jueves, 15 de octubre de 2009

Pachamama

(Fito Páez / Página 12 8.10.09)
El legado de Mercedes Sosa es de vital importancia en estas horas de Argentina, una enseñanza moral plena de luz. Con sutileza y precisión desa-rrolló una obra que marcará por siempre la historia de la música popular de este continente. Su voluntad de libertad fue expuesta en cada recodo del largo camino que forjó a través de muchas décadas en diferentes álbumes y escenarios del mundo. De Matus a Violeta Parra, de Ramírez a Atahualpa Yupanqui, de Teresa Parodi a Djavan, de Peteco Carabajal a Spinetta, de Félix Luna a Charly García, toda ella fue, es, una clase de lo que debiera ser una nación. Una mujer integradora de esencias, una perfumista de la canción en la búsqueda, no del aroma perfecto, sino del aroma del lugar.
Sanmartiniana, desprejuiciada por naturaleza, logró lo que ningún dirigente pudo poner en funcionamiento en la historia de esta tierra. Escuchó a todos, se vinculó con todos, cantó con todos, nos emocionó a todos. Escuchar, vincular, cantar, emocionar. Verbos inusuales, alejados de la vida política. Como nadie, nos da una idea del significado de nación que nos carga de responsabilidad y obliga a pensar en la infelicidad de un país que no puede realizarse en plenitud. Su obra lo logra. La fiereza en la elección de sus repertorios, los riesgos artísticos que asume, el rigor a la hora del canto y la claridad de su voz de terciopelo, la ausencia de miedos a las mercadotecnias, su seguridad temeraria al momento de la grabación, sus ojos cerrados cuando interpretaba y su boca de oro por delante de su bellísimo pelo negro bajo esa nariz de águila, ésa es su estampa.
Ama, señora y dueña del lugar. Reinona de la canción. Será imposible pensar la Argentina sin sus fundamentales versiones de Leguizamón y Castilla, Guaraní, la tríada modernista de La misa criolla, Mujeres argentinas y La Cantata sudamericana, la vuelta a la democracia con Gieco, Tarragó Ros, Heredia y García, su permanente curiosidad por los autores nuevos (a quienes escuchaba en su casetera primero, después en su walkman y después en su iPod), su admiración por el Chango Farías Gomez y Chacho Muller, su falta absoluta de rivalidad con las demás cantantes del barrio, a quienes amaba, sus ganas de abstraerse de todo y su curiosidad inagotable sobre lo que sucedía en el mundo... en fin, sin su locura abarcadora y contenedora.
Ha muerto la señora Mercedes Sosa. La Pachamama le decían. Era una gran verdad, porque protegía y proveía. Madre tierra y deidad. Su mirada, su presencia, nos condena al encuentro y este es un inmenso desafío en ésta, la hora más difícil de nuestra tremenda pérdida. Parecen palabras grandes y lo son, pero más grande será construir un lugar tomándola de ejemplo. Ladrillo a ladrillo y todos los días con amor se construye una casa. Ese es su legado. Jamás aceptaré que el lugar de su velatorio se llame el de los pasos perdidos. En todo caso será el de los pasos ganados.

sábado, 15 de agosto de 2009

Epígrafes

"El tiempo habla. Habla más claramente que las palabras. El mensaje que transmite se manifiesta de un modo categórico y transparente. Está sujeto a menos deformaciones que el lenguaje hablado porque se manipula menos conscientemente. Puede gritar la verdad allá donde las palabras mienten". Edward Hall

“Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos” Jorge Luis Borges/poema Cambridge

Una idea alternativa de democracia es la de que no debe permitirse que la gente se haga cargo de sus propios asuntos, a la vez que los medios de información deben estar fuerte y rígidamente controlados (...) El rebaño desconcertado es un problema. Hay que evitar que brame y pisotee, y para ello habrá que distraerlo. Será cuestión de conseguir que los sujetos que lo forman se queden en casa viendo partidos de fútbol, culebrones o películas violentas, aunque de vez en cuando se les saque del sopor y se les convoque a corear eslóganes sin sentido, como “apoyad a nuestras tropas”. Hay que hacer que conserven un miedo permanente, porque a menos que estén debidamente atemorizados por todos los posibles males que pueden destruirles, desde dentro o desde fuera, podrían empezar a pensar por sí mismos, lo cual es muy peligroso ya que no tienen la capacidad de hacerlo. Por ello es importante distraerles y marginarles. Noam Chomsky/El control de los medios de comunicación

"El burócrata es el hombre de madera, nacido por equivocación de los dioses, que lo hicieron sin sangre, sin aliento ni desaliento, y sin ninguna palabra que decir. Tiene eco pero no tiene voz. Sabe transmitir órdenes, no ideas. Considera cualquier duda una herejía; cualquier contradicción una traición. Confunde la unidad con la unanimidad y cree que al pueblo, eterno menor de edad, hay que llevarlo de la oreja. Es bastante improbable que el burócrata se juege la vida. Es absolutamente imposible que se juegue el empleo".
Retrato de un burócrata / Eduardo Galeano / Memorias del Fuego. Tomo 3: El siglo del viento (p. 220). Décima edición. 2005



Orlando Villalobos Finol Pasionporeldiscurso.blogspot.com

miércoles, 12 de agosto de 2009

La formación que no queremos

“Junto a la búsqueda de una transformación dinámica y justa, la corrupción y la insania parecen crecer como siempre. Esperanza, delirio, renovaciones, podredumbre, caos: todo esto envuelve a un país cuyo eje, buscado por Pereira, sigue siendo: justicia y libertad: cultura”.
JOSÉ BALZA: Ensayos Crudos, p. 162

