(Autor: Alexis Romero Salazar)
Queridos amigos,
Hoy 8 de diciembre se cumplen 44 años
del vil asesinato Hugo Alexander Alzolay, nuestro hermano en la lucha entre los
estudiantes y pobladores del noroeste de Caracas y querido compañero en el
Comité por la defensa de los derechos humanos y la libertad de los presos políticos.
Como dice su hermano Edgar: “Alexander
tenía una increíble sangre para los niños, que lo querían mucho; además poseía
un carisma innato que lo relacionaba fácilmente con el pueblo y una inmensa
solidaridad con sus compañeros. En los barrios de Catia y del 23 de Enero,
Alexander mantenía 30 niños en la práctica de Ajedrez; actividades que
alternaba con la lucha estudiantil en los liceos”.
Ramón Ordaz describe la personalidad
y la acción de Alexander:
“Allí, en los inicios de la década
del 70, comenzó nuestra amistad: él vivía en la avenida Principal, especie de
línea divisoria entre Lídice y Manicomio, y yo mucho más arriba; estudiaba
Economía en la UCV y Alexander culminaba su bachillerato. Sin tapujos,
nuestra amistad fue política. Mi militancia en lo que sería la Liga
Socialista y su expresión universitaria Movimiento Estudiantil de Unidad con el
Pueblo (MEUP) nos imponía realizar trabajo político en varios barrios de
Caracas. Con Alexander a la cabeza organizamos un grupo estudiantil contra la
represión política de entonces. Entre nuestras tareas, recuerdo, publicamos un
periódico que imprimíamos en batea. “Despertar”, se llamaba. En nuestras
reuniones semanales la poesía fue haciendo acto de presencia en las voces de
Javier Heraud, César Vallejo, entre otros, presencia obligada, repito, porque
Alexander se convirtió en un apasionado lector y a cada encuentro reclamaba
libros para calmar su sed de lectura. Un buen día Alexander me dio a conocer
algunos manuscritos en los que se retrataba el incipiente poeta”.
Ese año 72 la represión llegó a su
más alta expresión y nuestro movimiento fue muy golpeado: persecusión de
dirigentes, torturas, prisión, asesinatos. Jorge Rodríguez estaba encerrado en
Maracaibo, David Nieves en el Cuartel San Carlos en Caracas y así muchos otros
compañeros. Las cárceles de toda Venezuela se llenaron de presos
políticos; por lo que nuestra actividad se centró en la lucha contra la
represión y por la libertad de los hermanos detenidos. Cumplimos actividades
del Comité Estudiantil de Defensa de los Derechos Humanos, con una exitosa
jornada de propaganda en el Estadio Universitario de Caracas: repartimos
papeles y pintamos paredes en un juego Caracas-Magallanes. Allí hubo una
participación destacada de Alexander, quien con su hermano Edgar y otros
compañeros atravesaron el campo desde el home hasta el centelfield y en la
pared negra de atrás colocaron con pintura blanca la consigna ¡Libertad para
los presos políticos¡ Esa pinta fue captada por las cámaras de televisión durante
un mes mientras se realizaban los partidos ahí.
El día que lo mataron, cuenta
Ramón Ordaz, habíamos hecho una campaña por la libertad de los presos
políticos hasta la medianoche. Ya de retiro a nuestras casas, otro grupo de la
zona interceptó a Alexander para pedirle apoyo, con el que se solidarizó
sin dudas. Bajando la madrugada un grupo de la policía política, sin mediar
palabras, tiró a quemarropa sobre el cuerpo indefenso de Alzolay: ya que su
única arma era el atomizador que apretaban sus manos, y sobre las paredes el
chorreante y fresco letrero “LIBERTAD PARA…
Sus asesinos segaron la vida de un
joven revolucionario de apenas 20 años de edad, que no nos queda la menor duda
de que iba a ser un gran dirigente revolucionario. Alexander, Para decirlo con
palabras de Orlando Villalobos, “…como tantos otros, forma parte del grupo
de hombres que hicieron obras públicas sustanciales y necesarias para construir
democracia, libertad y conseguir mejores condiciones de vida. Fundaron
sindicatos, centros de estudiantes y organizaciones populares. Crearon y
promovieron periódicos y revistas, editaron libros propios y ajenos. Formaron
talleres literarios, círculos de lectura, equipos políticos, clubes juveniles.
Promovieron la creación de escuelas, servicios de salud y centros culturales,
desde las luchas populares. Su aporte fue trascendente porque sembraron y
contribuyeron a abrir espacios para lo ciudadano y reivindicar el derecho a
tener derechos”.
Tenemos que rendir honor a Hugo
Alexander Alzolay y comprometernos a recuperar eficientemente -más allá de lo
discursivo- para la memoria de los venezolanos las jornadas de lucha que se
cumplieron en el pasado, Y cuyos protagonistas casi nunca son reconocidos y en
la mayoría de los casos olvidados.
VAMOS NO PONGAS LA CARA ASÍ
QUE NO HE MUERTO
MIS POEMAS ESTÁN VIVOS.
Hugo Alexander Alzolay. 1972
……
Los invito a seguir el link del micro
realizado por Glendys Vaamondes para Vive Tv (Hay que pedir que lo pasen de
nuevo)
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