ese centro histórico
renazca para la ciudadanía se requieren de circuitos culturales, de la
recuperación del mercado, del uso del malecón para la recreación, de estímulo
al turismo, eso y mucho más, pero fundamentalmente de una voluntad política de
cambio como la que se ha comenzado a poner de manifiesto (Orlando Villalobos).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<br />Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-56572636705383790632018-10-23T11:31:00.000-07:002018-10-23T11:36:58.712-07:00Epifanía maracucha<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";">Esta
historia comenzó con la destrucción d</span><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">el centro histórico por la aplicación
de conceptos al uso y la moda, en la década de los 70, durante el gobierno de
Rafael Caldera, que buscó una supuesta “renovación” y dejó de lado el valor
histórico de ese centro urbano, donde se originó la ciudad. El resultado está a
la vista, hay un centro histórico semipoblado y a la deriva, que viene siendo
utilizado y explotado por las mafias que cultivan delitos como la prostitución,
el tráfico de personas, el lavado de dinero, el ataque contra el Bolívar, en
fin. La caída del centro de la ciudad, en manos perversas, resume el conjunto
de males que atacan y destruyen el tejido social de una ciudad con identidad,
historia, símbolos, valores y orgullo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Poco a poco ese centro de la ciudad se
iba degradando y perdiendo, frente a la inacción cómplice de autoridades, gobernadores
y alcaldes. De allí el impacto inmediato que han tenido las políticas públicas,
traducidas en decretos que han revolucionado la ciudad. Son los decretos de la
Alcaldía Bolivariana de Maracaibo.</span><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";">
Son el 35</span><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"> que declara zona de protección especial el patrimonio histórico y
cultural del casco central de Maracaibo y dice que se harán varias
intervenciones para el saneamiento y reordenamiento del centro; y el decreto 36,
</span><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";">que ordena la
intervención<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de mercados privados y
centros comerciales del municipio Maracaibo, ubicados en la periferia del casco
central. Se refiere a los mercados Las Pulgas, Las Playitas, Callejón de los
Pobres, y a los centros comerciales La Redoma, Plaza Lago y Bingo Reyna.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";">Pero
más importante que los documentos está la acción emprendida. Apenas ha
comenzado la recuperación y ya es visible la diferencia en los videos, fotos y
en las visitas que cualquiera puede realizar. La madeja de tarantines, caos y
desorden está siendo desplazada y borrada, para que las calles puedan respirar
nuevamente y la arquitectura, identidad y símbolos de ese Maracaibo de siempre
resurja. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";">Una
de las distorsiones que se ha encontrado, que ha sido denunciada por el alcalde
Willy Casanova, es que </span><span style="color: #222222; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">las edificaciones históricas del
casco central y de la fachada de la avenida Libertador están en manos de
extranjeros y de las mafias, compradas o adquiridas recientemente con recursos
provenientes de las prácticas del “bachaqueo” de alimentos, combustible y de
medicamentos, “y convertidas en hostales improvisados o en grandes almacenes
que le servían a la economía de “Las Pulgas””. Este solo dato muestra la
dimensión compleja de la acción emprendida y de sus múltiples implicaciones.</span><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";">Todo
está por realizarse. Pero ya comenzó esta epifanía o renacimiento de Maracaibo.