(Rigoberto Lanz) La educación de la Modernidad está en crisis. Llevamos tres siglos--por lo menos--arrastrando un modelo de educación cuya esencia es preparar el cuerpo para el trabajo. Ese modelo hace aguas en todos lados. En nuestro medio la crisis suele tener rostro de salarios bajos, de mala dotación de las escuelas, de lucha contra el analfabetismo, de cobertura y cosas así. Pero la otra crisis, esa que toca la médula epistémica y cultural de los sistemas de enseñanza, suele pasar “como si” se tratara de una cuestión ajena, de otros países.
El amigo Gabriel Ugas lleva años denunciando el “analfabetismo funcional” que campea en los gremios profesorales. Otro tanto viene haciendo el amigo Edgar Balaguera con su “Escuela enferma”. Las amigas Magaldy Téllez y Mariaegilda Castellanos, por ejemplo, tienen toda una vida consagrada a la investigación crítica sobre la educación que padecemos. Lo mismo vale para la larga trayectoria del amigo Arnaldo Esté batallando por una re-comprensión del hecho educativo. Cito una levísima muestra de vida y obra dedicadas a la tarea de pensar la educación desde una mirada cuestionadota. Gente que puede hoy aportar muchísimo a la hora de hacerse cargo de una problemática tan compleja.
Sabemos bastante contra qué nos enfrentamos en este terreno. Eso no basta pero es esencial para no perder la brújula. Veamos: contra todo fundamentalismo, contra la mercantilización, contra la espantosa mediocridad del gremio magisterial, contra el tecnocratismo, contra el neoliberalismo educativo, contra la escuela-cuartel, contra toda ingerencia religiosa en la actividad formativa (por una escuela laica), contra el pensamiento único, contra el paradigma de la simplicidad, contra el estatismo burocrático, contra el partidismo y el gremialismo decadentes, contra el disciplinarismo de las profesiones, contra la lógica del mercado, contra la exclusión social de la educación, contra la segregación étnica en la escuela, contra la violencia escolar, contra el sexismo en las escuela, contra la castración de creatividad, contra el disciplinamiento del cuerpo y la palabra, contra el anestesiamiento de la criticidad, contra el conservadurismo, contra la formación clasista, contra la ingenuidad de “moral y luces”, contra las relaciones de poder en el espacio escolar. ¿Le queda a usted claro qué es lo que no queremos en materia educativa?
Sabemos de los límites de una dialéctica negativa que se afinca precisamente en el poder corrosivo de la crítica, en el cuestionamiento de lo dado, en la puesta en tensión de un status quo que curiosamente suele ser funcional a la izquierda y la derecha. ¿Peo qué propone usted? Esa es la expresión típica de la gente que se aferra a lo que hay. “Haga una crítica constructiva” (Allí “constructiva” lo que en verdad quiere decir es “no se meta con el fondo”)
No es casual que después de una década no se haya podido contar con una decente “Ley de Educación Superior”. No es puro azar que el aparato escolar permanezca básicamente igual en lo que se refiere al nivel y mentalidad de la gente. No es un accidente la precariedad intelectual con la que nuestra ilustre Asamblea procesa la “Ley Orgánica de Educación”. Todo ello revela las potencialidades e inconsistencias de la coyuntura actual. Allí se ponen de manifiesto los logros y vacíos del proceso, los aciertos y las herranzas.
Las incoherencias se pagan, creo haber sostenido en varias ocasiones. No se puede improvisar un “teoría revolucionaria de la educación” con mitines y movilizaciones de calle. Para esta ocasión no hay más remedio que lidiar con lo que hay. Eso sí, sabiendo que estamos lejísimo del desmantelamiento del viejo Estado y de su parafernalia educativa.

Perdón por la universidad que tenemos

(Discurso pronunciado por la profesora Soraya El Achkar en el acto de graduación de la XXV promoción de la Escuela de Educación de la Universidad Central de Venezuela, el 21 de enero de 2009)

