Dice
Andrea… Estoy esperando al próximo muerto para escribir sobre él. Mi trabajo
diario depende de las tragedias que otros padecen. Un asaltado el martes, un
narco el miércoles, una violada el jueves, dos calcinados el sábado. De las
víctimas del domingo y el lunes se ocupan otros. Los viernes hay paz. De mis
coberturas cotidianas he podido deducir algunas reglas. La principal: los ricos
prefieren no involucrarse. Aún así, lo que les pase a ellos siempre estará por
encima de lo que les ocurra a los demás. Ryszard Kapuscinski dijo que los
cínicos no sirven para este oficio. Creo que se equivocó. Hace falta un alto
grado de cinismo para ajustarse a la ley de una sala de redacción.
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