Hace unos días, acostumbrados como estamos a la parsimonia, la burocracia y la
complicidad, eso parecía imposible. Era público y notorio que desde el mercado “Las
Pulgas” se jugaba con los precios, se especulaba y se sembraba el miedo con el
aquí “manda Colombia”, de las mafias transnacionales. La anomia se realimentaba
y nada parecía detenerla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";">Maracaibo
no se explica a partir de un único relato, pero no cabe duda que esta acción,
emprendida por la alcaldía y la gobernación, modifica la situación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";">Lo
que viene –¡toco madera!- o mejor dicho, lo que falta, es proseguir con estas
políticas públicas que hagan posible la recuperación de Maracaibo, empezando
por el centro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";">Estas
políticas se exponen y manifiestan a través de distintos lenguajes. El poético,
entendido como la forma que asumen la identidad, la memoria y las historias de
las calles, esquinas y espacios del centro; la ciudad como escenificación, como
posibilidad de espacio para vivir, hacer, caminar, jugar; y lo político,
asumido como espacio de acción comunal y comunitaria, como lugar de encuentro,
de intercambio y de experiencias de vida. Cito al filósofo francés Olivier
Mongin (La condición urbana, 2006) quien explica que la experiencia de la
ciudad es multidimensional, cumple un cometido poético, desarrolla un espacio
escénico y crea espacio político. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif";">Todo
al mismo tiempo porque se trata de recuperar una forma de vida que tiene raíces
en ese territorio urbano y crucial al que pertenecemos. (Orlando Villalobos)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Discursohttp://www.blogger.com/profile/10933226510368298678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3319956943606015486.post-82948972148343884572018-01-09T13:33:00.000-08:002018-01-09T13:33:34.658-08:00Maracaibo, la canción<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">(Orlando Villalobos)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La banda sonora o musical de Maracaibo está recogida
en temas emblemáticos. Hay varios cosechados sobre la misma tierra que
sobresalen, la “La grey zuliana” y “Maracaibo en la noche”, “Maracaibo
Florido”, de Rafael Rincón González; “Pa Maracaibo me voy”, con Cheo García y
así muchos más. Todavía falta añadir las gaitas que hacen justicia con la
ciudad, el puerto, las tradiciones y costumbres, los personajes, la comida y la
historia regional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #FFFBF5; line-height: 150%;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Pero también hay canciones foráneas que han
resaltado el espíritu y la vida de Maracaibo. La más famosa de estas canciones
que vinieron es el “Maracaibo oriental” de Benny Moré. </span><span lang="ES" style="color: #5c5c5c; font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">Hay quienes dicen que se llama “Mi son Maracaibo”. La
composición es del cubano José Artemio Castañeda, quien en una entrevista –que
está en Internet- explica que un día en un baile le pidieron un Maracaibo como
tema; por lo visto era como un género. El la compuso a la carrera y lo demás es
crónica conocida. En esa época llegaban al puerto de Maracaibo muchos músicos y
artistas cubanos, mexicanos y antillanos, que eran contratados para actuar en
las emisoras de la ciudad y en la Costa Oriental del lago, en los clubes de las
empresas petroleras. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #FFFBF5; line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="color: #5c5c5c; font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">En Maracaibo había tres emisoras, Ecos del Zulia, Ondas del Lago
y Radio Popular, en las que los cantantes y músicos se presentaban en vivo.
Ecos del Zulia, en la década de los 50 tenía un programa musical diario, por el
que desfilaron numerosos cantantes. Su nombre, “Caminos musicales Westinghouse”.