Podría hablarles de la ética profesional o hacer una radiografía del país que tenemos y del compromiso que, en adelante, deben asumir pero, quiero aprovechar la privilegiada ocasión para imitar al Papa Juan Pablo II, cuando 359 años más tarde pidió perdón porque la Santa Inquisición condenara a Galileo Galilei por haber defendido la idea de que el sol estaba inmóvil y era el centro del universo. Creo que la Universidad no tiene por qué esperar tanto tiempo. HOY, YO TAMBIÉN QUIERO PEDIR PERDON en nombre de nuestra querida Alma Mater... Y me quitaré el birrete para enfrentar el acto de contrición.
PERDÓN porque entraron a la universidad y se fueron y no nos enteramos de sus angustias, sus miedos, sus miles de dificultades para estudiar y mantenerse de pie, ensayando una y otra vez, a pesar de las carencias, la soledad, el traslado tan engorroso, el desmotivo, el trabajo que agobiaba, los hijos en el caso de las mujeres madres, los miles de rollos familiares y de pareja que suelen afectar la vida entera.
PERDÓN porque perdimos la oportunidad durante 5 años y quizás un poco más de hacernos amigos, de cantar juntos, de subir al Parque Nacional El Ávila, de acercarnos a sus pueblos y sus costumbres, de bailar el tamunangue o los tambores de San Juan y recrear las relaciones que, al final, son lo más importantes en la configuración de la personalidad de cualquier profesional.
PERDÓN por las horas que pasaron en los salones esperando que les anunciaran una buena noticia pero sólo recibieron repeticiones librescas, contenidos fútiles, ideas repetidas las más de las veces, tareas inocuas, arbitraria y antojadizas. Porque muchas veces se quedaron esperando que llegáramos a la hora, que habláramos correctamente, que fuéramos consistentes o que, al menos, preparáramos las clases y no improvisáramos.
PERDÓN porque no logramos comprender que ustedes eran una prioridad y estaban por encima de un plan de estudio que, además, no dio la talla pero tercamente aplicamos porque somos obedientes, sumisos y adaptados.
PERDÓN por las penalidades recibidas algunas con razón y otras deliberadamente. Por clasificarlos de 08 ó 18 (de una escuala del 0 al 20) sin alcanzar comprender los límites de nuestras evaluaciones y las racionalidades – emocionalidades que estaban en juego. Por la falta de orientación a tiempo, por aguantar los malhumores de nuestro personal administrativo y soportar la burocracia y la indolencia universitaria.
PERDÓN porque no supimos valorar la polifonía y, por el contrario, fueron nuestras voces las que se impusieron. La voz estudiantil no es tanto un reflejo del mundo como su fuerza constitutiva que media y da forma a la realidad dentro de las prácticas históricamente construidas. La voz entonces es el medio que tienen los estudiantes para hacerse oír y nosotros no hemos sabido darle fuerza a esa voz, potenciarla, politizarla, vigorizarla para el ejercicio del poder ciudadano. Siempre preferimos la sumisión, en lugar de la rebeldía. Siempre aupamos el silencio, en lugar del bravío y rebelde pronunciamiento.
PERDÓN por no darnos cuenta de las diferencias de clase y los mecanismos que reprodujeron las desigualdades sociales. Unos tenían con qué y otros ni para comer. Y no hicimos nada para solventar las condiciones de los estudiantes menos aventajados. Muchos de los que, con ustedes comenzaron, hoy no nos acompañan y luego nos creímos el cuento de la meritocracia. No se trataba tanto de la igualdad de oportunidad, sino de la igualdad de condiciones para dejar de perpetuar la desigualdad e injusticias de la sociedad en su conjunto.
PERDÓN por los muchos comentarios sexistas, racistas, clasistas, homofóbicos y misóginos que hicimos en clase ofendiendo la diversidad, la elección personal, la libertad de conciencia, la autodeterminación de las personas y los pueblos. Por los abusos de autoridad y el ejercicio de dominación en esta diferencial relación entre profesores y estudiantes.
PERDÓN por ponerlos a competir entre ustedes y no generar un sentido de cooperación y solidaridad porque al final es un mito aquello de que sobrevive el más apto y el más competitivo. Hoy en día está más que probado que es la concurrencia, la solidaridad y la mancomunidad los valores que sostienen cualquier propósito que se emprenda.
PERDÓN por fragmentar el conocimiento, desvincular las materias, repetir contenidos, autores, enfoques y promover la disociación porque, por un lado tenían que pensar en el proyecto con sus profesores de seminario o metodología y, por el otro, obedecían las indicaciones contrarias de los tutores.
PERDÓN porque no entendimos que el poder está imperceptiblemente micro fracturado y se manifiesta en esas prácticas de resistencia que terminan por hacernos creer que se esforzaron y resulta ser que se plagiaron.
PERDÓN por las veces que tuvieron que pasar la noche en los pasillos externos a la Escuela y pelear por un cupo en las asignaturas. Por esperar que se ofertaran las materias y por trasladarse a otros centros regionales esperando pasar la asignatura más de una vez cursada y más de una vez aplazada. Por tener que rogar que alguien tutoreara la tesis y pesquisar a los profesores para que entregaran las notas o arreglaran algún desafuero de control de estudios.
PERDÓN porque no generamos con frecuencia prácticas universitarias realmente democráticas, de modo que pudieran apelar a estas en el ejercicio profesional. La democracia, que es el gobierno de todos, termina siendo el gobierno de unos pocos y lo que a todos y todas compete termina siendo decidido por quienes ejercen cargos de representación universitaria, en lugar de favorecer la deliberación, el diálogo, la negociación y argumentación. El ejemplo más claro es mi designación como madrina que terminó siendo la imposición y decisión de unos pocos.
PERDÓN por haberlos sacado de su contexto y no prestar atención a los problemas locales para volver a estos con afán de intervenirlos desde lo que si pudimos haber enseñado: La curiosidad epistemológica.
PERDÓN por no generar experiencias pedagógicas teórico-prácticas genuinas que nos permitiera, a ustedes y a nosotros/nosotras, estar más apegados a la vida y menos a la especulación académica, que indujera a comprometernos con la transformación social en solidaridad con los grupos subordinados, lo que por necesidad implica una opción preferencial por los más pobres y por la eliminación de las condiciones que permiten el sufrimiento humano, la opresión, la injusticia y la desigualdad.
PERDÓN porque no los formamos para el ejercicio de la ciudadanía crítica y universalista. Ocurrió la invasión a Irak y luego al Líbano y ahora a Palestina y nada hicimos por movilizar la conciencia de que en Irak, el Líbano y en Palestina, primero son las personas y que la industria militar debe dejar de tener voz y voto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Como diría el cantautor: la vida no vale nada cuando otros se están matando y yo sigo aquí cantando cual si no pasara nada.
PERDÓN porque hoy tenemos menos planeta que ayer y los cálculos de centenares de expertos son de, más o menos, 100 años de vida si seguimos con estos niveles de industrialización y, a pesar de la tragedia, no hicimos lo suficiente para que cada uno de ustedes se comprometiera en la lucha contra las empresas trasnacionales que, inescrupulosamente, están explotando los recursos sin piedad ni consideración a las próximas 10 generaciones de seres humanos.
PERDÓN por no enseñarles que es la FRÓNESIS, que no es más que la disposición a actuar verdadera y correctamente, porque es la única virtud que podría hacer de todos nosotros gente buena, digo… de buena fe, de buena voluntad, de buenas acciones.
POR FORTUNA Vivimos en medio de contradicciones y La Escuela también fue un motivo para pasar del pensamiento ingenuo al pensamiento crítico.
También fue la posibilidad de recrear nuestra vida, conocer gentes, escribir algunas líneas, descubrir a Walt Whitman, conversar con autores de los siglos pasados, comprender que nuestra vocación ontológica es “ser más”. La Escuela fue la posibilidad de andar de-construyendo para reconstruir los saberes nuevos y viejos, reconfigurar las ideas y el lenguaje que nos constituye. Fue el lugar para cultivar la disciplina, la constancia, la paciencia, la capacidad de negociación y el trabajo afanoso.
La Universidad fue el lugar donde consiguieron los grandes amigos, las amigas, quizás la pareja. El espacio para desahogar las penas con los panas, hacer el amor en tierra de nadie, emborracharse en la parroquia, fumarse sus porritos, armar grupos para la playa, iniciarse en la política, descubrir su identidad sexual, distinguir entre el bien y el mal, resistir a la autoridad que se impone a la fuerza, rebelarse contra el sistema y ejercer el divino arte de criticar por criticar.
POR FORTUNA, los pasillos, el cafetín, la librería del señor Wicho, los banquitos de planta baja sirvieron como espacio donde se reconfiguró la personalidad a partir del diálogo franco y crudamente abierto con los profesores más cercanos o más raros (como suelen llamarles). El tiempo … y que … perdido en estos espacios sirvió no sólo para afinar los argumentos y aprender a deliberar, sino para cultivar las relaciones, los afectos y cristalizar proyectos que hoy son una realidad.
RECUERDEN por siempre las buenas prácticas universitarias y el amor cultivado de a trocitos y no reproduzcan las malas mañas. Cuídense de no repetir los patrones.
… Y como diría Eduardo Galeano: "Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea. Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:
El aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones; en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros; la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor; La gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar; se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás. Los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas; los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos; los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas; la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo.
La muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero; nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene. El mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra; la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos; nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión.
La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla; la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla; la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse.
La Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo; la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: «Amarás a la naturaleza, de la que formas parte»
Seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo; la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.
MUCHAS GRACIAS Y QUE EL UNIVERSO CONSPIRE PARA QUE VIVAN APASIONADAMENTE LA AVENTURA DE EDUCAR

