(Orlando Villalobos)
La banda sonora o musical de Maracaibo está recogida
en temas emblemáticos. Hay varios cosechados sobre la misma tierra que
sobresalen, la “La grey zuliana” y “Maracaibo en la noche”, “Maracaibo
Florido”, de Rafael Rincón González; “Pa Maracaibo me voy”, con Cheo García y
así muchos más. Todavía falta añadir las gaitas que hacen justicia con la
ciudad, el puerto, las tradiciones y costumbres, los personajes, la comida y la
historia regional.
Pero también hay canciones foráneas que han
resaltado el espíritu y la vida de Maracaibo. La más famosa de estas canciones
que vinieron es el “Maracaibo oriental” de Benny Moré. Hay quienes dicen que se llama “Mi son Maracaibo”. La
composición es del cubano José Artemio Castañeda, quien en una entrevista –que
está en Internet- explica que un día en un baile le pidieron un Maracaibo como
tema; por lo visto era como un género. El la compuso a la carrera y lo demás es
crónica conocida. En esa época llegaban al puerto de Maracaibo muchos músicos y
artistas cubanos, mexicanos y antillanos, que eran contratados para actuar en
las emisoras de la ciudad y en la Costa Oriental del lago, en los clubes de las
empresas petroleras.
En Maracaibo había tres emisoras, Ecos del Zulia, Ondas del Lago
y Radio Popular, en las que los cantantes y músicos se presentaban en vivo.
Ecos del Zulia, en la década de los 50 tenía un programa musical diario, por el
que desfilaron numerosos cantantes. Su nombre, “Caminos musicales Westinghouse”.
Además de las emisoras, los artistas que venían se presentaban en el Teatro Baralt
y otros cines y teatros, y en clubes privados y hoteles de la ciudad.
Mario Moreno, Cantinflas, el 29 de junio de 1957, actuó en el
Estadio Olímpico, acompañado por el cantante zuliano Armando Molero. El 25 de
junio de ese año, Los cuatro hermanos Silva, de Chile, actuaron en Radio
Popular. Ese mismo año, el 6 de mayo se presentó Daniel Santos y su orquesta
Venezuela, en Ecos del Zulia y en el canal de televisión de la ciudad, Televisa
del Zulia. El 20 de mayo actuó el cantante californiano Andy Rusell, en el
salón Windsor del Hotel Detroit, luego desaparecido. El 1 de marzo la bailarina
cubana Blanquita Amaro, muy conocida en ese momento, actuó en el teatro
Paramount y durante varios días en la emisora Ondas del Lago. La lista es
larga. El mexicano Pedro Vargas vino en diciembre de 1956 y se presentó durante
una semana en Ecos del Zulia. En septiembre de ese año vino Lucho Gatica y
actuó en Ondas del Lago y en el Teatro Baralt. La cubana Carmen Delia Depini
vino el 5 de junio de 1956 y actuó en Ecos del Zulia. Cierro este resumen
incompleto y parcial con el mexicano Tito Guizar, quien se presentó en julio de
1955 en Ondas del Lago. Ese año también vinieron Alberto Beltrán, “El negrito
de El Batey”, en agosto, y actuó en Ecos del Zulia; la bailarina Yolanda
Montes, “Tongolele”, que llegó el 11 de junio contratada por la Empresa Baralt,
y el cantante y actor mexicano Fernando Fernández, quien llegó el 24 de
septiembre y también actuó en Ecos del Zulia. En 1951 vinieron el cantante
mexicano Fray José Mojica, quien llegó el 9 de febrero y se presentó en la
noche en el Teatro Baralt, y María Victoria Cervantes, mexicana, “la mujer de
la voz sensual”, llegó el 1 de julio.
El renombrado Carlos Gardel debutó el 19 de mayo de 1935 en el
Teatro Metro, pero esa es otra crónica.
Para retomar el hilo sobre Maracaibo y la canción, hay que
anotar que Benny Moré, llegó a Maracaibo el 24 de enero de 1956, para un largo
periplo que lo llevó a emisoras, teatros y clubes. ¿No será que esa visita del
Bárbaro del Ritmo es la clave de la explicación sobre “Mi son Maracaibo”? Como
hipótesis es muy apreciable. Lo cierto es que la canción interpretada por Benny
Moré llegó para quedarse en la historia con sabor local.
Hay
otras canciones
foráneas. Reúno un catálogo de otras tres versiones que se refieren a Maracaibo,
que se ubican en Internet. El grupo
musical español La Unión, conocido ampliamente por su tema himno “Lobo hombre
en París”, incluyó en su álbum de 1988 “Vivir al este del edén”, un tema
titulado Maracaibo. La canción dice en una estrofa: "Yo vi
gente mezclar su sangre con el oro negro, en los lagos de Maracaibo". Si
alguien se guía por la canción creería que hay varios lagos de Maracaibo. Sin
querer queriendo, la canción reproduce la versión de cronistas de indias que
vinieron y dijeron que aquí había varias lagunillas. Probablemente lo hicieron
para impresionar a los monarcas españoles y justificar la expedición, pero
también puede haber sido por desconocimiento, que si a ver vamos es más que
perdonable, si tomamos en cuenta la época. Es más imperdonable que en tiempos
actuales una versión así circule, por desconocimiento o por descuido.
Un segundo tema es de Manu Chau, el cantautor francés de origen
español, quien ofrece una breve referencia a Maracaibo en “Lágrimas de oro”, un tema de su álbum Clandestino (1998).
En “Lágrimas de oro” Manu Chau dice: "Llegó el Cancodrilo (sic) y Súper
Changó y toda la vaina de Maracaibo". Hay quienes interpretan esta referencia
como algo despectivo. Merece ser revisada la apreciación de
Maracaibo.blogspot.com sobre el tema.
Hay otra canción foránea que habla de Maracaibo, es la escrita
en los años 70 por David Riondino e interpretada por Rafaela Carrá. Resultó
todo un éxito, por lo menos en Italia. En esa letra es claro que la historia de
la canción se deriva de un bar, Barracuda, ubicado en Maracaibo.
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