Además de las emisoras, los artistas que venían se presentaban en el Teatro Baralt
y otros cines y teatros, y en clubes privados y hoteles de la ciudad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #FFFBF5; line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="color: #5c5c5c; font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">Mario Moreno, Cantinflas, el 29 de junio de 1957, actuó en el
Estadio Olímpico, acompañado por el cantante zuliano Armando Molero. El 25 de
junio de ese año, Los cuatro hermanos Silva, de Chile, actuaron en Radio
Popular. Ese mismo año, el 6 de mayo se presentó Daniel Santos y su orquesta
Venezuela, en Ecos del Zulia y en el canal de televisión de la ciudad, Televisa
del Zulia. El 20 de mayo actuó el cantante californiano Andy Rusell, en el
salón Windsor del Hotel Detroit, luego desaparecido. El 1 de marzo la bailarina
cubana Blanquita Amaro, muy conocida en ese momento, actuó en el teatro
Paramount y durante varios días en la emisora Ondas del Lago. La lista es
larga. El mexicano Pedro Vargas vino en diciembre de 1956 y se presentó durante
una semana en Ecos del Zulia. En septiembre de ese año vino Lucho Gatica y
actuó en Ondas del Lago y en el Teatro Baralt. La cubana Carmen Delia Depini
vino el 5 de junio de 1956 y actuó en Ecos del Zulia. Cierro este resumen
incompleto y parcial con el mexicano Tito Guizar, quien se presentó en julio de
1955 en Ondas del Lago. Ese año también vinieron Alberto Beltrán, “El negrito
de El Batey”, en agosto, y actuó en Ecos del Zulia; la bailarina Yolanda
Montes, “Tongolele”, que llegó el 11 de junio contratada por la Empresa Baralt,
y el cantante y actor mexicano Fernando Fernández, quien llegó el 24 de
septiembre y también actuó en Ecos del Zulia. En 1951 vinieron el cantante
mexicano Fray José Mojica, quien llegó el 9 de febrero y se presentó en la
noche en el Teatro Baralt, y María Victoria Cervantes, mexicana, “la mujer de
la voz sensual”, llegó el 1 de julio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #FFFBF5; line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="color: #5c5c5c; font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">El renombrado Carlos Gardel debutó el 19 de mayo de 1935 en el
Teatro Metro, pero esa es otra crónica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #FFFBF5; line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="color: #5c5c5c; font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">Para retomar el hilo sobre Maracaibo y la canción, hay que
anotar que Benny Moré, llegó a Maracaibo el 24 de enero de 1956, para un largo
periplo que lo llevó a emisoras, teatros y clubes. ¿No será que esa visita del
Bárbaro del Ritmo es la clave de la explicación sobre “Mi son Maracaibo”? Como
hipótesis es muy apreciable. Lo cierto es que la canción interpretada por Benny
Moré llegó para quedarse en la historia con sabor local. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #FFFBF5; line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">Hay
otras</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> canciones
foráneas. Reúno un catálogo de otras tres versiones que se refieren a Maracaibo,
que se ubican en Internet. </span><span lang="ES" style="color: #5c5c5c; font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">El grupo
musical español La Unión, conocido ampliamente por su tema himno “Lobo hombre
en París”, incluyó en su álbum de 1988 “Vivir al este del edén”, un tema
titulado<span class="apple-converted-space"> </span>Maracaibo. La canción dice en una estrofa: "Yo vi
gente mezclar su sangre con el oro negro, en los lagos de Maracaibo". Si
alguien se guía por la canción creería que hay varios lagos de Maracaibo. Sin
querer queriendo, la canción reproduce la versión de cronistas de indias que
vinieron y dijeron que aquí había varias lagunillas. Probablemente lo hicieron
para impresionar a los monarcas españoles y justificar la expedición, pero
también puede haber sido por desconocimiento, que si a ver vamos es más que
perdonable, si tomamos en cuenta la época. Es más imperdonable que en tiempos
actuales una versión así circule, por desconocimiento o por descuido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #FFFBF5; line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="color: #5c5c5c; font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">Un segundo tema es de Manu Chau, el cantautor francés de origen
español, quien ofrece una breve referencia a Maracaibo en<span class="apple-converted-space"> “</span>Lágrimas de oro”, un tema de su álbum Clandestino<span class="apple-converted-space"><i> </i></span>(1998).
En “Lágrimas de oro” Manu Chau dice: "Llegó el Cancodrilo (sic) y Súper
Changó y toda la vaina de Maracaibo". Hay quienes interpretan esta referencia
como algo despectivo. Merece ser revisada la apreciación de
Maracaibo.blogspot.com sobre el tema.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #FFFBF5; line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="color: #5c5c5c; font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">Hay otra canción foránea que habla de Maracaibo, es la escrita
en los años 70 por David Riondino e interpretada por Rafaela Carrá. Resultó
todo un éxito, por lo menos en Italia. En esa letra es claro que la historia de
la canción se deriva de un bar, Barracuda, ubicado en Maracaibo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #FFFBF5; line-height: 150%;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
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