martes, 21 de julio de 2009

Tejer redes

(Leticia Soberón, 2002)
Quizá la forma natural como personas, familias y grupos viven en sociedad, consista simplemente en sobrevivir, trabajar, custodiar a los propios seres queridos, ser ciudadanos que cumplen más o menos las normas mínimas de la convivencia. Cada uno es él mismo, vive y deja vivir. Este “ser uno mismo” -individual o colectivo- cumpliendo las exigencias básicas de la vida común es condición para el desarrollo social, pero queda raquítico y corto en el mundo actual, que reclama una sociedad civil más presente, cohesionada y participativa.

Pero en este panorama de individuos y grupos puede todavía darse un paso más, añadido al ser simples ciudadanos o incluso a defender intereses grupales: son necesarios los tejedores de redes, es decir, gente que dedique tiempo y esfuerzos a abrir espacios comunes de colaboración con otros individuos y entidades, de modo que los esfuerzos de cada uno se articulen entre sí, configurando áreas más amplias de comunión y de participación, incluso de una forma interdisciplinar que atraviese las fronteras de la propia específica área de acción.

El tejedor de redes es aquél que, sin dejar de ser él mismo, es capaz de mirar a su alrededor, comprender también los estilos y metas de los demás y dialogar con ellos para mancomunar esfuerzos en lo posible. La reflexión conjunta ayuda a establecer vínculos más duraderos y permite ofrecer servicios más amplios a los destinatarios de ambos. Vista en esta clave, la pluralidad de formas, estilos o sensibilidades no sólo no constituye ningún obstáculo, sino se manifiesta como una gran riqueza para el conjunto.

Ser “tejedor de redes” requiere tesón y esperanza, pues todo diálogo y toda colaboración suponen una dedicación añadida al trajín de cada día; suponen apertura al otro valorando su identidad y estilo, requieren creatividad y tiempo para poner en marcha formas nuevas de trabajo común. Así, se deja de actuar como inconsciente “aldeano global” para suscitar deliberados colaboradores que conviertan esta “aldea” en un verdadero espacio social humano,
al menos en aquellos pequeños “barrios” en los que uno se mueve dentro de ella. Tejer redes es animar un ejercicio colectivo de la libertad, y puede ser una buena forma de mejorar el mundo -con sencillez, como la levadura en la masa-. Una sociedad más articulada y cohesionada en su interior da un salto cualitativo que la lleva más allá de la suma de las individualidades y la acerca al concepto, más denso, de cuerpo social.
Afortunadamente, la tecnología hoy nos ofrece un excelente soporte para este espíritu. Cuando a estos inventos, con todo y los riesgos que todos conocemos, se les califica de “providenciales”, no es una ingenuidad. La convergencia tecnológica de los instrumentos de comunicación en el mismo lenguaje digital (informático) ha potenciado una transformación cultural tan honda, que es difícil precisar sus fronteras; estamos en medio de ella, probablemente algo desconcertados. Pero la tecnología informática facilita enormemente la comunicación, el trabajo
común, la difusión de contenidos, la participación de interlocutores antes excluidos del diálogo social. (Mensaje para la Jornada Mundial de las
Comunicaciones Sociales 2002).

Los cambios del espectro radioeléctrico

(El Observatorio Global de Medios, Capítulo Venezuela / Maryclen Stelling
Coordinadora General) Ante los anuncios oficiales relativos a una posible modificación del estatus vigente de los medios radioeléctricos, el Observatorio Global de Medios de Venezuela cree oportuno plantear ante la opinión pública lo siguiente:
1.- El Observatorio considera necesario recordar que las ondas radioeléctricas son patrimonio de la Humanidad, administradas por cada Estado, en consecuencia, ningún particular puede ser propietario de una frecuencia, pues solo tiene derecho a usufructuar una concesión otorgada por el Estado. El uso de las ondas radioeléctricas es para la nación en su totalidad y corresponde al Estado tomar las medidas administrativas acorde con los marcos legales establecidos.
2.- En el caso venezolano, no solo es procedente sino necesario democratizar el uso de ese bien público, mediante una redistribución de frecuencias y licencias, que permita una distribución equitativa entre el sector estatal, el privado y el espacio público. Asimismo, es necesario establecer una vigilancia de su uso a través de un marco regulatorio que garantice el uso democrático de los mismos.

