viernes, 20 de junio de 2008

Tremendo gazapo

(Orlando Villalobos Finol)
La decisión de conceder el premio nacional de periodismo, por vía indirecta, a Mi Diario es escandalosa. Sencillamente escandalosa.
Este periódico, junto a Hoy, otro impreso zuliano de su misma estirpe, constituye una muestra diaria de antiperiodismo; de regreso a primitivas prácticas periodísticas, sensacionalistas, acuñadas bajo la fórmula: sexo, sangre y algo de deportes. Nada que mueva a la noticia verdadera o que promueva el pensamiento y la reflexión.
Justo en esta época en la que el periodismo atraviesa una severa crisis de credibilidad, que demanda de reinvenciones éticas y conceptuales, que le permitan convertirse en lo que está llamado a ser, un espacio para el debate político, capaz de estimular el ejercicio ciudadano, se produce esta estocada.
Me permito citar el comentario del periodista Ilich Carvajal quien señala: “Estoy loco por ver las fotos por las cuales otorgaron tan elevado galardón... ¿sería por los "bomboncitos"?, ¿por las fotografías de cadáveres chorreantes con el detalle de los impactos de balas?, ¿por las gráficas de "delincuentes" capturados, con la "chemis" cubriéndoles la cara y dejando ver sus brillantes barrigas de gente mal alimentada? ¿o por las "tiernas" fotos de niños hipertrofiados que viven en la miseria, retratada con excelente calidad de luz, color y encuadre?”.
A Mi Diario el periodismo con sabor pornográfico le adeuda el título: “Se fregó esa boda”, para referirse a un accidente de tránsito en el que perdieron la vida un chico y una chica que estaban a punto de casarse.
Indirectamente, ahora ese periodismo puede lucir un dudoso galardón.
Una vez más, cabe revisar estos premios nacionales, regionales y municipales que le otorgan a los periodistas, uno no sabe si para premiarlos de verdad o para “domesticarles” la conciencia.
En cada caso, los premios se entregan a periodistas que tienen alguna afinidad política con el organismo que lo concede.
En cada caso, no se premia con justicia, como resultado de un seguimiento del desempeño de los periodistas. No. Se extiende un diploma de “buen comportamiento” a quienes se molesten en entregar sus datos. Cabe la interrogante, ¿por qué no cambiar estas añejadas y perversas bases para concursar?
Urge transitar por la ruta de la revisión crítica, para defender al periodismo que hace falta. Ese que ayude a fomentar ciudadanía, crear tejido social y deje de ser cómplice de tanta injusticia que anda suelta.

1 comentario:

Javier Castillo (Javo) dijo...

¿Cómo enteder esta contradicción desde "la ética de los medios"? Inconcebible. Comercio pornográfico. Dramas humanos convertidos en una nausebundo circo. Fortalecimiento de los antivalores sociales de Maracaibo y del Zulia. Faltan palabras, frases, oraciones...

¿Quién puede celabrar y recibir con dignidad un reconocimiento ante lo expresado anteriormente?

No deseo pensar que prevalen estas características para conferir "tan merecido triunfo" ¡Por favor!

No es un asunto de posición política personal pero, en el desaparecido limbo católico, los comunicadores sociales avasallan al medio ¡Qué ingeua es la ilusión!

¡Ah! ¡Sin comentarios los premios y reconocimientos intraempresariales mediáticos! ¡Se parecen al "2 de Oro" de la antigua RCTV!

De todo hay en la viña de los medios de propaganda política en Venezuela.

Mis votos por la honestidad.

Javier Castillo (Javo)