3.- Tanto el sector mediático privado con fines de lucro, como el sector estatal deben obtener cada uno una tercera parte de las frecuencias existentes. La otra tercera parte debe otorgársele al llamado espacio público, conformado por sectores universitarios, educativos,culturales, comunitarios, organizaciones sindicales, indígenas, afrodescendientes, como también a grupos urbanos organizados que garanticen el uso de esos medios concebidos como servicio público. El fin último de la democratización es lograr la participación de todos los ciudadanos.El Observatorio alerta que hoy existen muchas emisoras radiales y algunas televisivas clasificadas como "comunitarias" que no representan ni son voz de las comunidades.
4.- El otorgamiento de las licencias para el uso del espectro radioeléctrico en todas sus variantes, realizado durante la llamada “Cuarta República”, tuvo casi exclusivamente el fin de lucro. Con los cambios socio-políticos de los últimos 10 años, a ese fin inicial, en la mayoría de los casos, se agregó y, a veces en forma casi exclusiva, un objetivo político que en determinadas circunstancias asumió características subversivas contra el poder constitucionalmente constituido. Por esa razón, el Observatorio considera que no es suficiente realizar una nueva redistribución de las licencias efectivamente democtática . Es necesario tener presente que la cartelización de los medios privados venezolanos no se basa tanto en el régimen de transmisión (redes) como en la difusión unívoca de mensajes. De allí la necesidad de establecer un marco regulatorio preciso que, en ningún caso, debería atentar contra la libertad de expresión, principio considerado como el valor absoluto en un sistema democrático.
5.- El Observatorio recomienda que, en los nuevos marcos legales, se tome en consideración que la producción nacional independiente de contenidos debe realizarse con el fomento del Estado, de acuerdo a un plan nacional que garantice su pluralidad y diversidad. Asimismo, ese nuevo marco legal debe garantizar plena independencia al llamado sector público de medios, no solo de los grandes sectores empresariales sino también del sector oficial.
6.- En la elaboración de ese marco regulatorio del funcionamiento de los medios radioeléctricos, que debe ser debatido ampliamente por comunicadores, empresarios, parlamentarios, académicos, funcionarios, movimientos sociales y usuarios, es necesario partir de la normativa legal ya existente: Constitución Nacional, Código Penal y las Normas Éticas de los periodistas.

Maryclen Stelling
Coordinadora General

domingo, 17 de mayo de 2009

El credo de Aquiles Nazoa

(Aquiles Nazoa) Creo en Pablo Neruda, todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Creo en Charlie Chaplin, hijo de las violetas y de los ratones, que fue crucificado, muerto y sepultado por el tiempo, pero que cada día resucita en el corazón de los hombres.
Creo en el amor y en el arte como vías hacia el disfrute de la vida perdurable.
Creo en el amolador que vive de fabricar estrellas de oro con su rueda maravillosa.
Creo en la cualidad aérea del ser humano, configurada en el recuerdo de Isadora Duncan abatiéndose como una purísima paloma herida bajo el cielo del mediterráneo.
Creo en las monedas de chocolate que atesoro secretamente debajo de la almohada de mi niñez. Creo en la fábula de Orfeo, creo en el sortilegio de la música, yo que en las horas de mi angustia vi al conjuro de la Pavana de Fauré, salir liberada y radiante de la dulce Eurídice del infierno de mi alma.
Creo en Rainer María Rilke héroe de la lucha del hombre por la belleza, que sacrificó su vida por el acto de cortar una rosa para una mujer.
Creo en las flores que brotaron del cadáver adolescente de Ofelia.
Creo en el llanto silencioso de Aquiles frente al mar.
Creo en un barco esbelto y distantísimo que salió hace un siglo al encuentro de la aurora; su capitán Lord Byron, al cinto la espada de los arcángeles, junto a sus sienes un resplandor de estrellas.
Creo en el perro de Ulises, en el gato risueño de Alicia en el país de las maravillas, en el loro de Robinson Crusoe.
Creo en los ratoncitos que tiraron del coche de la Cenicienta, en Beralfiro el caballo de Rolando, y en las abejas que laboran en su colmena dentro del corazón de Martín Tinajero.
Creo en la amistad como el invento más bello del hombre.
Creo en los poderes creadores del pueblo.
Creo en la poesía y en fin, creo en mí mismo, puesto que sé que alguien me ama. Aquiles Nazoa

viernes, 8 de mayo de 2009

"Yo quiero comprometer y que me comprometan"

Entrevista a Veruscka Cavallaro, periodista venezolana y productora de ViVe-Televisión

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=84711


(Santiago Alba Rico/Rebelion) Periodista comprometida, la venezolana Veruscka Cavallaro empezó a trabajar en ViVe Televisión en agosto de 2004 como analista de contenidos e información y desde hace dos años, en ese mismo medio, comparte tareas de producción en la elaboración de tres programas: “Real y Medio”, “Desde la base” y “La hora de los mangos”. Ha trabajado también en Venezolana de Televisión y en TeleSur y colabora en el programa de Radio Nacional de Venezuela “Pasión por el discurso”. Actualmente está elaborando un estudio sobre la televisión, cuyas potencialidades revolucionarias defiende en esta entrevista con una convincente combinación de pasión y buenos argumentos.
1. ¿Cuándo nace Vive-TV?
Formalmente ViVe nace el 11 de noviembre de 2003. Ese es el día que celebramos cada cumpleaños del canal pero el embrión de ViVe se gesta, a mi parecer, en el Golpe de Estado de 2002. Recuerda que la noche del 11 de abril de 2002 las fuerzas fascistas cerraron a Venezolana de Televisión -televisora estatal, nuestra hermana mayor, por decirlo de alguna manera. En ese instante miles de venezolanos quedamos expuestos a la manipulación, tergiversación y mentiras de los medios de difusión golpistas. Como si se tratara de una misma estación los canales bloquearon la información de lo que sucedía en las calles de Venezuela y cada uno, en un evidente acuerdo, transmitieron horas de dibujos animados y, como si se tratara del mismo programa repetido en cada una de esas pantallas -acá lo llamamos cadenas-, todas dieron vivas y salves al dictador designado: Pedro Carmona Estanga (para entonces el presidente de FEDECAMARAS).
Fue una crisis de apenas horas, quizás 48, pero fue suficiente para que todos entendiésemos -funcionarios de gobiernos, militares patriotas, estudiantes, chofer de tránsito, curas comprometidos, madres, hermanos, hijos- la importancia de tener un medio de información de cobertura nacional al servicio de la causa revolucionaria; y también entendimos, ese 11 de abril, lo vulnerables que nos volvía, mediáticamente, que fuese uno solo el canal del Estado. La Revolución Bolivariana nunca contó, ni contaremos, con las empresas privadas de difusión masiva, somos contrarios a los intereses de clase de los dueños de los medios comerciales.
2. ¿Con qué objetivos nace?
El nombre de ViVe es la contracción de una frase: Visión Venezuela (por eso sus dos “v” son mayúsculas). Teníamos que contarnos a nosotros mismos quiénes éramos (porque se nos estaba olvidando), qué estábamos haciendo (para sorprendernos y darnos fuerza) y qué queríamos hacer (para soñar juntos). Y todo eso -para que tenga sentido, para que sea real- no se puede decir desde un estudio de televisión. La pantalla de ViVe es para que nos regalemos nuestras historias de vida y lucha desde nuestros espacios. Desde la parroquia, el barrio, la calle, el patio, la enramada, la cocina hacemos nuestros programas.
Y además nace para desmontar a los medios de difusión, la maquinaria de entretenimiento; en ViVe se develan los valores, los atropellos, las injusticias y las políticas del sistema capitalista. Sí, hablamos mucho del capitalismo y, también, del socialismo, de la integración Latinoamericana, de los movimientos sociales, de la tenencia de la tierra, de nuestras culturas ancestrales, de nuestro patrimonio histórico, artístico, natural; de biodiversidad y de ecología. ViVe nació para los temas y para las personas que estábamos vedados en la televisión.
Fíjate, en ViVe no vas a encontrar anoréxicos modelos de publicidad vendiendo la muerte en un hermoso empaque; tampoco reinas de belleza que nos aseguren que la meta de una mujer es ser quirúrgicamente otra; ni periodistas y presentadores estrellas que re-elaboran el mundo según las necesidades del mercado. Pero sí disfrutarás, durante toda su programación, de las historias y saberes de campesinos, trabajadoras, indígenas, afrodescendientes, militantes, pescadores, albañiles.
ViVe es una televisora esencialmente educativa. Y educa para la liberación.
3. Pensamos en la televisión como en una cosa que se ve y no como en una cosa que se hace. ¿Quién debe hacer la televisión?
Sí, es muy común que la gente no piense que detrás de una imagen de TV hay camarógrafos, directoras, sonidistas, productoras, editores, electricistas, choferes y muchos otros y otras que hacen posible, con su trabajo, que esa imagen exista y que esa imagen se vea. La tele siempre se piensa como una cadena de imágenes que parecen brotar de la nada.
Es gracioso cómo me haces la pregunta. Hace unos días conversé con una amiga -ella es realizadora- sobre ese tema, así como lo planteas. Discrepamos en nuestros puntos de vistas y las diferencias se centraron en la estética del producto final -cosa que le preocupa mucho a los realizadores- más que el objetivo del programa.
Si la televisión es para todos, entonces la deberían poder hacer todos los quisieran hacer televisión. A mi me gusta mucho el lema de Catia TV -una TV comunitaria de Caracas- “no vea televisión, hágala”. Es mucho más fácil que en una TV comunitaria la gente tenga las puertas abiertas para que “haga” televisión; la televisión es un pretexto para la organización de la comunidad. Hay como resultado un programa en la parrilla pero lo que más importa es que ese espacio físico se convierte en un lugar de debate y de encuentro para los vecinos.
En ViVe comenzamos un proyecto que busca que las comunidades intervengan más activamente en la producción de los programas: Los Consejo Populares de Comunicación (CPC). Y cuando digo más activamente hablo del manejo del equipo técnico por que, por ejemplo, en los programas en donde trabajo como productora son las comunidades quienes generalmente proponen los temas.
4. ¿Cómo debe hacerse?
Mira, Santiago, yo creo que la televisión sólo debe existir con los fines que persigue ViVe. Los Estados responsables deben preocuparse por la educación ciudadana y de sus ciudadanos. Creo que la televisión no debe estar en manos privadas pero, además, debe ser verdaderamente pública.
Te puedo decir cómo hacemos los programas donde yo participo: conversando. Se conversa muchísimo tras de cámaras y, luego, se sigue conversando frente a ellas. Si un Consejo Comunal quiere mostrar los logros de estar organizados conversamos con la Ley de Consejos Comunales en la mano; leemos los artículos que se están cumpliendo con sus acciones, visitamos la cancha deportiva que se recuperó con el crédito otorgado al Consejo Comunal -aprovechamos y hacemos tomas del espacio y de las personas que estén disfrutando de él-. Si el Consejo Comunal nos llama porque está molesta con una institución del Estado que no ha cumplido con sus obligaciones, nos sentamos a conversar del problema, de cuáles han sido las acciones que ha emprendido la comunidad para resolverlo, nos aseguramos -correspondencias en mano- que hayan agotado las instancia y, allí, decididos, el canal y la comunidad solicita a la Institución que asista al programa para tratar conjuntamente, en una mesa de discusión, el conflicto. A veces se llega a acuerdos, a veces no.
¿Cómo se debe hacer televisión? Asumiendo que cada programa es una responsabilidad con los otros y con la expectativa de aprender algo nuevo. Se necesita tiempo para la producción de programas así, la relación es de compañeros, no puede ser invasiva; se debe escuchar los planteamientos de quienes nos invitan y se debe tener tiempo para llegar a acuerdos de cómo vamos a abordar la temática en tan sólo 45 minutos.
¿Cómo se debe hacer televisión? Pensando en el mejor provecho para el que hace el programa -la comunidad que nos llama- y para los que luego lo verán. Siempre digo en esas reuniones -que son varias antes de grabar- que recuerden que tenemos la oportunidad de contarle a otras comunidades, del resto del país, cómo han alcanzado la realización de sus proyectos o cómo han resuelto ellos ante un conflicto determinado; que lo que decimos en las pantallas les servirá a los otros para animarse o para entender la lógica de los procedimientos cuando se enfrenten a una institución. Es importante que la gente se sepa modelo para los otros, se llenan de orgullo.
5. Algunas personas con las que he hablado coinciden en que Vive es una buena televisión pero que es "aburrida". ¿Puedes defender el aburrimiento? ¿Crees que hay que hacer concesiones a formatos más "divertidos", pero potencialmente peligrosos, o tratar más bien de reivindicar las largas duraciones -las del análisis y la narración? ¿Se puede hacer eso desde la televisión?
Tendría que pedir, en primer lugar, que me definan “aburrido” y que me definan “divertido”. Hace unas horas mantuve una conversación telefónica con una persona que estimo mucho. Me decía que ViVe era demasiado “aburrido” y que, por ejemplo, si había dos programa, uno de ViVe y otro de la BBC, con una comunidad a las márgenes del río Arauca él prefería ver el de la BBC. Yo no desestimo la labor de los documentalistas pero, justo en este momento, estoy presentando un trabajo que tiene que ver con la construcción del mensaje; allí está la diferencia. Los documentales tienen una estructura que se hila -de situación a situación- mediante la voz en off del realizador o carteles escritos. El realizador ha reflexionado la realidad que presenta, él plantea la problemática a través de los protagonistas y edita las acciones para facilitar la comprensión del gran público. Un documental, generalmente, es un producto predigerido por el realizador y el editor. El conflicto lo debe presentar el drama mostrado, no se lo debemos acusar a los otros obligándoles a un proceso reflexivo innecesario.
Pensar implica un esfuerzo que, en algunos casos, puede “aburrirnos” -sobre todo si estamos cansados-. En la realización de nuestros programas jamás he tenido que actuar como mediadora que predigiere la realidad para contarla. Mi trabajo consiste en ayudar a la comunidad a priorizar: que eso que quieren decir lo puedan decir en 45 minutos. Nada de lo que tiene que hablar la comunidad es innecesario pero a veces hay muchas cosas y, por razones de tiempo, no caben todas. Si ese es el caso, en consenso, acordamos que lo que se sale del tema central sólo se nombre (sin tratarlo a fondo) o lo dejemos para otro programa (que acordamos allí mismo). Exponer toda la problemática hace denso un programa, es verdad, pero la razón de ser de ViVe es mostrarnos tal cual somos y eso implica la totalidad de nuestras realidades. Y eso sucede en nuestros conversatorios -que son el género de programas que produzco- o nuestros documentales.
La otra cosa que vuelve “aburrido” a ViVe es la estructura narrativa, que casi siempre es lineal. En ViVe hay pocos “saltos” narrativos y el tiempo es bastante “real”. Los programas de cocina en ViVe son muy bonitos y mientras se hace un sabroso “chivo en coco” se conversa de política, de la situación de la comunidad, de cómo le quedaba de bueno a la abuelita el chivo y de los médicos de “Barrio Adentro”. Y entre el aderezo y las políticas del ALBA hicimos un chivo en coco que está para chuparse los dedos.
Después de los talleres que hicimos con los cubanos en el marco del convenio ALBA, en La Hora de los Mangos -uno de los programas donde produzco- entendimos que podíamos incluir pequeñas entrevistas de calle para reforzar la discusión y que si hacíamos tomas de los alrededores (que previamente se editan y se musicalizan según el tema del programa) el programa ganaba más realidad.
Y los cubanos -Salvador, Roger y Rita, que son hermosísimas personas con las que nos escribimos cada vez que podemos- entendieron la razón por la que no llevamos guiones -sugirieron hacer, entonces, escaletas para agilizar el trabajo-; y porqué no descartamos y, por el contrario, defendemos fieramente la presencia de desdentados, de manos sucias de grasa o tierra. Estos, los pobres, los feos, los sucios, los mal hablados siempre fuimos omitidos por no ser telegénicos, sin importar si teníamos algo que decir.
Convengo en que los “saltos” son un buen recurso narrativo siempre y cuando no implique sacrificar el ritmo necesario para la reflexión, y también creo que podemos usar más imágenes que refuercen el tema; como nos dijo Salvador: somos muy “argumentativos”. Si habla un grupo de costureras es bueno mostrar acciones dentro de su trabajo. Hace poco hicimos un programa en donde conversábamos del Banco de la Mujer -que es un gran proyecto del proceso revolucionario: préstamos de bajo interés para los más pobres-, pues conversamos haciendo pan, ellas eran beneficiarias de los créditos del Banco.
Y debo insistir: qué se entiende por “divertido” y cuál es el objetivo de “entretener” a las personas. La verdad es que no me interesa entretener ni que me entretengan, yo quiero comprometer y que me comprometan. Para eso estamos haciendo esta revolución.
6. Hablemos no de la televisión sino del espectador. ¿Cómo imaginas tú al espectador del socialismo? Has explicado cómo se hace la televisión. ¿Cómo crees que se hacen los espectadores?
En el socialismo no puede haber espectadores. En el socialismo no podemos conformarnos con mirar lo que los otros hicieron. La pasividad de los televidentes, los espectadores, la audiencia y los consumidores -todos sinónimos- son muy apropiados para el sistema capitalista y sus políticas de mercado. El socialismo precisa ciudadanos. La televisión se debe entender como un servicio público y en la Red de Medios Públicos -radios y televisoras estatales- hablamos de usuarios, les hablamos a los usuarios de nuestros medios. En el socialismo debemos participar de todo y, en materia de medios de difusión masiva, tendríamos que estar presentes en todos los procesos: desde la realización de programas hasta la supervisión crítica de lo que se difunde.
En la Ley de Responsabilidad Social para Radio y Televisión, acá en Venezuela, se prevé la conformación de comités de usuarios, aún no hay un movimiento de usuarios que hagan supervisión a la programación pero creo que al final se desarrollará. El debate sobre la importancia de los medios de difusión está abierto y es continuo; además que no está restringido a académicos y especialistas… es para todos y se hace en los cafés, las paradas de autobuses, los mercados, en fin, se desacralizó la suprema sapiencia de los medios omnipotentes. Yo espero que un día muy próximo los usuarios restrinjan las funciones de los medios -de manera conciente- a las educativas; porque, y lo he dicho en otros lugares, mientras informa y recrean, educan. Hay que dejar de pensar en ellos como “recreativos” o “informativos”; los medios nos forman en una manera de entender el mundo y debemos aspirar a que sea en la construcción de ciudadanía no podemos seguir permitiendo que lo hagan en función de las necesidades de mercado.

domingo, 29 de marzo de 2009

Las tensiones siguen vivas


(Orlando Villalobos) 1. Es importante la victoria del movimiento bolivariano. Gana un nuevo round y se proyecta con fuerza hacia adelante.

La victoria significa un respaldo al liderazgo de Chávez y el reconocimiento al esfuerzo transformador de la última década, que se expresa en resultados tangibles. Puestos en la balanza, resalta el afán por ganar inclusión social y superar la pobreza que se fue extendiendo en el país. La revolución bolivariana no es perfecta, pero exhibe a su favor el éxito de Barrio Adentro y los CDI multiplicados en las comunidades pobres, el crecimiento de la tasa de escolaridad, la equidad de género, la política cultural que hace posible el sistema nacional de coros y orquestas infantiles y juveniles, y tantos logros más.

No siempre el gobierno sabe explicar esto y algunos de sus voceros se contentan con nombrar datos fríos e insípidos, que cansan al auditorio, que somos todos.

2. El proceso de cambios revolucionarios que se adelanta en el país requiere de la victoria electoral para retroalimentarse. Pero éstas son apenas una parte… no el todo. En el movimiento popular es constante la lucha por producir cambios efectivos y verdaderos. Demasiadas veces esas pretensiones de cambio tropiezan con el Estado de siempre, burocrático y derrotado por la corrupción. No se puede pasar por alto que está en juego cambiar los viejos procedimientos del Estado, cambiar la cultura y los valores, para que se haga justicia. Como todavía falta mucho, vemos cómo los indígenas de Perijá siguen acorralados por ganaderos y terratenientes, cómo asesinan a su gente; cómo han asesinado a más de 200 dirigentes campesinos; cómo fueron asesinados dos trabajadores en la Mitsubishi, en Puerto la Cruz, con la actuación deshonrosa y criminal de cuerpos policiales.

3. La correlación de fuerzas se mantiene con ventaja para los bolivarianos (54 vs. 47). En ese sentido, hay una leve recuperación. Pero, atención, la oposición sumó en esta jornada cinco millones de votos y repitió las victorias regionales de noviembre-2008. Ganó Zulia, Mérida, Táchira, Miranda y Nueva Esparta. Solo se revirtieron los números en Carabobo.

4. Lo de Maracaibo no tiene nombre. La oposición gana con casi 20 puntos de ventaja. Este es un caso atípico en el país. En Zulia la oposición gana por cinco puntos, porque las victorias en la mayoría de los municipios le permite al chavismo recuperarse. Pero se repite el fenómeno de noviembre: es demasiada la ventaja en Maracaibo.
En San Francisco, “justo al lado” como dice la canción, el Sí ganó la consulta. ¿Cuál es la diferencia? ¿Por qué allá sí y aquí no? Saquemos la cuenta. San Francisco muestra un movimiento de redes de organizaciones sociales y populares. El domingo ocho emisoras comunitarias se convirtieron en una red que cubrió buena parte de ese municipio y puso en movimiento el poder movilizador de las ideas. Moraleja: no resulta suficiente con invertir sumas millonarias en los medios masivos. Otro dato es que el alcalde recién electo genera expectativas favorables por sus primeras actuaciones. Maracaibo, en cambio, viene de la gestión aplazada, ineficiente, del alcalde bolivariano anterior.
5. Las tensiones en la sociedad venezolana siguen vivas. Nada queda definitivamente zanjado. La enmienda amplía los derechos políticos de los dirigentes que acceden a cargos públicos, por elección popular. La enmienda no amplía los derechos del ciudadano promedio.
Continúan en pie dos tensiones cruciales. La primera, las tendencias que reclaman y luchan por el cambio, que encuentran el rechazo y la oposición de las elites conservadores y burguesas. Esos grupos de poder tienen el enorme poder de persuasión que les permite disponer de un influyente aparato mediático. La segunda tensión, está dada por el crecimiento de la iniciativa de organizaciones sociales y populares, que navegan en la onda de la participación protagónica y ya saben que no todo lo que venga desde “la dirección del proceso” es necesariamente válido o acertado.

Uno mismo

En homenaje a Cássia Eller, una de las mejores exponentes de la canción brasileña. La letra es un alegato en favor de ser uno mismo.

Eu Queria Ser Cássia Eller
Cássia Eller
Composição: ( Péricles Cavalcante )
Eu poderia ser um padre ou um dentista. Um arquiteto, um deputado ou jornalista. Eu poderia ser ator e me dar bem. Ser um poeta que escreve versos como ninguém. Eu poderia ser um general da banda Uma modelo. um herói da propaganda. Eu poderia ser escravo do trabalho. Ser um banqueiro. um estilista do baralho. E não há nenhuma outra hipótese. Que eu não considere, mas O que eu queria mesmo, serÉ a Cássia Eller. Eu poderia ser um mágico ilusionista. Um domador, um gigolô, um psicanalista. Eu poderia ser um campeão de golfe, De luta-livre, de xadrez e do que quer que fosse. Eu poderia ser um escritor da moda, De quem se fala muito mal (e ele nem se incomoda). Eu poderia ser um alto funcionário, Um balconista ou um bandido sangüinário. E não há nenhuma outra hipótese, Que eu não considere, mas O que eu queria mesmo ser É a Cássia Eller
Eu poderia ser um físico nuclear, Um astronauta, um explorador do mar. Eu poderia ser um rei do futebol, Um vagabundo ou um professor de "scol". Eu poderia ser um grande cineasta, Um detetive e ter segredos numa pasta. Eu poderia ser um monge do Nepal, Um jardineiro, um marinheiro, etc e tal, E não há nenhuma outra hipótese, Que eu não considere, mas O que eu queria mesmo, serÉ a Cássia Eller